Kräutler ha hablado recientemente para la cadena austriaca ORF y en una conferencia, y en ambos foros ha asegurado que ordenar diaconisas podría ser un primer paso para que las mujeres acaben siendo sacerdotisas de la Iglesia católica, informa LifeSiteNews.
«El hecho es que nuestras 800 parroquias [se refiere a la Diócesis de Xingu, en Brasil, de la que es obispo emérito] están dirigidas por laicos, y dos tercios incluso por mujeres», dijo. El sacerdote «viene solo dos o tres veces al año, y esto lo considero un escándalo». Estas parroquias tienen la Liturgia de la Palabra, pero no la Sagrada Eucaristía.“Cuando dos tercios de estas parroquias son dirigidas por mujeres -continuó-, ¿por qué no pueden ellas también obtener la ordenación y presidir los domingos la Sagrada Eucaristía? ¿Debe un hombre [sacerdote] venir y apartar a la mujer, a pesar de que lleva años dirigiendo la parroquia con competencia y mucha empatía?».
Preguntado por la naturaleza de la ordenación que tenía en mente, Kräutler respondió: “al menos el diaconado femenino, eso es lo que esperamos en el sínodo de Amazonia. El primer grado de las órdenes sagradas. Y luego ya veremos».
Kräutler encuentra realista ese escenario, confiando en que el Papa deje la decisión en manos de obispos individuales o conferencias de obispos. Cuando el periodista le preguntó por qué, durante su labor como obispo en Xingu, había tan pocas vocaciones en su diócesis, el prelado austriaco respondió que «la verdadera razón es el celibato». Explicó que ordenó «algunos sacerdotes», pero la mitad de ellos más tarde dejaron el sacerdocio debido al celibato.
Kräutler, que no tiene problemas para imaginar sacerdotes casados en un futuro próximo también en Occidente, se define como un teólogo de la liberación y afirma que este enfoque es «íntimamente bíblico» (?) y que se trata de «ayudar a los pobres y a los que están excluidos».
En su reciente charla en Dornbirn, Austria, Kräutler aseguro que la prueba para saber si el sínodo ha sido o no un éxito será el diaconado femenino. “En la Iglesia tenemos un arriba y un abajo. Y esto no es lo que Jesús quiso decir. Jesús emancipó a las mujeres”.
Carlos Esteban