El papa Francisco toma “con sentido del humor” la acusación que él es [supuestamente] un hereje, dijo el 28 de mayo a la emisora mexicana Televisa.
La acusación de herejía fue dirigida directamente contra él por la Carta de Abril de más de ochenta eruditos cuyas exhortaciones y súplicas Francisco ha dejado de lado durante años.
Pero ahora él declara graciosamente que la carta no lo “lastimó”, a diferencia de la “hipocresía y mentiras”.
Pero después Francisco perdió rápidamente su gracia y agravió a los firmantes como “equivocados”, “pobres personas” y “manipulados”. Así evitó contestar sus argumentos.