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miércoles, 9 de enero de 2019

McCarrick será sentenciado por Roma antes de la cumbre episcopal contra los abusos (Carlos Esteban)



Roma quiere liquidar el caso McCarrick antes de que se inicie la reunión episcopal dedicado a la pederastia clerical, y para ello empleará un procedimiento abreviado que con toda probabilidad concluirá despojándole del ministerio sacerdotal

Los procesos vaticanos parecen moverse a trompicones últimamente, en espasmos; un mismo asunto puede estar parado durante años y, de repente, se acelera todo para resolverlo deprisa y corriendo. 

Tomen el caso McCarrick. El hombre ha llevado una fulgurante carrera eclesiástica que ha compatibilizado sin problemas con acosos, abusos y conductas homosexuales con seminaristas, sacerdotes y algún menor ocasional a lo largo de medio siglo. Y en todo ese tiempo llegaban a Roma noticias, denuncias, rumores e informes, sin que nadie moviera un dedo.

Entre los suyos todos lo sabían. Bien, respetemos la presunción de inocencia de sus pupilos y colegas más cercanos, como Farrell, Cupich, Wuerl o Tobin, todos los cuales se mostraron sorprendidísimos de lo que era ‘vox populi’ en escalones mucho más bajos, entre el clero, los seminaristas y un puñado de periodistas especializados.

Roma sabía, por supuesto. Benedicto llegó a tomar alguna medida sobre la que existe mucha polémica, más que nada por contradecir a Viganò, que habló específicamente de una ‘sanción’ al cardenal. Pero incluso Ouellet en su funesto ‘desmentido’ a Viganò admite la mayor, como no podía ser de otra forma: la Curia conocía, al menos, los pecadillos no necesariamente criminales de McCarrick y con el anterior Papa se le pidió que mantuviera un perfil bajo. Oficialmente, era un prelado en el retiro y la Iglesia no precisaba ya de él.

Pero Francisco no pensaba igual. Francisco, como hemos visto por enésima vez con el caso Zanchetta, parece tener imán para los clérigos con debilidades manifiestas, ya sean de orden financiero, ya de orden carnal. También tiene una marcada querencia hacia los que caminan en la cuerda floja de la ortodoxia doctrinal, más aún si han sido censurados o sancionados de alguna forma por Papas anteriores. Pero ahora hablo de los otros, de los que los italianos llaman ‘ricattabili’.

Así que Francisco ignoró la decisión de Benedicto, pasó por alto las libertades que se tomaba el entonces cardenal en su casa de la playa con seminaristas y empezó a emplearle en delicadísimas misiones vaticanas por todo el mundo. Entonces saltó el escándalo -Dolan, de Nueva York, soltó la liebre- y ya hubo que actuar, privándole del capelo cardenalicio que, para lo que había hecho, equivalía a ponerle unos minutos de cara a la pared. E, imagino, en Roma debieron suponer que con eso cerraban el asunto; no había demasiada prisa por iniciar el proceso.

Pero eso era entonces, y estamos en el ahora, tras unos ‘menses horribiles’ en que parecen haberse desatado todas las furias del infierno. El encubrimiento de abusos (homo)sexuales de clérigos no puede, a su vez, seguir encubriéndose, menos en un pontificado que se ha iniciado proclamando ‘tolerancia cero’ en esa cuestión.

Hay previsto para el próximo mes una reunión episcopal excepcional para tratar este asunto de una vez por todas, aunque dudamos que elegir al cardenal Cupich de Chicago, uno de los ‘recomendados’ de McCarrick, para organizar el evento transmita un mensaje de seriedad y determinación en este sentido. Sea como fuere, Roma quiere tener liquidado el asunto McCarrick antes de que empiece, y de ahí las prisas: el cardenal, nos informa Ed Condon en CNA, no será sometido a un proceso eclesiástico penal, sino a una versión acelerada llamada ‘proceso penal administrativo’. No habrá, propiamente hablando, juicio a McCarrick.

Eso significa que la culpabilidad del cardenal está, a ojos de Roma, probada más allá de toda duda razonable, y la consecuencia será probablemente, como adelanta Cameron Doody en Religión Digital, la secularización del todavía arzobispo emérito de Washington.

Carlos Esteban

Un inminente motu proprio podría dejar sin cargo al arzobispo Gänswein, informa Tosatti (Carlos Esteban)



Fuentes fiables citadas por el vaticanista Marco Tosatti en su blog, Stilum Curiae, aseguran que el Papa prepara un motu proprio para liquidar la prefectura de la Casa Pontificia, que ocupa el arzobispo alemán Georg Gänswein, secretario y confidente de Benedicto XVI

Fuentes vaticanas de toda solvencia han revelado al veterano vaticanista italiano Marco Tosatti -el hombre que ayudó a editar el celebérrimo Testimonio Viganò- que se prepara para pronto, si no para ya, la promulgación de un motu proprio que liquidaría la Prefectura de la Casa Pontificia, que actualmente ocupa George Gänswein, secretario también de Benedicto XVI y quien se ocupa de él en su retiro vaticano.

La Casa Pontificia es el organismo que gestiona las audiencias papales, al menos las que no dependen de la Secretaría de Estado o son directamente gestionadas por la secretaría del propio Papa. Se supone que esta prefectura, de confirmarse la noticia, pasaría a ser un departamento dependiente de la sección primera de la Secretaría de Estado, la que se ocupa de asuntos interno, perdiendo así su autonomía.

Para Gänswein se prevé un nuevo puesto: secretario de la Congregación para la Causa de los Santos, a las órdenes del cardenal Angelo Becciu. El secretario actual, Marcello Bartolucci, nombrado por Benedicto, cumple el próximo 9 de abril 75 años, la edad prevista para presentar la dimisión formal que luego es o no aceptada por el pontífice de acuerdo a su propio criterio.

Un detalle curioso es que, hasta 2017, ha sido la Prefectura de la Casa Pontificia la encargada de proporcionar los datos relativos a todos los actos que contaban con la presencia del Papa, empezando por el número de asistentes espontáneos. A nadie se le oculta -ahí están las fotografías para demostrarlo- que lleva tiempo siendo tema de preocupación la caída en las cifras de asistentes a las audiencias y actos públicos de Francisco, no sólo con respecto a los equivalentes protagonizados por su antecesor, Benedicto XVI, sino también de un año con respecto al anterior. El goteo a la baja no hay quien lo detenga.

Pero, y aquí viene lo intrigante, no se han proporcionado datos numéricos con respecto a 2017. Consultados por el propio Tosatti sobre esta anomalía, las autoridades aseguraron en septiembre que se publicarían las cifras, pero el año acabó y todo es silencio. 

No es descabellado especular que las cifras, como parecen confirmar las imágenes tanto de audiencias como de viajes, no son muy halagüeñas, y el Vaticano quiere evitar comparaciones y polémicas, especialmente en el momento delicado que vive la Iglesia.

Carlos Esteban

Discurso del Papa Francisco a la Curia romana en las Navidades de 2018 (7) [LA VERDAD NO PUEDE CAMBIARSE] (José Martí)























FRANCISCO - Está claro que, ante estas abominaciones, la Iglesia no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes. (...) En el próximo mes de febrero, la Iglesia reiterará su firme voluntad de continuar, con toda su fuerza, en el camino de la purificación.
Me pregunto por qué hay que esperar tanto (seis meses) cuando el problema se ha detectado "de modo público" y es bien conocido desde el 26 de agosto del pasado año de 2018, a raíz del testimonio Viganò (quien hizo una petición a la que todavía no ha respondido Francisco).  ¿Por qué impedir al Presidente de la Conferencia Episcopal de los EEUU, monseñor Dinardo, que investigue? Todo ello da lugar a que la duda y la inseguridad cobren forma en el pueblo cristiano. 

Cuando no se habla con sencillez y se ponen pegas al descubrimiento de la verdad, adornándolo con "bellas" palabras, es señal de que nos encontramos ante algo que está fallando en la Iglesia (¡algo, además, muy importante!) ... aunque expresándome con más rigor, debería decir que algo muy grave está sucediendo con algunos de los miembros de la Iglesia [puesto que la Iglesia, en sí, es pura, santa e inmaculada, como Cuerpo Místico de Cristo que es]. Por desgracia, son muchos los "miembros" de la Jerarquía, elegidos adrede por Francisco, a quienes se les ha otorgado un gran poder de decisión en cuestiones esenciales para la vida de la Iglesia.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              
FRANCISCO - La Iglesia se cuestionará, valiéndose también de expertos, sobre cómo proteger a los niños; cómo evitar tales desventuras, cómo tratar y reintegrar a las víctimas; cómo fortalecer la formación en los seminarios (...)

Habría que tener aquí muy en cuenta que uno de los males que afligen al clero es el de la homosexualidad ... lo cual no se nombra. Tal vez ése sería el camino correcto a seguir. Una persona homosexual no debería ser ordenada nunca como sacerdote, pues puede hacer mucho daño. Por otra parte, no debería consentirse (y, sin embargo, se hace) que determinadas asignaturas, impregnadas en su contenido de ideología de género, estuviesen permitidas en algunos colegios "religiosos": esto es algo realmente difícil de entender - por no decir imposible- en una enseñanza católica. Una auténtica formación de los seminaristas pasaría por volver al estudio de la filosofía y teología de santo Tomás de Aquino, tan aconsejado por los Papas anteriores al Concilio Vaticano II (e incluso, por el propio papa Juan XXIII, en su encíclica "veterum sapientia", la cual no se llevó a la práctica. El estudio del latín así como la vuelta a la Misa Tradicional, en latín, podría ayudar muchísimo en la formación de los futuros sacerdotes y contribuir, de un modo efectivo, a la unidad de la Iglesia, al utilizar todos los sacerdotes del mundo el mismo lenguaje, es decir, el latín, que es el idioma oficial de la Iglesia.

FRANCISCO - Incluso si se tratase sólo de un caso de abuso ―que ya es una monstruosidad por sí mismo― la Iglesia pide que no se guarde silencio y salga a la luz de forma objetiva, porque el mayor escándalo, en esta materia, es encubrir la verdad.

Ciertamente es un escándalo encubrir la verdad ... pero no sólo en esta materia: en todo cuanto haga referencia a la verdad, la Iglesia debe de intervenir, pues ésa es su misión, la misma que la de su Maestro, quien respondió a Pilato cuando éste le preguntó si es que era rey:  "Tú lo dices: Yo soy Rey. Yo para esto he nacido y para eso he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz" (Jn 18, 37). 

Francisco habla de no encubrir la verdad, y sin embargo ... 

- ¿Acaso no ha encubierto él la verdad en Amoris Laetitia, admitiendo la posibilidad de que los divorciados vueltos a casar puedan recibir la sagrada comunión? 
- ¿Acaso no ha encubierto la verdad en su acuerdo secreto con China, que penaliza más aún (y traiciona) a los católicos chinos, con la agravante de haber retirado la excomunión a los obispos que no son fieles a Roma sino al Partido Comunista Chino? 
- ¿Acaso no ha encubierto también la verdad desde el momento en el que ni siquiera contestó a las Dubia de los cuatro cardenales  ni los recibió después de su humilde petición ... mientras que sí recibe, con sonrisas y abrazos, a comunistas, masones,  judíos, musulmanes, homosexuales declarados, etc...? 

¿No decía Jesús que no está bien tomar el pan de los hijos y dárselo a los perrillos? (Mt 15, 26) Primero son los hijos de la Iglesia, los que están bautizados ... y máxime si son sacerdotes, obispos o cardenales. Éstos son quienes merecen primero la atención del Santo Padre, pues eso es lo que ocurre en cualquier familia: los padres cuidan primero de sus hijos y luego, en segundo lugar, se ocupan o pueden ocuparse,  de los demás, de los que no son sus hijos. 

Para Francisco, sin embargo,  parece que  los "extraños" son sus hijos: en particular, los que se mantienen fieles al legado recibido de los Apóstoles y del Magisterio y la Tradición de la Iglesia. Para ellos,  desde que comenzó su Pontificado, el 13 de marzo de 2013, sólo hay ataques, tachándolos de hipócritas e insultándolos de mil y una maneras ...  y, en cambio, se desvive por los musulmanes, los ateos, los rabinos, los indígenas, los masones, los protestantes, etc ... ¡no para intentar convertirlos sino para bendecirlos y dejarse bendecir por ellos! Éstas son sus palabras:

Los que son cristianos, con la Biblia, y los que son musulmanes con el Corán, con la fe que recibieron de sus padres. Dios es un solo: el mismo.

¿Dónde queda aquello que dijo San Pedro, hablando de Jesucristo: "En ningún otro hay salvación, pues ningún otro Nombre hay bajo el cielo, dado a los hombres, por el que podamos salvarnos" (Hech 4, 12). Pero no. Francisco habla con su "amigo" ateo Scalfari y le dice que no pretende convencerle y que el proselitismo es una solemne tontería. 

Entonces, ¿a quién le hacemos caso: al papa número 1, que es San Pedro, o al papa número 266, que es Francisco? ¿Quién es más fiel a la Doctrina contenida en el Evangelio? ¿Puede acaso Francisco contradecir a Pedro? ¿Puede el magisterio actual ir en contra del magisterio anterior? Sabemos que no. De ser así, no habría magisterio alguno. Pues por la misma regla de tres, el magisterio de hoy sería falso con relación al magisterio de mañana. 

Estos "cambios", que son mutaciones y no desarrollo de la doctrina- son contrarios al sentir de la Iglesia de toda la vida. El Maligno se ha infiltrado en la Iglesia muy hábilmente ... y será muy difícil arrojarlo fuera. Pero la victoria final es de Jesús. Lo diga quien lo diga -no importa que sea el mismo Papa- la Verdad no es cambiable, pues Jesucristo es la Verdad (Jn 14, 6) y "Jesucristo es el mismo ayer y hoy y lo será siempre" (Heb 13, 8). De eso estamos completamente seguros. San Pablo es muy claro: "Aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!" (Gal 1, 8) ... Pues eso.


José Martí (continuará)

NOTICIAS VARIAS 8 de enero de 2019



INFOVATICANA

El Papa Francisco en la Sala Regía: populismos, calentamientos, inmigrantes y las glorias pasadas, Barbarin y Roma, la media luna abraza la cruz. (Specola)

El Vaticano y la Fraternidad San Pío X: Perspectivas para el 2019


INFOCATÓLICA

(528) Reyes Magos, estrella... Hechos históricos del Evangelio (José Mª Iraburu)

Histerectomía: la Congregación para la Doctrina de la Fe se contradice (Muy buen artículo)

 Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela: el gobierno de Maduro «se ha hecho ilegítimo y moralmente inaceptable». 

 El Abad de Solesmes dice que el futuro de los restos de Franco depende más de la familia que de los monjes 

ADELANTE LA FE

 Los masones se unen a la petición del Papa Francisco 

 Los anti- santos: ¿«santas» feministas?

GLORIA TV NEWS

 Ciudadanía de cardenal chileno fue revocada 

Francisco afirma que hay comunión plena con “todos” los obispos del régimen chino

Cardenal Müller califica de “charlatanería” a la teoría del clericalismo de Francisco

 Opus Dei pagó un millón de dólares por presunto manoseo 

Monseñor Gustavo Oscar Zanchetta: obispo argentino con piel de lobo

SECRETUM MEUM MIHI

Activistas instan al Papa a despedir a algunos obispos polacos por no denunciar abusos

Signo de los tiempos: patriarca Kirill dice que los teléfonos inteligentes preceden al Anticristo

Todos los masones del mundo se unen a la petición del Papa por la fraternidad entre personas de diversas religiones

Opus Dei compensó a víctima de sacerdote con casi un millón de dólares, pero nunca lo echó

Obispo mexicano Raúl Vera celebrará en Catedral una misa organizada por un grupo lobista pro-gay

Selección por José Martí

Brandmüller: el vínculo entre homosexualidad y abusos clericales está “estadísticamente probado” (Carlos Esteban)



El cardenal alemán Walter Brandmüller, uno de los dos supervivientes de los cuatro que presentaron sus Dubia al Papa, vuelve a ser objeto de críticas por reiterar lo obvio: los números prueban que existe realmente una relación entre la homosexualización del clero y la crisis de los abusos que vive la Iglesia.

“En el 80% de los casos de abusos en el entorno clerical, la víctima era un adolescente varón, no un niño”, ha vuelto a insistir el cardenal alemán Walter Brandmüller, en declaraciones a la agencia alemana Deutsche Presse Agentur (DPA). Eso prueba “estadísticamente”, añade, que existe una vinculación entre abuso y homosexualidad. De las declaraciones de Brandmüller se han hecho inmediato eco los grandes medios alemanes, informa Maike Hickson en LifeSiteNews, como Der Spiegel, Die Bild, Der Stern, Die Welt e incluso la web informativa de la Conferencia Episcopal Alemana, Katholisch.de.

Brandmüller denuncia la “hipocresía” de la opinión pública secular al fingir escándalo ante los casos aparecidos en prensa sobre sacerdotes pederastas, ya que “lo que sucede con los abusos en la Iglesia Católica no es distinto a lo que sucede en la sociedad en general”, no es en absoluto un fenómeno típicamente católico. Lo verdaderamente escandaloso, añade, es que la Iglesia no sea en esto diferente al mundo.

“Nada más alejado de la realidad que olvidar o elidir el hecho de que el 80% de los casos de abusos en el entorno eclesial implicaba a varones adolescentes, no niños”. Esa es una de las razones por las que, en la firme opinión del cardenal, los homosexuales no deberían ordenarse sacerdotes

“No solo es difícil superar una inclinación homosexual, sino que los sacerdotes tienen que ser padres. Quien emocionalmente no tiene la capacidad de desarrollar un amor humano normal y de asumir la responsabilidad de una familia encontrará del mismo modo dificultades como sacerdote”.

“Qué modo tan penoso de relativizar la culpa y difamar a los homosexuales por parte de la Iglesia Católica”, tuiteó desde su cuenta el director de Die Welt, Ulf Poschardt. Dentro de la Iglesia, el inefable ‘apostol de los LGTBI’, el mediático jesuita James Martin, no podía tampoco dejar pasar la ocasión de comentar: “Una vez más, falso. Ni la homosexualidad (ni el celibato) causan abuso. La mayor parte de los casos de abusos sexuales se producen en las familias, y nadie dice que la heterosexualidad (o el matrimonio) causen abusos. Estas declaraciones no llevan a soluciones, sino solo a más homofobia”.

¡Y pensar que hubo un tiempo en que los jesuitas eran famosos por su brillante argumentación! Martin tergiversa de un modo bastante inhabil. La homosexualidad, naturalmente, no causa por sí sola el abuso, y tampoco es eso lo que ha dicho Brandmüller, sino un conveniente ‘hombre de paja’: el cardenal ha hablado de que existe una relación, y esto parece innegable, dados los números. Si la homosexualidad en la población general se mueve, según todos los estudios recientes, por debajo del 5% y los casos de abusos homosexuales entre los conocidos entre el clero representan el 80% del total, una de dos: o la proporción de homosexuales en el sacerdocio es demencialmente más elevada que en la población general, hasta el punto de poder hablarse de ‘infiltración’, o debe de haber algún factor en la homosexualidad que predispone de forma más acentuada al abuso.

Eso, naturalmente, está lejos de significar que todos, o siquiera una mayoría de sacerdotes homosexuales abusen sexualmente de nadie. De igual modo, comparar a la población homosexual con la heterosexual en cuanto mayor o menor incidencia de abusos sexuales es tener una nula comprensión de las magnitudes relativas o, más probablemente, manipular de forma deliberada.

Carlos Esteban

Yobana Carril desmonta la VIOLENCIA DE GÉNERO


Duración 14:40 minutos