Que sepamos, naturalmente, porque las fuentes de la Santa Sede no son exactamente transparentes. Pero parece que se ha producido un segundo caso de contagio en el diminuto Estado Vaticano, donde Su Santidad sigue recibiendo y estrechando manos.
Se trataría de un empleado del Gobernotato del Estado de la Ciudad del Vaticano, concretamente de la oficina tránsito de mercancías, la aduana ubicada dentro de la estructura del edificio ferroviario, actualmente cerrada al público pero con empleados que aún operan dentro. El empleado, que se presentó a trabajar hasta el 4 de marzo, dio positivo mientras estaba fuera del estado y está hospitalizado en el Hospital Spallanzani en Roma que se encuentra en territorio italiano donde las noticias no pueden ser encubiertas.
Estaba en Italia y se sometió a exámenes médicos. Por lo tanto, la parte interesada habrá presentado el certificado médico a los superiores y permanecerá en su hogar en cuarentena, informa nuestro Specola.
El Vaticano es potencialmente un polvorín vírico. Aunque la actividad se ha reducido considerablemente y las visitas turísticas han desaparecido por completo, vemos a Su Santidad reuniéndose con prelados y embajadores, sin que se vean guantes ni mascarillas. Y estamos hablando, por lo demás, de un ‘Estado’ de gran densidad de población con una población de absoluto riesgo, ya que la edad media de los monseñores es muy elevada.
Carlos Esteban