Viganò informa que los italianos tienen miedo del coronavirus y que las góndolas en los supermercados se están vaciando.
Fue a confesarse y fue recibido solamente porque es sacerdote. Para los fieles, las puertas de las Iglesias están cerradas.
Personalmente, está cada vez más atraído por el latín y celebra Misa a las 7:30 horas, después de las oraciones de Maitines y Laudes, según el Rito Ambrosiano original de la arquidiócesis de Milán, donde él nació.
Él reza para que Francisco “sea Pedro” [extraña redacción], se arrepienta de toda deficiencia y confirme a sus hermanos en la fe de todos los tiempos.