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viernes, 28 de septiembre de 2018

El SILENCIO del VATICANO ante el Testimonio Viganò, según SPECOLA (5) [15 al 24 de septiembre de 2018]

SPECOLA 15 de Septiembre (Selección)


La pandemia de la infiltración homosexual en la Iglesia sigue y con mucha fuerza. Tenemos que empezar a llamar las cosas por su nombre y dejarnos de aplicar el término pedofilia a lo que no lo es. Es uno de los problemas del pensamiento débil el no querer llamar a las cosas por su nombre. Ya tenemos claro que el gran culpable de todo lo que está sucediendo es el ‘clericalismo’ y que el gran luchador revolucionario y amado del pueblo que nos librara de esta lacra se llama ‘Francisco’. Hemos discernido y el que no esté de acuerdo a la hoguera. Con silenciar a los que provocan problemas todo resuelto, la paz universal habrá llegado.

Jesucristo no hablaba de la verdad porque Él mismo es la Verdad. Todo lo demás es dominio del príncipe de la mentira. Tener miedo a la verdad es tenérselo al mismo Dios. Buscar la mentira es servir a Satanás ... y en ésas estamos.

SPECOLA 18 de septiembre (Selección)


Europa está colapsando, defensores de Viganó


Es más que evidente que la sociedad llamada occidental, muy especialmente la Europea, está colapsando. El bajísimo nivel de sus dirigentes está facilitando la ideologización de ámbitos sociales, que están perdiendo su prestigio y su autonomía. Las noticias de hoy nos indican que la Iglesia Católica no es ajena a este proceso que le está afectando de lleno. El acceso a los más altos niveles de gobierno de personas indignas en su vida personal y absolutamente inadecuadas está destruyendo el sustrato social que en otro tiempo la hacía fuerte. La ausencia de vocaciones hará que en muy poco tiempo la Iglesia desaparezca en grandes ámbitos. Son muchos los fieles que se han alejado y continúan haciéndolo, reduciendo las en otro tiempo florecientes parroquias e instituciones católicas a un erial.

Dentro de esta crisis sin precedentes siempre se ha mantenido un núcleo de intelectuales que quedaban como el resto de Israel y eran la esperanza de una renovación seria de tantas cosas. Hasta esto esta cayendo. Hoy tenemos algunas entrevistas muy interesantes que denotan que lo que pueda suceder en lo que quede de pontificado del Papa Francisco ya no interesa en absoluto y ya se lanza la mirada al cercano futuro. George Weigel nos ofrece una interesante reflexión sobre los hechos actuales. Todos esperamos las clarificaciones que no llegan, no creemos que lleguen nunca, del contenido del testimonio Viganò. Weigel se muestra muy del lado del ex nuncio y añade muchos matices sobre el estado actual de la Iglesia. Steve Bannon está detrás de la academia que intenta formar lo que los críticos definen como populistas conservadores. Lo cierto es que algo se está moviendo ... y no es precisamente en la dirección que le gusta al Papa Francisco.

Tenemos nueva constitución sobre la comunión episcopal. Cuando suenan voces de cisma tenemos que ser conscientes que la unidad en la Iglesia sólo se puede producir en torno a una Persona, que es Jesucristo. El intentar cerrar filas de otras maneras no da resultados, ni los ha dado nunca. La sensación es que ante un episcopado desacreditado y de muy evidente bajo nivel se quieren diluir responsabilidades en un organismo. Al final son las personas valiosas las que cambian la historia; y en la Iglesia éstos tienen un nombre y son los santos. Todo lo demás es hojarasca que el viento de la historia hace desaparecer con una crueldad absoluta.



SPECOLA 21 de septiembre (Selección)

Todo el orbe espera las anunciadas ‘oportunas aclaraciones’ que no terminan de llegar y que según nuestra humilde opinión no llegaran nunca. ¿que está sucediendo?

El Papa Francisco intenta seguir con su agenda y todo lo que dice y hace se interpreta con los ‘sucesos recientes’ como fondo. Habla del ‘gran acusador’ y todos pensamos en Viganò y sus ejércitos. Nos cruzamos con un hipócrita escandalizado y sin duda pensamos que es Viganò y familia. Y está cadena continuará, además, creciendo y ampliando sus ramificaciones.

En el Vaticano todo esta más que parado y nadie mueve un dedo por miedo a meter la pata y pagarlo con la vida. El Papa Francisco es imprevisible en sus reacciones y lo que es muy claro es que está digiriendo una situación imposible. Silencios que inundan los sacros palacios y que se imponen en todos los organismos: “de esto mejor no hablar”.

Los obispos del orbe están más que noqueados y no saben a quien mirar. De Roma sólo llega confusión e incluso los afectados obispos americanos están desaparecidos, después del encuentro con el Papa Francisco ... no sabemos si por la resaca de las carcajadas o por la vergüenza del silencio complice.

Y lo más preocupante son nuestras parroquias y nuestros párrocos, el despreciado e ignorado cura de parroquia y sus feligreses. La iglesia es esto y a nadie parece importarle. Los fieles, muchos con asco y preocupación, preguntan a sus curas y obtienen pocas respuestas. Lo que pueda hacer un pobre laico por defender a su Iglesia o un párroco en su parroquia no interesa a nadie y los obispos los están dejando a los pies de los caballos. Incluso si alguno se pasa de claro pues lo destituyen en horas 24. Por crímenes gravísimos podemos estar años cubriendo y tolerando pero no mentir, hablar    con claridad tiene penas canónicas inmediatas

O esto se corrige y mala pinta tiene, o cada vez se parece más a una secta mafiosa de ésas que el propio Papa Francisco ha proclamado que son contrarias al cristianismo. Las cadenas de silencios crean las complicidades y así crecen las sectas mafiosas. Toda la cadena de macarreo es esto y los implicados y encubridores, siguen dando lecciones: Citando al maestro Aberasturi : «Y callar estas cosas es “otorgar» , como dice el refrán. No da ninguna luz. No aporta nada, No se defiende nada: SE CALLA: Se está MUERTO» 

SPECOLA 22 de septiembre (Selección)

Un mes del Viganògate


Ha pasado casi un mes desde que conocimos el testimonio de Viganò y seguimos esperando las ‘oportunas aclaraciones’ que se nos han anunciado pero que no tenemos ninguna esperanza de recibir.

El nivel de información ha crecido desde entonces y el número de noticias citadas por esta Specola es una prueba de lo que decimos. Todas las actuaciones del Papa Francisco y de los citados en el testimonio, se interpretan con el problema de fondo que existe, y no poco, y del que nadie quiere hablar. Estamos ante un cuerpo en descomposición y cada día nos llegan noticias que solo son síntomas de la metástasis que se está produciendo. Amputar es doloroso pero es la única forma de que las partes sanas puedan volver a una cierta vitalidad y puedan recomponer los tejidos dañados. El trabajo es delicadísimo, sin duda, pero el no hacer nada, o hacer como si el mal no existiera, no hará otra cosa que acelerar la muerte y contagiar más partes sanas. La sensación de que se ocultan cosas y que el Vaticano no colabora, ni colaborará, en una investigación independiente para llegar a las famosas ‘oportunas aclaraciones’ es cada vez más solida. Nos tememos que esto no gustará mucho a los amigos americanos que pueden desenterrar el hacha de guerra en cualquier momento: la pipa de la paz ya hace tiempo que no humea.


En este tiempo y después de la embestidas iniciales contra su autor, ningún desmentido, ninguna aclaración; sólo silencio que, como bien saben en las tierras italianas, es sinónimo de complicidad. Este fin de semana tenemos el viaje del Papa Francisco a los países bálticos que el único interés mediático que suscita son las declaraciones que pueda o no hacer a su regreso, en las ya famosas ruedas de prensa de altura. Nos tememos que seguiremos en el silencio. El Sínodo de jóvenes se presenta movido por quién viene y quién ni viene. En este tiempo todo se leerá en la óptica de los ‘recientes sucesos’ que son lo único que interesa

SPECOLA 23 de Septiembre 
(Selección)


Mientras el orbe espetó paciente las ‘oportunas aclaraciones, de los ‘recientes sucesos’ que ya no son tan recientes, entramos de lleno en una nueva y desconcertante polémica.

Es difícil encontrar en la historia milenaria de la iglsia frases tan duras de un arzobispo en primera linea contra el Papa Francisco. Por ahora n
ei desmentidas ni aclaradas y que pesan y pesaran mucho más con el paso del tiempo en la valoración que se hace de este pontificado.

Ya nos vamos acostumbrando a que la táctica increíble en cualquier situación, en cualquier sociedad humana y mucho más en la iglesia, es desacreditar al que habla con esta fortaleza. Que si chochea, que si esta nervioso porque es anciano, que si tiene aspiraciones frustradas, y cosas así que lo único que hacen es desacreditar al que las utiliza por lo burdas y injustas.

SPECOLA 24 de Septiembre (Selección)

El pasado del papa Francisco

El tema de los abusos sigue y seguirá y cada día surgen más interrogantes y preguntas que se complican por los casos documentados de las actuaciones del cardenal Bergoglio, a las víctimas [...] hasta que no estalla una bomba delante de las narices. Todo esto está haciendo creer que la Iglesia está cubriendo y protegiendo a indeseables. La indignación por la falta de arrestos y eso… en tantos obispos está dejando a los curas a los pies de los caballos y haciendo creer que todos son iguales. La inmensa mayoría de buenos sacerdotes está hasta la coronilla por verse mezclados en semejantes crímenes y con unos superiores que solo piensan en la agenda más amplia. Si creen que por hablar de mundos arco iris y de salvar el planeta esto se arregla es que alguien está necesitando hacérselo mirar y de uno bueno. Las ‘oportunas aclaraciones’ no llegan y los ‘recientes sucesos’ siguen más vivos que nunca.


Continuará

¡MUY IMPORTANTE! : NUEVA CARTA DE MONSEÑOR VIGANÓ






(La traducción al español de la nueva carta de Monseñor Viganò, que coloco en esta entrada, la he tomado del blog Adoración y Liberación, de Infovaticana)

El asunto es sumamente grave y ha salido en prácticamente todos los medios. Señalo algunos de los más importantes: 

 Life Site News

BREAKING: Viganò releases new ‘testimony’ responding to Pope’s silence on McCarrick cover-up (Diane Montagna)

One Peter Five

Viganò in New Statement: “Has Christ Perhaps Become Invisible to His Vicar?” (Steve Skojec)

The Remnant Newspaper

Viganò Doubles Down, Accuses Francis of Losing Sight of Christ (Michael Matt)

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Nuncio Apostólico del Arzobispado de Ulpiana
Scio Cui credidi
(2 Tim 1:12)

Antes de empezar a escribir, ante todo quisiera dar gracias y gloria a Dios Padre por cada situación y prueba que Él ha preparado y preparará para mí durante mi vida. Como sacerdote y obispo de la santa Iglesia, cónyuge de Cristo, soy llamado como todo bautizado a dar testimonio de la verdad. Por el don del Espíritu que me sostiene con alegría en el camino que estoy llamado a viajar, tengo la intención de hacerlo hasta el final de mis días. Nuestro único Señor también me ha dirigido la invitación: «¡ Sígueme!»  Y tengo la intención de seguirlo, con la ayuda de su gracia, hasta el final de mis días.



«Mientras tenga vida, cantaré al Señor, 
cantaré alabanzas a mi Dios mientras viva. 
Que mi canción sea agradable para Él; 
Porque me regocijo en el Señor» 
(Salmo 103: 33-34)

Hace un mes que ofrecí mi testimonio, sólo por el bien de la Iglesia, sobre lo que ocurrió en la audiencia con el Papa Francisco el 23 de junio de 2013 y sobre ciertos asuntos que me fueron dados conocer en las tareas que se me confiaron en la Secretaría de Estado y en Washington, en relación con aquellos que tienen la responsabilidad de encubrir los crímenes cometidos por el ex-arzobispo de esa capital.

Mi decisión de revelar esos hechos graves fue para mí la decisión más dolorosa y seria que haya tomado en mi vida. 
Lo hice después de largas reflexiones y oraciones, durante meses de profundo sufrimiento y angustia, durante un crescendo de noticias continuas de terribles acontecimientos, con miles de víctimas inocentes destruidas y las vocaciones y vidas de jóvenes sacerdotes y religiosos perturbadas. El silencio de los pastores que podrían haber proporcionado un remedio y evitar nuevas víctimas se volvió cada vez más indefendible, un crimen devastador para la Iglesia

Consciente de las enormes consecuencias que podría tener mi testimonio, porque lo que estaba a punto de revelar involucraba al 
mismo sucesor de Pedro, decidí hablar para proteger a la Iglesia, y declaro con la conciencia tranquila ante Dios que mi testimonio es verdad. Cristo murió por la Iglesia, Servus servorum Dei , y me siento llamado a servir a la Esposa de Cristo.

Ciertamente, algunos de los hechos que iba a revelar estaban cubiertos por el secreto pontificio, que había prometido observar y que había observado fielmente desde el comienzo de mi servicio a la Santa Sede. Pero el objetivo de cualquier secretoincluido el secreto pontificioes proteger a la Iglesia de sus enemigos, no ocultarla y convertirse en cómplice de los crímenes cometidos por algunos de sus miembros. Fui testigo, no por mi elección, de hechos impactantes y, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica (2491), el sello del secreto no es vinculante cuando un daño grave puede evitarse únicamente al divulgar la verdad. Sólo el sello de la confesión podría haber justificado mi silencio.

Ni el Papa ni ninguno de los cardenales en Roma han negado los hechos que afirmé en mi testimonio. «Qui tacet consentit»  seguramente se aplica aquí, ya que si niegan mi testimonio, sólo tienen que decirlo y proporcionar documentación para respaldar esa negación¿Cómo se puede evitar concluir que la razón por la que no proporcionan la documentación es porque saben que confirma mi testimonio?

El centro de mi testimonio fue que desde por lo menos el 23 de junio de 2013, el Papa sabía por mí lo perverso y malvado que era McCarrick en sus intenciones y acciones, y en lugar de tomar las medidas que todo buen pastor hubiera tomado, el Papa hizo de McCarrick uno de sus principales agentes en el gobierno de la Iglesia, con respecto a los Estados Unidos, la Curia e incluso China, y estamos viviendo estos días con gran preocupación y ansiedad por esa Iglesia mártir.

Después, la respuesta del Papa a mi testimonio fue: « ¡No voy a decir una palabra!»  Pero luego, contradiciéndose a sí mismo, comparó su silencio con el de Jesús en Nazaret y ante Pilatos, y me comparó con el gran acusador, Satanás, que siembra el escándalo y la división en la Iglesia, aunque sin pronunciar mi nombre.  

Si él hubiera dicho: « Viganò mintió» , habría desafiado mi credibilidad al tratar de afirmar la suya.  Al hacerlo, habría intensificado la demanda del pueblo de Dios y del mundo de la documentación necesaria para determinar quién ha dicho la verdad. En cambio, puso en su lugar una sutil calumnia contra mí: calumniar es una ofensa que a menudo ha comparado con la gravedad del asesinato. De hecho, lo hizo repetidas veces, en el contexto de la celebración del Santísimo Sacramento, la Eucaristía, donde no corre el riesgo de ser desafiado por los periodistas.

Cuando habló con periodistas, les pidió que ejercitaran su madurez profesional y sacaran sus propias conclusiones. Pero, ¿cómo pueden los periodistas descubrir y saber la verdad si los que están directamente involucrados en el asunto se niegan a responder alguna pregunta o a publicar algún documento?

La falta de voluntad del Papa para responder a mis acusaciones y su sordera a las llamadas de rendición de cuentas por parte de los fieles difícilmente concuerdan con sus llamadas a la transparencia y la construcción de puentes.
Además, el encubrimiento de McCarrick por parte del Papa claramente no fue un error aislado. Recientemente se han documentado muchos casos más en la prensa, lo que demuestra que el Papa Francisco ha defendido al clero homosexual que cometió graves abusos sexuales contra menores o adultos. Éstos incluyen su papel en el caso del padre Julio Grassi en Buenos Aires, la reincorporación del padre Mauro Inzoli después de que el Papa Benedicto lo había sacado del ministerio (hasta que fue a prisión, momento en el cual el Papa Francisco lo laicizó), y la detención de la investigación de acusaciones de abuso sexual contra el Cardenal Cormac Murphy O’Connor.

Mientras tanto, una delegación de la USCCB, encabezada por su presidente, el cardenal DiNardo, fue a Roma para solicitar una investigación del Vaticano sobre McCarrick. El cardenal DiNardo y los otros prelados deben decirle a la Iglesia en América y en el mundo: ¿se negó el Papa a llevar a cabo una investigación del Vaticano sobre los crímenes de McCarrick y de los responsables de encubrirlos? Los fieles merecen saber.

Me gustaría hacer un llamamiento especial al Cardenal Ouellet, porque como nuncio siempre trabajé en gran armonía con él, y siempre tuve gran estima y afecto hacia él. Recordará cuando, al final de mi misión en Washington, me recibió en su apartamento en Roma, por la noche, para una larga conversación. Al comienzo del pontificado del Papa Francisco, él había mantenido su dignidad, como lo había demostrado con valentía cuando era arzobispo de Québec. Más tarde, sin embargo, cuando su trabajo, como prefecto de la Congregación para los Obispos, estaba siendo socavado porque dos amigos homosexuales de su dicasterio pasaban directamente al Papa Francisco las recomendaciones para los nombramientos episcopales, eludió al cardenal y se dio por vencido. Su largo artículo en L’Osservatore Romano, en el que se manifestó a favor de los aspectos más controvertidos de Amoris Laetitia, representa su rendición

Su Eminencia, antes de irme a Washington, usted fue quien me contó las sanciones del Papa Benedicto sobre McCarrick. Tiene a su disposición documentos clave que incriminan a McCarrick y a muchos en la curia por sus encubrimientos. Su Eminencia, le insto a que testifique la verdad.

Finalmente, deseo alentarles, queridos fieles, mis hermanos y hermanas en Cristo: ¡nunca se desanimen!  Hagan suyo el acto de fe y completa confianza en Cristo Jesús, nuestro Salvador, de San Pablo en su segunda Carta a Timoteo, Scio cui credidi, que elegí como mi lema episcopal.

Éste es un tiempo de arrepentimiento, de conversión, de oraciones, de gracia, para preparar a la Iglesia, la novia del Cordero, a estar lista para luchar y ganar, con María, la batalla contra el viejo dragón.





« Scio cui credidi»  (2 Tim 1:12)

[«Sé a quién he creído»]

In you, Jesus, my only Lord, I place all my trust.


« Diligentibus Deum omnia cooperantur in bonum»  (Rom 8:28).



[«Todas las cosas contribuyen al bien de los que aman a Dios» ]

Nota: Coloco aquí un enlace a la carta completa, en inglés, que termina con su firma, de fecha 29 de Septiembre de 2018, festividad del arcángel san Miguel. 


NOTA: ADELANTE LA FE TAMBIÉN TIENE SU TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL en un artículo titulado Viganò vuelve a escribir: «¿Es que Cristo se ha vuelto invisible para su vicario?» 

URGENTE: Les ofrecemos en español el nuevo comunicado de monseñor Viganó reafirmándose en todas sus denuncias y contestando al silencio del papa Francisco, con nuevos datos, más pruebas, y el desafío al cardenal Ouellet de que saque todo a la luz (Vicente Montesinos)



El arzobispo Carlo Maria Viganò acaba de emitir un nuevo comunicado, refiriéndose a la negativa del Papa Francisco a responder a la acusación de que conocía los abusos sexuales del Cardenal Theodore McCarrick, a pesar de lo cual convirtió a McCarrick en “uno de sus principales agentes en el gobierno de la Iglesia “.

En el documento de cuatro páginas, el ex Nuncio Apostólico en los Estados Unidos también responde a las recientes homilías del Papa que parecen ponerle en el papel de Cristo y a Viganò como el diabólico “Gran Acusador”.

« ¿Acaso Cristo se ha vuelto invisible para su vicario? ¿Tal vez está siendo tentado a tratar de actuar como un sustituto de nuestro único Maestro y Señor?» , pregunta el Arzobispo Viganò en su nuevo comunicado. Fechado el 29 de septiembre, fiesta litúrgica de San Miguel Arcángel, y con el escudo y lema episcopal del Arzobispo, Viganò explica por qué cree que tenía el deber de hablar y agrega que “el motivo de cualquier secreto, incluido el pontifical, es proteger a la Iglesia de sus enemigos, no encubrir y convertirse en cómplice de crímenes cometidos por algunos de sus miembros ”

Y de nuevo, y sin vacilar, reafirma con vigor su acusación central de que « desde al menos el 23 de junio de 2013, el Papa sabía por mí lo perverso y malvado que era McCarrick en sus intenciones y acciones, y en lugar de tomar las medidas que todo buen pastor habría tomado, el Papa hizo de McCarrick uno de sus principales agentes en el gobierno de la Iglesia, con respecto a los Estados Unidos, la Curia e incluso China, y estamos viviendo estos días con gran preocupación y ansiedad por esa Iglesia mártir» .

Viganó resalta la respuesta inicial del Papa de que « no diría una palabra», pero luego nota cómo se contradice a sí mismo, al comparar su silencio con el de Jesús en Nazaret ante Pilato, y a Viganò como «al gran acusador, Satanás, quien siembra el escándalo y la división en la Iglesia, aunque nunca pronuncia mi nombre» .

Por otra parte, expresa su gran preocupación por las revelaciones de que el Papa Francisco desempeñó un papel fundamental en el encubrimiento o bloqueo de las investigaciones sobre otros sacerdotes y prelados, incluido el padre Julio Grassi, el padre Mauro Inzoli y el cardenal Cormac Murphy-O’Connor.

Por si fueran pocos los datos que el ex-nuncio aporta, afirma que fue el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, quien le habló de las sanciones del Papa Benedicto contra McCarrick.

«Mi decisión de revelar esos graves hechos fue para mí la más dolorosa y seria que he tomado en mi vida» , escribe Viganò. «Lo hice después de largas reflexiones y plegarias, durante meses de profundo sufrimiento y angustia, durante un crescendo de noticias continuas de terribles acontecimientos, con miles de víctimas inocentes destruidas y las vocaciones y vidas de jóvenes sacerdotes y religiosos perturbadas» .

«El silencio de los pastores que podrían haber proporcionado un remedio y evitar nuevas víctimas se volvió cada vez más indefendible, un crimen devastador para la Iglesia» , afirma.

«Consciente de las enormes consecuencias que podría tener mi testimonio, porque lo que estaba a punto de revelar involucraba al 
mismo sucesor de Pedro, decidí hablar para proteger a la Iglesia, y declaro con la conciencia tranquila ante Dios que mi el testimonio es verdadero».

En la declaración, el Arzobispo Viganò también alienta a los fieles a que nunca se desanimen, y exhortándonos a todos escribe:

« Hagan suyo el acto de fe y confíen plenamente en Cristo Jesús, nuestro Salvador, como San Pablo en su segunda Carta a Timoteo, Scio cui credidi, que elegí como mi lema episcopal. Éste es un tiempo de arrepentimiento, de conversión, de oraciones, de gracia, para preparar a la Iglesia, la novia del Cordero, a que esté lista para luchar y ganar, con María, la batalla contra el viejo dragón» .

Vicente Montesinos

Les proporcionamos abajo el texto completo en español, traducido para ustedes por Adoración y Liberación.


NOTA: Para no hacer esta entrada excesivamente larga, coloco dicho texto en la siguiente entrada

Noticias varias 27 de septiembre de 2018



ONE PETER FIVE 

Viganò in New Statement: “Has Christ Perhaps Become Invisible to His Vicar?” (Steve Skojec) MUY IMPORTANTE

STILUM CURIAE

Il Papa ostruzionista Su Mccarrick. Padre Joseph Fessio, Sj: «Sia un uomo. Si Alzi in Piedi e Risponda» .

GLORIA TV

Protestantes pro-homosexuales presionan al cardenal Cupich para promover el odio contra la fe

THE CATHOLIC HERALD

The irony of the China deal



Chinese bishops will be permitted to take part in the next synod.

China and the Vatican are preparing to “form an alliance to fight against organ trafficking”, according to the Global Times.

Cardinal Pietro Parolin is reportedly “collecting information on the McCarrick case” in preparation for a Vatican response to the Viganò letter.

George Weigel suggests that Eastern Orthodoxy “may be on the verge of an epic crack-up”.

John Carr says that, as a “friend and ally” of Archbishop McCarrick, he is “appalled, ashamed and devastated by his abuse”.

Sigal Samuel asks if the Church should pay reparations to abuse victims.

J-P Mauro says we have Pope Clement VIII to thank for our morning coffee.


SECRETUM MEUM MIHI

Viganò responde al ‘extraño’ silencio del Papa sobre sus acusaciones (Carlos Esteban)



Explica por qué cree que era su deber hablar pese al juramento de secreto, ya que el propósito del secreto es proteger a la Iglesia de sus enemigos, no amparar y convertirse en cómplice de crímenes de sus miembros.

Se confirma en su acusación principal: que explicó con detalle a Francisco lo perverso y vil que era McCarrick y que el Papa, en lugar de tomar medidas, lo rehabilitó y le encomendó misiones en EEUU, en la Curia e incluso en China.

Señala la contradicción del Papa de no decir una sola palabra y dedicar luego varias homilías a presentarse como Cristo en su silencio y a presentarle a él, Viganò, como Satán, el Gran Acusador.

Apunta a las revelaciones de que Francisco participó en el encubrimiento de casos o bloqueo de investigaciones sobre abusos (Grassi, Inzoli, Cormac Murphy-O’Connor)

Recuerda a Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, que fue él quien le habló de la sanción de Benedicto contra McCarrick y le anima a hablar y a mostrar los documentos pertinentes.


Carlos Esteban

St Luke, el ‘gulag’ americano para sacerdotes 'rígidos’ (Carlos Esteban)




Cuando el arzobispo de Chicago, Blase Cardenal Cupich, se enteró de que un cura de su diócesis, el padre Paul Kalchick, había permitido que sus feligreses quemaran una bandera arcoriris, que había presidido la misa de consagración de su parroquia, la Resurrección, decidió que Kalchick tenía problemas mentales y determinó que ingresara en el Instituto St Luke. Kalchick prefirió desaparecer antes que obedecer esa orden.

Lo curioso es que Kalchick no tenía por qué obedecer esa orden de su obispo, y no sólo porque el hecho de permitir que sus parroquianos quemaran un símbolo político que había estado profanando la iglesia desde su fundación no es locura alguna, sino porque el propio Código de Derecho Canónico le da la razón.

El Canon 220 especifica que el sacerdote tiene derecho a una privacidad que quedaría violada con un examen psquiátrico no voluntario. Por si hiciera falta confirmación, la Congregación del Clero dejó claro, en un caso muy similar al de Kalchick en 1998, que un superior no puede ordenar a un sacerdote sujeto a su autoridad que se someta a un examen psiquiátrico, y que éste no incumple su obligación de obediencia al superior negándose a ello.

En teoría, la Iglesia no deja por completo a sus sacerdotes a merced de los obispos, sino que les reconoce derechos. En teoría. La práctica es bastante más complicada e incluso, en ocasiones, algo aterradora.

Para empezar, el sacerdote puede no conocer el canon en cuestión. O puede pensar que compensa más someterse a una semana o dos de tratamiento que enfrentarse a las iras de su obispo, que tiene mil formas ‘regulares’ de hacerle la vida difícil. O, simplemente, obedece porque cree que su primer deber es el de obediencia al superior. Y se va a St Luke.

El Instituto St Luke tiene una historia, digamos, cuestionable. Fue fundado por un sacerdote, homosexual activo, que acabó acusado de desfalcar una importante cantidad de dinero que gastó en sus amantes. Sus métodos psiquiátricos son una mezcla del pansexualismo freudiano y de conductismo, escuelas de difícil compatibilidad con la doctrina. Además, no es barato en absoluto, y las diócesis que mandan allí a sus curas ‘problemáticos’ gastan sumas considerables en mantenerlos.

Pero, en un sentido retorcido, compensa con creces. Porque St Luke funciona a modo de ‘gulag’ para sacerdotes conflictivos. Ni siquiera es necesario ser enviado allí: la propia posibilidad de que ése sea el resultado de una muestra de rebeldía suele funcionar como elemento disuasorio.

Porque quienes acaban en St Luke son, abrumadoramente, los sacerdotes considerados ‘conservadores’. Los ‘rígidos’, los ‘tradicionales’. Y no es que todos los obispos americanos sean modernistas o que no haya sacerdotes modernistas que pongan en un brete a su superior.
Pero el obispo, humano al fin, sabe que el cura ‘progre’ (a) no va a obedecer y (b) va a hacer de su caso un ‘show’ mediático que haga quedar al prelado como un inquisidor intransigente. 
Por el contrario, los sacerdotes ‘conservadores’, precisamente por serlo, tienden a obedecer y, en cualquier caso, saben que no pueden contar con la simpatía del entorno mediático y cultural.
Para los malos obispos, St Luke cumple tres funciones tan valiosas que compensan hasta el último penique de lo que cuesta el tratamiento.

El primero es como castigo o, en su caso, amenaza disuasoria contra ese molesto sacerdote que se niega a la ‘acogida’ a grupos LGTBI en su parroquia o que se empeña en denunciar las innovaciones heréticas de tal o cual compañero de sacerdocio.

No es un castigo baladí, como bien sabían los soviéticos, que enviaban a menudo a los disidentes a manicomios, en preferencia a destinos carcelarios en Siberia. Cuando, además, todo parece contradecir las creencias más íntimas, la tortura se hace difícilmente soportable. Así describe su experiencia un religioso en carta dirigida al sacerdote bloguero Padre John Zuhlsdorf
“Una vez allí, la impresión del poder de aquel lugar sobre mi futuro se hizo abrumadora. Sabes que tú y el futuro de tu vocación dependen de un informe positivo de esa gente. Vi y oí ese mismo miedo en los otros que conocí allí. Me sorprendió el número de jóvenes, especialmente de aquellos atraídos por la Tradición. También […] es absolutamente cierto que no existe privacidad alguna ni forma de comunicación con el exterior. Nada más llegar te hacen firmar un consentimiento al respecto.
Específicamente, uno de los médicos que me evaluaban mencionó lo raro que le resultaba que no hubiera sido sexualmente activo en el instituto y que no hubiera experimentado con actos homosexuales. Dijo que tal comportamiento era parte normal del desarrollo. La inmensa mayoría de los pacientes estaba muy medicada. […]
“Lo que vi y oí en el curso de seis meses [en St Louis, otro instituto similar, al que fue trasladado]: me animaron personalmente a masturbarme (era un procedimiento habitual, como comprobé luego)/ se me dijo que si conseguía “permiso para salir” podía buscar alguna cita exploratoria “para ver cómo resultaba”/ Vi otros sacerdotes y religiosos, que luchaban contra tentaciones homosexuales, a los que se les animaba constantemente a identificarse total y abiertamente como gays/ Rezar la Liturgia de las Horas o asistir a misa entre semana se evaluaba como “rígido”.
“Nadie tomaba en serio los votos de la vocación propia. A uno de los sacerdotes, que se convirtió en un buen amigo, le había mandado allí por predicar contra la anticoncepción”.
Se hacen una idea, ¿no?

Un segundo fin es la recopilación de información. El sacerdote o religioso se somete a exámenes psiquiátricos que, naturalmente, examinan los aspectos más íntimos de la personalidad, incluidas acciones, pulsiones, temores y deseos pasados. Todo lo cual entra en un informe que se envía al ‘preocupado’ superior. De modo que el sacerdote, aunque salga cuerdo, equilibrado y con su fe intacta de la experiencia, se lo pensará dos y hasta tres veces antes de hacer algo que moleste a quien tiene un dossier completo de sus intimidades.

Y hay un tercer objetivo realmente terrible. En el caso de sacerdotes pedófilos, abusadores seriales, el obispo puede mandarlos a St Luke -o instituciones similares- para que vuelvan con un informe firmado por los facultativos afirmando que el sujeto está ‘curado’ y ya no es una amenaza para nadie. De este modo, en caso de que surja un escándalo, el obispo puede alegar que tomó las medidas oportunas, mientras que el informe del instituto le da ‘permiso’ para volver a encomendarle al abusador un nuevo cargo pastoral. El instituto, que depende del dinero de la diócesis, no suele tener problemas para complacer al obispo.

Carlos Esteban