Madrid, 1 noviembre 2018
Mercabá, artículos de Cultura y Sociedad
Reproducimos la entrevista concedida el 26 octubre 1929 por Albert Einstein* al periodista George Sylvester Viereck, para la semanal norteamericano The Saturday Evening Post. Entrevista seleccionada y traducida del inglés por el equipo de Mercabá. Ofrecemos también la versión completa y original inglesa, para todo el interesado en profundizar más.
E.P: ¿Se considera Ud. alemán, o judío?
Es bastante posible ser ambas cosas. Yo me veo a mí mismo como un hombre. El nacionalismo es una enfermedad infantil, es el sarampión de la humanidad.
E.P: ¿Se considera Ud. filósofo, o matemático?
Yo soy solamente un físico.
E.P: ¿Y qué le gustaría ser?
Si no fuera físico, probablemente sería músico. A menudo pienso en la música, vivo mis recuerdos con la música clásica, veo mi vida en términos de música.
E.P: ¿Significa su Teoría de la Relatividad que todo es relativo?
El significado de la relatividad se ha malinterpretado ampliamente. Los filósofos juegan con la palabra, como un niño con una muñeca. La relatividad, tal como yo lo veo, simplemente denota que ciertos hechos físicos y mecánicos, que han sido considerados como positivos y permanentes, son relativos con respecto a otros hechos ciertos en la esfera de la física y la mecánica. No significa que todo en la vida sea relativo, ni que tengamos el derecho de convertir al mundo entero en algo al revés, maliciosamente.
E.P: ¿Ha sacado Ud. partido a su teoría?
Mira. Yo podría aceptar un regalo de una comunidad. Pero no podría aceptar ese mismo regalo de un individuo. De igual manera, a veces uno paga más por las cosas que obtiene que por nada. Me niego a sacar dinero de mi ciencia. Mi laurel (e = mc2) no está a la venta.
E.P: ¿Achacaría Ud. sus descubrimientos a la intuición?
Yo creo en la intuición e inspiración. Pero aunque a veces sienta que tengo razón, eso hay que demostrarlo. Por otro lado, todavía no sabemos ni siquiera lo que somos.
La imaginación es más importante que el conocimiento. Pues el conocimiento es limitado, y la imaginación rodea el universo.
E.P: ¿Cómo puedo tener yo una idea de lo que es su 4ª dimensión?
Imagina una escena en un espacio concreto: un hombre recostado en un banco. Un árbol está plantado cerca del banco. Imagina que el hombre quiere caminar desde el banco hasta una roca, que está al otro lado del árbol. El hombre nunca podrá alcanzar la roca, salvo caminando por delante y por detrás del árbol (espacio bidimensional).
Pero también puede alcanzar la roca a través de la tercera dimensión, por arriba o por abajo del árbol.
Ahora imagina a otro hombre sentado en el banco, en el mismo sitio que el primero. Como dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar al mismo tiempo, ese segundo hombre sólo puede haber llegado allí después que el primer hombre se moviera. O haber llegado antes que se moviera y sentara, por haberse movido en el tiempo hacia atrás.
El tiempo es la cuarta dimensión. De manera similar es posible explicar cinco, seis y más dimensiones, por ahora desconocidas. Muchos problemas de las matemáticas se simplifican asumiendo la existencia de más dimensiones.
E.P: ¿Deberíamos intentar descubrir esas dimensiones desconocidas?
Leer demasiado y usar poco el cerebro hace caer en hábitos perezosos de pensamiento. Y leer después de cierta edad también desvía la mente de las actividades creativas. Por otro lado, hoy el hombre pasa demasiado tiempo en el teatro, y se contenta con vivir de lo que hacen otros, en lugar de exprimir su propia vida.
E.P: ¿Cuál sería para Ud. el mayor de sus contemporáneos?
Yo no puedo contestar a esa cuestión, sin consultar antes una enciclopedia. Ni siquiera puedo discutir inteligentemente sobre los hombres que trabajan en mi propio campo.
E.P: ¿A quién considera Ud. el trabajador más inteligente en su propio campo?
No es justo distinguir individuos. En Alemania, considero que Schrodinger y Heisenberg son de especial importancia. Schrodinger ha descubierto la fórmula matemática que demuestra que toda la vida se mueve en oleadas. Heisenberg ha formulado una nueva definición de las magnitudes matemáticas. También está, por supuesto, Max Planck, el exponente de la teoría cuántica.
E.P: ¿Y en América?
En Estados Unidos, más que en ningún otro lugar, el individuo se pierde en los logros de muchos. América está empezando a ser el líder mundial en investigación científica. La beca americana es paciente e inspiradora. Los estadounidenses muestran una enorme devoción por la ciencia. Y esto no lo ve Europa, que considera a los estadounidenses como cazadores de dólares, que hacen ciencia sin pensar.
E.P: ¿Está el mundo progresando?
El único progreso que yo veo es el progreso en la organización.
E.P: ¿Qué nos diría de nuestro tiempo?
Nuestro tiempo es gótico en su espíritu. A diferencia del Renacimiento, no está dominado por personalidades destacadas. El siglo XX ha establecido la democracia del intelecto, y muchos hombres toman parte en los movimientos intelectuales. Pero es la época, más que el individuo, lo que importa.
Hoy en día no hay una personalidad dominante, como Galileo, Newton o los gigantes del siglo XIX. Hoy en día, el nivel general es lo que importa, y éste está mucho más alto que nunca en la historia. Pero hay pocos hombres cuya estatura los distinga inmediatamente de los demás.
E.P: ¿Cree Ud. que la humanidad evolucionará hacia el superhombre?
Si eso sucediera, tendrían que pasar antes millones de años. Y si no, fíjese en las abejas y hormigas y su adaptación a sus entornos. La naturaleza les quitó sus eones, y ellas tardaron bastantes miles de años en adaptarse a sus nuevos entornos.
La naturaleza tarda miles y millones de años en transmitir experiencias y características heredadas. Y los seres humanos, por desgracia, parecemos aprender mucho más lentamente que los insectos.
E.P: Entonces es usted oponente de Freud
De ninguna manera. No estoy preparado para aceptar todas sus conclusiones, pero considero que su trabajo es una contribución inmensamente valiosa a la ciencia del comportamiento humano.
E.P: ¿Ha leído Ud. el libro de Emil Ludwig sobre Jesús?
El Jesús de Ludwig es superficial. Jesús es demasiado colosal para la pluma de autores de frases, por ingeniosos que sean. Nadie puede apropiarse del Cristianismo, por muy buenos motivos que tenga.
E.P: Entonces acepta Ud. la existencia histórica de Jesús.
Incuestionablemente. Nadie puede leer el evangelio sin sentir la presencia actual de Jesús. Su personalidad persuade al mundo entero.
E.P: ¿Hasta qué punto está Ud. influido por el Cristianismo?
De niño recibí instrucción tanto en la Biblia como en el Talmud. Soy judío, pero me cautiva la figura luminosa del Nazareno.
E.P: ¿Y qué les diría a los que hablan del mito de Jesús?
Que no hay mito tan lleno de vida. ¡Qué diferente es la impresión que recibimos de los héroes legendarios de la antigüedad! Estos y otros héroes de su tipo, como Teseo, carecen de la auténtica vitalidad de Jesús.
E.P: Pero Lewisohn afirma, en uno de sus libros, que los dichos de Jesús parafrasean a otros profetas.
Ningún hombre puede negar el hecho de que Jesús existió, ni que sus dichos son hermosos. Incluso si algunos de ellos se han dicho antes, nadie los ha expresado tan divinamente como él.
E.P: ¿Confirma su Teoría de la Relatividad la cosmología de Santo Tomás de Aquino, como decía Chesterton?
No he leído todas las obras de Tomás de Aquino, pero estoy encantado de haber llegado a las mismas conclusiones que la mente integral de ese gran erudito católico.
* Albert Einstein Koch (Ulm 1879-Princeton 1955) fue doctor en física por la universidad de Zurich, profesor de las universidades de Leiden, Berna, Berlín y Princeton, inventor del efecto fotoeléctrico, equivalencia entre masa y energía y el campo cuántico unificado, así como el padre y fundador de la Teoría de la Relatividad especial (cuya fórmula e = mc2 descubrió con apenas 25 años de edad, siendo un simple becario de Berna) y Teoría de la Relatividad general (que publicó 10 años después, con su concepto de gravedad universal). Por todo ello y por el resto de sus aportaciones (innumerables aquí) ha pasado a la historia como el más grande científico de la historia de la humanidad, al romper el hermetismo físico de Newton y hacer ver al mundo la verdadera fórmula dinámica del universo.
Mercabá, artículos de Cultura y Sociedad
Reproducimos la entrevista concedida el 26 octubre 1929 por Albert Einstein* al periodista George Sylvester Viereck, para la semanal norteamericano The Saturday Evening Post. Entrevista seleccionada y traducida del inglés por el equipo de Mercabá. Ofrecemos también la versión completa y original inglesa, para todo el interesado en profundizar más.
E.P: ¿Se considera Ud. alemán, o judío?
Es bastante posible ser ambas cosas. Yo me veo a mí mismo como un hombre. El nacionalismo es una enfermedad infantil, es el sarampión de la humanidad.
E.P: ¿Se considera Ud. filósofo, o matemático?
Yo soy solamente un físico.
E.P: ¿Y qué le gustaría ser?
Si no fuera físico, probablemente sería músico. A menudo pienso en la música, vivo mis recuerdos con la música clásica, veo mi vida en términos de música.
E.P: ¿Significa su Teoría de la Relatividad que todo es relativo?
El significado de la relatividad se ha malinterpretado ampliamente. Los filósofos juegan con la palabra, como un niño con una muñeca. La relatividad, tal como yo lo veo, simplemente denota que ciertos hechos físicos y mecánicos, que han sido considerados como positivos y permanentes, son relativos con respecto a otros hechos ciertos en la esfera de la física y la mecánica. No significa que todo en la vida sea relativo, ni que tengamos el derecho de convertir al mundo entero en algo al revés, maliciosamente.
E.P: ¿Ha sacado Ud. partido a su teoría?
Mira. Yo podría aceptar un regalo de una comunidad. Pero no podría aceptar ese mismo regalo de un individuo. De igual manera, a veces uno paga más por las cosas que obtiene que por nada. Me niego a sacar dinero de mi ciencia. Mi laurel (e = mc2) no está a la venta.
E.P: ¿Achacaría Ud. sus descubrimientos a la intuición?
Yo creo en la intuición e inspiración. Pero aunque a veces sienta que tengo razón, eso hay que demostrarlo. Por otro lado, todavía no sabemos ni siquiera lo que somos.
La imaginación es más importante que el conocimiento. Pues el conocimiento es limitado, y la imaginación rodea el universo.
E.P: ¿Cómo puedo tener yo una idea de lo que es su 4ª dimensión?
Imagina una escena en un espacio concreto: un hombre recostado en un banco. Un árbol está plantado cerca del banco. Imagina que el hombre quiere caminar desde el banco hasta una roca, que está al otro lado del árbol. El hombre nunca podrá alcanzar la roca, salvo caminando por delante y por detrás del árbol (espacio bidimensional).
Pero también puede alcanzar la roca a través de la tercera dimensión, por arriba o por abajo del árbol.
Ahora imagina a otro hombre sentado en el banco, en el mismo sitio que el primero. Como dos cuerpos no pueden ocupar el mismo lugar al mismo tiempo, ese segundo hombre sólo puede haber llegado allí después que el primer hombre se moviera. O haber llegado antes que se moviera y sentara, por haberse movido en el tiempo hacia atrás.
El tiempo es la cuarta dimensión. De manera similar es posible explicar cinco, seis y más dimensiones, por ahora desconocidas. Muchos problemas de las matemáticas se simplifican asumiendo la existencia de más dimensiones.
E.P: ¿Deberíamos intentar descubrir esas dimensiones desconocidas?
Leer demasiado y usar poco el cerebro hace caer en hábitos perezosos de pensamiento. Y leer después de cierta edad también desvía la mente de las actividades creativas. Por otro lado, hoy el hombre pasa demasiado tiempo en el teatro, y se contenta con vivir de lo que hacen otros, en lugar de exprimir su propia vida.
E.P: ¿Cuál sería para Ud. el mayor de sus contemporáneos?
Yo no puedo contestar a esa cuestión, sin consultar antes una enciclopedia. Ni siquiera puedo discutir inteligentemente sobre los hombres que trabajan en mi propio campo.
E.P: ¿A quién considera Ud. el trabajador más inteligente en su propio campo?
No es justo distinguir individuos. En Alemania, considero que Schrodinger y Heisenberg son de especial importancia. Schrodinger ha descubierto la fórmula matemática que demuestra que toda la vida se mueve en oleadas. Heisenberg ha formulado una nueva definición de las magnitudes matemáticas. También está, por supuesto, Max Planck, el exponente de la teoría cuántica.
E.P: ¿Y en América?
En Estados Unidos, más que en ningún otro lugar, el individuo se pierde en los logros de muchos. América está empezando a ser el líder mundial en investigación científica. La beca americana es paciente e inspiradora. Los estadounidenses muestran una enorme devoción por la ciencia. Y esto no lo ve Europa, que considera a los estadounidenses como cazadores de dólares, que hacen ciencia sin pensar.
E.P: ¿Está el mundo progresando?
El único progreso que yo veo es el progreso en la organización.
E.P: ¿Qué nos diría de nuestro tiempo?
Nuestro tiempo es gótico en su espíritu. A diferencia del Renacimiento, no está dominado por personalidades destacadas. El siglo XX ha establecido la democracia del intelecto, y muchos hombres toman parte en los movimientos intelectuales. Pero es la época, más que el individuo, lo que importa.
Hoy en día no hay una personalidad dominante, como Galileo, Newton o los gigantes del siglo XIX. Hoy en día, el nivel general es lo que importa, y éste está mucho más alto que nunca en la historia. Pero hay pocos hombres cuya estatura los distinga inmediatamente de los demás.
E.P: ¿Cree Ud. que la humanidad evolucionará hacia el superhombre?
Si eso sucediera, tendrían que pasar antes millones de años. Y si no, fíjese en las abejas y hormigas y su adaptación a sus entornos. La naturaleza les quitó sus eones, y ellas tardaron bastantes miles de años en adaptarse a sus nuevos entornos.
La naturaleza tarda miles y millones de años en transmitir experiencias y características heredadas. Y los seres humanos, por desgracia, parecemos aprender mucho más lentamente que los insectos.
E.P: Entonces es usted oponente de Freud
De ninguna manera. No estoy preparado para aceptar todas sus conclusiones, pero considero que su trabajo es una contribución inmensamente valiosa a la ciencia del comportamiento humano.
E.P: ¿Ha leído Ud. el libro de Emil Ludwig sobre Jesús?
El Jesús de Ludwig es superficial. Jesús es demasiado colosal para la pluma de autores de frases, por ingeniosos que sean. Nadie puede apropiarse del Cristianismo, por muy buenos motivos que tenga.
E.P: Entonces acepta Ud. la existencia histórica de Jesús.
Incuestionablemente. Nadie puede leer el evangelio sin sentir la presencia actual de Jesús. Su personalidad persuade al mundo entero.
E.P: ¿Hasta qué punto está Ud. influido por el Cristianismo?
De niño recibí instrucción tanto en la Biblia como en el Talmud. Soy judío, pero me cautiva la figura luminosa del Nazareno.
E.P: ¿Y qué les diría a los que hablan del mito de Jesús?
Que no hay mito tan lleno de vida. ¡Qué diferente es la impresión que recibimos de los héroes legendarios de la antigüedad! Estos y otros héroes de su tipo, como Teseo, carecen de la auténtica vitalidad de Jesús.
E.P: Pero Lewisohn afirma, en uno de sus libros, que los dichos de Jesús parafrasean a otros profetas.
Ningún hombre puede negar el hecho de que Jesús existió, ni que sus dichos son hermosos. Incluso si algunos de ellos se han dicho antes, nadie los ha expresado tan divinamente como él.
E.P: ¿Confirma su Teoría de la Relatividad la cosmología de Santo Tomás de Aquino, como decía Chesterton?
No he leído todas las obras de Tomás de Aquino, pero estoy encantado de haber llegado a las mismas conclusiones que la mente integral de ese gran erudito católico.
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* Albert Einstein Koch (Ulm 1879-Princeton 1955) fue doctor en física por la universidad de Zurich, profesor de las universidades de Leiden, Berna, Berlín y Princeton, inventor del efecto fotoeléctrico, equivalencia entre masa y energía y el campo cuántico unificado, así como el padre y fundador de la Teoría de la Relatividad especial (cuya fórmula e = mc2 descubrió con apenas 25 años de edad, siendo un simple becario de Berna) y Teoría de la Relatividad general (que publicó 10 años después, con su concepto de gravedad universal). Por todo ello y por el resto de sus aportaciones (innumerables aquí) ha pasado a la historia como el más grande científico de la historia de la humanidad, al romper el hermetismo físico de Newton y hacer ver al mundo la verdadera fórmula dinámica del universo.