Nuevas acusaciones contra el papa Francisco y su protegido, el obispo Gustavo Zanchetta aparecieron en Argentina.
Zanchetta se jubiló en agosto en 2017 como obispo de Orán, por “razones de salud”. Inmediatamente después, Francisco creó para él un nuevo puesto en la Administración del Patrimonio de la Santa Sede.
Ahora, El Tribuno de Salta escribió que Zanchetta fue removido porque su propios clérigos lo acusaron de abusos homosexuales y de abuso de poder contra sus propios seminaristas, que tenían entre 20 y 25 años.
Zanchetta está bajo sospecha también de haber trasladado a tres sacerdotes denunciantes, quienes habían informado al nuncio del abuso sexual de tres seminaristas y del abuso de poder contra otros diez seminaristas entre el 2014 y el 2015.
El nuncio en ese momento, el arzobispo suizo Emil Paul Tscherrig, no actuó. Francisco lo promovió en setiembre de 2017 como nuncio en Italia.
Zanchetta está acusado también de haber comprado el silencio de sacerdotes utilizando fondos diocesanos para darles dinero, ropas y computadoras. Los seminaristas abusados fueron silenciados con un par de zapatillas, una notebook o ropas importadas.
Los abusos incluyeron supuestamente masturbación, toqueteos, presión psicológica y de poder, extorsionando a los seminarios o estimulándolos con regalos.
Una muestra de evidencia enviada al nuncio incluyó presuntamente fotos de Zanchetta desnudo, algunas veces acompañado por otro varón. Ellas fueron intercambiadas en una página web pornográfica.
Es claro que el papa Francisco era plenamente consciente de los abusos permanentes en Orán.
Zanchetta estuvo entre los primeros obispos nombrados por el papa Francisco. Ellos están viviendo juntos ahora en la Casa Santa Marta.