En Abu Dhabi, Francisco firmó un documento en el que se declara que las religiones que contradicen a Cristo son "queridas por Dios".
Privadamente, Francisco corrigió dos veces esta afirmación, una vez durante la visita Ad Limina de Schneider, el 1 de marzo, y luego en una carta a Schnedier datada el 5 de marzo.
Francisco señaló que él significó solamente la "voluntad permisiva" de Dios, no su "voluntad positiva". Schneider le pidió a Francisco, en una carta datada el 25 de marzo, que repitiera esta explicación en público.
Como consecuencia de ello, Francisco dijo en la audiencia general del 3 de abril que la voluntad permisiva de Dios permite que existan diferentes religiones.
Schneider llama a esto una “pequeña mejora”, pero critica que Francisco evitó una referencia a Abu Dhabi y no declaró que el cristianismo es la única religión positivamente querida por Dios.
Él advierte que la afirmación de Francisco erosionará además la fe en la unicidad de Cristo. Es por eso que Schneider aplica a Francisco las duras palabras de san Pablo:
"El que te anuncia otro evangelio que contradiga lo que hemos proclamado, sea anatema" (Gal 1, 9).