La homosexualidad es buena porque forma parte del “plan de Dios”, ha asegurado en la televisión maltesa el canonista padre Kevin Schembri, ‘hombre’ del arzobispo Charles Scicluna.
En un programa de la televisión maltesa, Xarabank, el padre Kevin Schembri, profesor de Derecho Canónico en la Universidad de Malta, hizo una asombrosa revisión de la visión católica de la homosexualidad al asegurar, entre otras cosas, que Dios creó gente con “diferentes orientaciones sexuales” y que, por tanto, ser homosexual “no puede ser algo malo, porque él lo creó”, informa Edward Pentin en el National Catholic Register.
Recordemos que el arzobispo Scicluna, del que depende Schembri y cuyas declaraciones debemos creer que aprueba, es el encargado por el Papa Francisco para liderar la lucha contra los abusos sexuales entre el clero.
Las declaraciones de Schembri no tienen desperdicio, y no se agotan en un mero titular. He aquí parte de lo que dijo:
“Ser gay no puede ser algo malo, porque Él los creó. Dios los creó y los creó en Su plan (…). ¿Quién creó a los gays? Seguramente no cayeron del cielo (…). Dios, en su creación, quiso la diversidad. Creó diferentes razas, creó personas con diferentes colores de piel. También creó personas con diferentes orientaciones sexuales. Y también creó los diferentes sexos: creó a los hombres y creó a las mujeres. Así nos creó Dios. Dios creó a todos, y Dios vio que todo era muy bueno cuando Él lo creó (…). Si Dios te creó de esta manera, ¿cómo puede la Iglesia ir en contra de Dios? La Iglesia existe para servir a Dios, no para decirle que Él hizo algo malo y que voy a cambiarlo por ti”.Es decir, no es fácilmente interpretable en ningún otro sentido, como en la perogrullada de que Dios creó a personas que resultan ser homosexuales, o que en sí mismas las inclinaciones homosexuales no son un mal moral. No: Dios no solo creó a los homosexuales, sino que los creó homosexuales y los quiere homosexuales. Lo de “objetivamente desordenado” del Catecismo empieza a sobrar para todos los representantes de la ‘renovación’.
Y, naturalmente, si Dios creó la homosexualidad como parte esencial de la persona y, en consecuencia, es buena, la inmoralidad de las relaciones homosexuales habrá que revisarla a continuación, es inevitable. Y en esto el padre Schembri es sólo un poco más cauto, no demasiado, cuando el entrevistador le confronta con las claras condenas contra la sodomía en la Biblia. Dice Schembri:
“En la Iglesia Católica no vemos la Biblia sólo como lo que está escrito, sino también cómo se desarrolló en la enseñanza de la Iglesia, incluso a medida que se formó a lo largo de los siglos. Después de todo, la Biblia no cayó del cielo (…). Una relación homosexual es lo mismo que una heterosexual (…). Los gays pueden tener una relación de amor cuando es una relación sincera y de amor, tanto como entre parejas heterosexuales”.
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Carlos Esteban
