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martes, 19 de mayo de 2020

El Vaticano promueve la apostasía y una religión global



“En comunión con el Papa Francisco[1], la Conferencia Episcopal Argentina hace suya e invita cordialmente a unirse a Líderes y Comunidades Religiosas presentes en nuestro país, a la Oración por la Humanidad a realizarse el próximo 14 de mayo.”

Así reza el comunicado[2] de la Conferencia Episcopal Argentina del 5 de mayo relativo a la invitación de Francisco a unirse a la propuesta[3] efectuada por el Alto Comité para la Fraternidad Humana[4] de dedicar esa jornada a la oración y al ayuno, a fin de que Dios ponga un término a la “pandemia”[5] que supuestamente azota a la humanidad. El comunicado cita el mensaje de Francisco[6]:
“He aceptado la propuesta del Alto Comité para la Fraternidad Humana para que el próximo 14 de mayo creyentes de todas las religiones se unan espiritualmente en un día de oración, ayuno y obras de caridad para implorar a Dios que ayude a la humanidad a superar la pandemia del coronavirus.”
Al decir que “acepta” la propuesta del “Alto Comité”, Bergoglio nos toma por tontos. Expliquémonos. ¿Qué es ese “Alto Comité”? Es un organismo formado[7] en agosto de 2019, a instancias de Francisco y del Gran Imán Ahmed Al-Tayeb, para promover los objetivos contenidos en el Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común, firmado por ambos en febrero de 2019 en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, y presidido por el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.

La misión de dicho “Comité” es la de implementar la nueva religión global de la “Fraternidad Humana” concebida por Bergoglio, quien utiliza hábilmente al Gran Imán como partenaire para despistar un poco, evitando que la atención se focalice exclusivamente en él y en el Vaticano. Y por cierto, qué mejor que un miembro de la numerosa y acaudalada comunidad islámica para empezar a reclutar “creyentes” de otras “tradiciones religiosas”, y dar así visos de credibilidad y de legitimidad a su plan de religión global.

En dicho documento[8] puede leerse lo siguiente: “El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos.” Lo cual es no solamente falso, sino, sobre todo, herético y blasfematorio.[9]

Poco tiempo después, el 5 de septiembre, en Maputo, capital de Mozambique, con motivo de un encuentro interreligioso, Francisco repetiría la misma blasfemia:
“Gracias por estar presentes las distintas confesiones religiosas. Gracias por animaros a vivir el desafío de la paz y a celebrarla hoy juntos como familia; también a aquellos que sin ser parte de alguna tradición religiosa estáis participando. Es hacer la experiencia de que todos somos necesarios, con nuestras diferencias, pero necesarios. Nuestras diferencias son necesarias.”[10]
El “Alto Comité” tuvo su primera reunión oficial en Nueva York, en septiembre del año pasado. Cito la página web del organismo:

“El 20 de septiembre de 2019, los miembros del Comité Superior de Fraternidad Humana se reunieron con líderes religiosos, políticos y sociales para comenzar nuestro viaje interreligioso hacia un futuro más pacífico para todos. Esta Celebración de la Fraternidad Humana se centró en la curiosidad y el diálogo como un medio para promover la aceptación y la tolerancia entre las personas de buena voluntad con diferentes creencias, culturas y tradiciones. Este evento fue sólo la primera Celebración de la Fraternidad Humana. A medida que el Comité Superior de Fraternidad Humana continúe su trabajo para realizar las aspiraciones del Documento sobre Fraternidad Humana, los eventos y actividades futuras involucrarán a líderes y audiencias adicionales en todo el mundo.”[11]

Veamos ahora lo que dice el “Alto Comité” -es decir, Bergoglio, a través de su paje, el cardenal Ayuso- en su “Llamamiento a la oración” del 2 de mayo:
“Para alcanzar los objetivos del Documento de Fraternidad Humana, el Comité Supremo propone el próximo jueves 14 de mayo, como un día de oración y súplica por la humanidad. El Comité llama a todos los líderes religiosos y personas de todo el mundo a responder a este llamamiento humanitario y acudir al Todopoderoso con una sola voz para preservar a la humanidad, ayudarla a superar la pandemia y restablecer la seguridad, la estabilidad, la salud y el desarrollo, para hacer nuestro mundo, después de la finalización de esta pandemia, más humano y fraterno que nunca.”[12]
En cuanto al fondo, la idea subyacente es la misma de Juan Pablo II al convocar las “Jornadas interreligiosas de Asís”, esto es, que todas las “religiones”, de suyo, son medios válidos y eficaces para dirigirse a Dios, puesto que el “Espíritu” obra en ellas.

Para ilustrar esto, cito lo que dijo en su Audiencia General del 9 de septiembre de 1998:
“De esta apertura primordial del hombre con respecto a Dios nacen las diferentes religiones. No pocas veces, en su origen encontramos fundadores que han realizado, con la ayuda del Espíritu de Dios, una experiencia religiosa más profunda. Esa experiencia, transmitida a los demás, ha tomado forma en las doctrinas, en los ritos y en los preceptos de las diversas religiones. En todas las auténticas experiencias religiosas la manifestación más característica es la oración. Teniendo en cuenta la constitutiva apertura del espíritu humano a la acción con que Dios lo impulsa a trascenderse, podemos afirmar que toda oración auténtica está suscitada por el Espíritu Santo, el cual está misteriosamente presente en el corazón de cada hombre. En la Jornada mundial de oración por la paz, el 27 de octubre de 1986 en Asís, y en otras ocasiones semejantes de gran intensidad espiritual, hemos vivido una manifestación elocuente de esta verdad.”[13]
Huelga decir que esto es modernismo puro, es decir, gnosis panteísta y evolucionista revestida de un lenguaje “cristiano”, en la línea de un Hegel, un Teilhard de Chardin o un Rahner. Dios reside a priori en las profundidades de la conciencia humana, de manera “trascendental”, y de la experiencia mística individual que de esta presencia divina resulta, van surgiendo las diversas religiones, a posteriori, explicitadas en las “categorías” conceptuales propias a cada cultura, las que reflejan más o menos fielmente esa común experiencia primordial. De ahí la legitimidad y la necesidad de las diferentes “tradiciones religiosas”. Todas son canales auténticos para acceder a la “divinidad” subyacente en nuestro psiquismo.

Como vemos, el plan de unificación religiosa mundial que Bergoglio se esmera en concretar comenzó hace ya 34 años con Wojtyla, quien fue el primer papa conciliar en poner en práctica a gran escala los falsos principios ecuménico-modernistas sentados en los documentos subversivos del CVII.

Desde entonces, toda la praxis y la “pastoral” ecuménico-interreligiosa del Vaticano mira a la realización de esta empresa globalista. Bergoglio no es sino el último eslabón de una cadena ininterrumpida de eclesiásticos modernistas comprometidos con la implementación de dicho objetivo, todos los cuales se han servido maquiavélica e inescrupulosamente del gran prestigio y de la inmensa autoridad moral que el supremo pontificado les confiere.

Daré a continuación dos citas esclarecedoras. Esto decía Francisco en su Video del Papa[14] de enero de 2016:
“Muchos piensan distinto, sienten distinto, buscan a Dios o encuentran a Dios de diversa manera. En esta multitud, en este abanico de religiones, hay una sola certeza que tenemos para todos: todos somos hijos de Dios.”
Bergoglio dice que hay “una sola certeza”. Pero esto es problemático, para emplear un eufemismo. Por empezar, el Credo tiene doce artículos. Además, hay muchos dogmas de fe que no se encuentran contenidos en él. Y para colmar la medida de lo absurdo, precisamente la única certeza que se jacta de poseer resulta ser ciento por ciento falsa. Iré incluso más lejos, atreviéndome a afirmar que se trata de una mentira colosal, dado que es imposible que un sacerdote, religioso jesuita -con la intensa formación intelectual que esto implica-, luego devenido obispo, cardenal y finalmente “papa”, ignore la doctrina de la Iglesia al respecto.
La “única certeza” de Francisco es que todos somos “hijos de Dios”

Él no habría mentido si hubiese dicho: “Yo, Jorge Bergoglio, tengo esta única certeza en materia religiosa: que todos los hombres somos hijos de Dios”. Esta creencia que él tiene el descaro de enunciar públicamente, en un documento oficial del Vaticano, en el cual él no habla como persona privada, sino como supuesto Soberano Pontífice de la Iglesia Católica y Vicario de Jesucristo, refleja acabadamente la doctrina gnóstico-panteísta que profesa.

Bergoglio, entonces, no faltaría a la verdad sosteniendo que ésa es la única certeza que él tiene, pues es manifiesto que, para quien adhiere a la gnosis modernista, ésa es la realidad. Tales personas están persuadidas de que la inmanencia vital de la divinidad que yace en lo recóndito del psiquismo humano es la única verdad, y que todas las teorizaciones conceptuales y los enunciados dogmáticos de las religiones positivas son meras tentativas -limitadas, imperfectas y provisorias-, para expresar la experiencia mística primitiva de la conciencia humana.

Es por eso que todos los promotores del ecumenismo conciliar miran solamente por la “unidad” de los “creyentes”, relativizando y dejando en un segundo plano lo concerniente a la dogmática de cada “religión” establecida. Es por eso también que Wojtyla y Ratzinger pueden invitar alegremente a todos los herejes, cismáticos e idólatras del planeta a congregarse en Asís a los efectos de practicar públicamente sus falsos cultos, sus falsas liturgias y sus falsas creencias para obtener de Dios la “paz en el mundo”. Falsos cultos invitados  nada menos que por quienes se supone que son los “Vicarios de Cristo” en la tierra, quienes los confortan en sus errores al conferir un reconocimiento público a sus falsas religiones. Ver para creer…

Esta verdad gnóstica enunciada tan claramente por Bergoglio pone las cosas en su lugar: no hay nada para él que pueda ser tenido por inmutable en las religiones establecidas, ni siquiera en la católica, naturalmente. Y esto es así porque los enunciados dogmáticos (“categoriales”, conceptuales, a posteriori) de la experiencia vital primigenia (“trascendental”, no temática, a priori), son susceptible de nuevas reformulaciones, de replanteamientos sucesivos, en definitiva, de evolución y de transformación incesante a través del proceso dialéctico de tesis/antítesis/síntesis que caracteriza a la gnosis. Porque el modernista es, por definición, un gnóstico, aunque no lo explicite -sea por estrategia, sea por ignorancia-, y un gnóstico es, por definición, un panteísta y un evolucionista, sencillamente porque, según esta doctrina, “Dios deviene” a través del proceso evolutivo del cosmos, principalmente en el del ser humano.

Francisco se ha referido al tema de la certeza religiosa y de la mutabilidad de los dogmas en otras ocasiones. Veamos algunas de ellas:
“No hay que pensar que el anuncio evangélico deba transmitirse siempre con determinadas fórmulas aprendidas, o con palabras precisas que expresen un contenido absolutamente invariable.” [15]
“Este buscar y encontrar a Dios en todas las cosas deja siempre un margen a la incertidumbre. Debe dejarlo. Si una persona dice que ha encontrado a Dios con certeza total y ni le roza un margen de incertidumbre, algo no va bien. Yo tengo esto por una clave importante. Si uno tiene respuestas a todas las preguntas, estamos ante una prueba de que Dios no está con él. Quiere decir que es un falso profeta que usa la religión en bien propio. (…) El riesgo que existe, pues, en el buscar y hallar a Dios en todas las cosas, son los deseos de ser demasiado explícito, de decir con certeza humana y con arrogancia: “Dios está aquí”. Así encontraríamos sólo un Dios a medida nuestra.”[16]
“En su constante discernimiento, la Iglesia también puede llegar a reconocer costumbres propias no directamente ligadas al núcleo del Evangelio, algunas muy arraigadas a lo largo de la historia, que hoy ya no son interpretadas de la misma manera y cuyo mensaje no suele ser percibido adecuadamente. Pueden ser bellas, pero ahora no prestan el mismo servicio en orden a la transmisión del Evangelio. No tengamos miedo de revisarlas. Del mismo modo, hay normas o preceptos eclesiales que pueden haber sido muy eficaces en otras épocas pero que ya no tienen la misma fuerza educativa como cauces de vida.”[17]
Para demostrar que la infiltración modernista en la cúspide de la Iglesia es muy anterior a Bergoglio, suministraré seguidamente una cita del cardenal Montini de cuando era aún patriarca de Milán. Es necesario comprender que el culto del hombre, concebido como un dios en devenir por vía evolutiva, es lo propio de la gnosis luciferina -el “seréis como dioses” del Génesis-, en cualquiera de sus múltiples variantes -cabalista, hegeliana, teilhardiana, etc.- y que el Vaticano está gobernado por gnósticos modernistas desde la elección de Roncalli en octubre de 1958. Las novedades ecuménicas e interreligiosas introducidas en la Iglesia a partir de esa época, practicadas con una coherencia y una continuidad absolutas por todos los papas conciliares, lo demuestran de manera fehaciente.

La cita del cardenal Montini está extraída de una conferencia intitulada Religión y trabajo, pronunciada el 27 de marzo de 1960 en Turín, en el teatro Alfieri, que puede leerse en el volumen de la Documentation Catholique del año 1960, en la página 764, correspondiente al número 133, y publicado el 19 de junio de 1960. Doy la referencia con lujo de detalles para quienes no pudieran dar crédito a sus ojos, y no sin razón, a tal punto resultan consternantes sus afirmaciones. He aquí las palabras de aquel que tres años más tarde llegaría a ser “papa” y que en 1965 promulgaría los documentos revolucionarios del CVII:
“¿Acaso el hombre moderno no llegará un día, a medida que sus estudios científicos progresen y descubran leyes y realidades ocultas bajo el rostro mudo de la materia, a prestar oídos a la maravillosa voz del espíritu que palpita en ella?  ¿No será ésa la religión del mañana? El mismísimo Einstein previó la espontaneidad de una religión del universo.”[18]
El espíritu que “palpita” en la materia, la “religión del mañana”, que sería una “religión cósmica”, una “religión del universo”: aquí están los fundamentos de la gnosis evolucionista teilhardiana, con el culto del hombre en vías de divinización. Como si esto no fuera suficiente, que un cardenal de la Iglesia invoque en materia religiosa la autoridad de un judío socialista que reivindicaba una “religiosidad cósmica” fundada en  la contemplación de la estructura del Universo, compatible con la ciencia positivista y refractario a todo dogma o creencia, es para quedarse atónito.

Cuando en 1929 el rabino Herbert S. Goldstein le preguntó: “¿Cree Ud. en Dios?”, Einstein respondió:
“Yo creo en el Dios de Spinoza que se revela en el orden armonioso de lo existente, no en un Dios que se preocupa por el destino y las acciones de los seres humanos.”[19]
Y en una carta dirigida en 1954 al filósofo judío Eric Gutkind, Einstein escribió:
“Para mí, la palabra Dios no es sino la expresión y el fruto de debilidades humanas y la Biblia una colección de leyendas, por cierto honorables, pero primitivas y bastante pueriles. Y esto no lo cambia ninguna interpretación, por sutil que sea.”[20]
Lo que equivale a decir que el Dios de Einstein no es otro que el Deus sive natura del filósofo judío Baruch Spinoza, que en su doctrina panteísta identificaba a Dios con la naturaleza. Tal es la “religión del universo” que profesaba Einstein y que evoca con admiración el cardenal Montini en su conferencia, y en quien el futuro pontífice se inspira para vaticinar una “religión del porvenir” destinada a ocupar un día el lugar del cristianismo.

Cuando se piensa que este hombre, poco tiempo después, sería elegido Sucesor de San Pedro, y que es él quien más adelante promulgaría los documentos novadores del CVII, aboliría la Misa católica, inventaría una nueva con la contribución de “expertos protestantes”, y modificaría el ritual de todos los sacramentos, es como para quedar petrificados…

He aquí otra declaración de Montini, siendo ya Pablo VI, que va en la misma dirección, pronunciada durante el Angelus del 7 de febrero de 1971, con ocasión de un viaje a la luna, y que constituye un verdadero himno al hombre en camino hacia la divinización:
“Honor al hombre, honor al pensamiento, honor a la ciencia, honor a la técnica, honor al trabajo, honor a la audacia humana; honor a la síntesis de la actividad científica y del sentido de la organización del hombre que, a diferencia de los otros animales, sabe dar a su mente y a sus manos instrumentos de conquista; honor al hombre, rey de la tierra y hoy también príncipe del cielo.”[21]   
Este culto de la humanidad y del progreso ha sido condenado numerosas veces por el magisterio. Cito un extracto de la encíclica Qui pluribus de Pío IX, de 1846, seguido de una proposición condenada en su Syllabus de 1864:
“Con no menor atrevimiento y engaño, Venerables Hermanos, estos enemigos de la revelación divina, exaltan el humano progreso y, temeraria y sacrílegamente, quisieran introducirlo en la Religión católica, como si la Religión no fuese obra de Dios sino de los hombres o algún invento filosófico que se perfecciona con métodos humanos.”[22]
“V. La revelación divina es imperfecta, y está por consiguiente sujeta a un progreso continuo e indefinido correspondiente al progreso de la razón humana.”[23]
Pío IX es muy claro en relación a los “progresistas”: emplea la expresión “enemigos de la revelación divina”. ¿Qué calificativo mejor podría hallarse para designar a un cardenal y arzobispo de la Iglesia que aprovecha su eminente dignidad eclesiástica para difundir la idea blasfema y herética de que una pretendida “religión del mañana” llegará un día a suplantar al catolicismo? Este hombre se llama Giovanni Battista Montini. A él -en compañía de su mentor[24], el impulsor del “aggiornamento” de la Iglesia, Angelo Giuseppe Roncalli- se debe el CVII, la destrucción de la liturgia romana y la terrible crisis que azota a la Iglesia desde hace más de medio siglo.

Volviendo a Bergoglio, y a su declaración según la cual la “sola certeza” que tenemos es que “todos somos hijos de Dios”. Esto supone que la gracia divina es inherente a la naturaleza humana, lo cual es, como ya hemos visto, una concepción panteísta de las cosas, en la cual queda abolida la distinción entre el Creador y las creaturas y entre la naturaleza y la gracia. Lo cual, obviamente, acarrea consecuencias devastadoras para el cristianismo y para la revelación bíblica, puesto que las nociones básicas de creación, pecado original, redención, condenación, salvación, etc., quedan automáticamente desprovistas de sentido.

Para concluir, podrían citarse innumerables pasajes de la Sagrada Escritura o de documentos del Magisterio de la Iglesia que prueban el carácter falaz de esta aseveración bergogliana. En aras de la brevedad, vamos a limitarnos a dar una sola cita. Leamos, pues, lo que al respecto nos ha dado a conocer el Espíritu Santo, a través del discípulo amado, en el prólogo de su Evangelio:
“A los suyos vino, y los suyos no lo recibieron. Mas a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Jn. 1, 11-13)
Tras esta prolongada pero necesaria digresión, retornemos ahora a nuestro “Alto Comité”

Esta entelequia bergogliana se reunió el 20 de septiembre de 2019 en Nueva York, en donde anunció el proyecto de una Casa de la Familia Abrahámica a construirse en Abu Dabi, la cual incluirá una iglesia, una sinagoga y una mezquita, financiada por el gobierno emiratí, cuya inauguración está prevista para el año 2022:
“los tres diferentes lugares de culto estarán unidos por fundaciones únicas y situados dentro de un jardín: una imagen de gran importancia para cada una de las tres religiones principales del mundo.”[25]
Al respecto, el Cardenal Ayuso, quien preside el comité, manifestó que “este esfuerzo constituye un momento profundamente conmovedor para la humanidad. Si bien, por desgracia, la maldad, el odio y las diferencias suelen acaparar los titulares noticiosos, existe un mar oculto de bondad que crece y alimenta nuestra esperanza en el diálogo, el conocimiento recíproco y la posibilidad de construir, de la mano de los fieles de otras religiones y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, un mundo de fraternidad y paz.”[26]

En el sitio web del “Alto Comité” se nos explica que “la Casa de la Familia Abrahámica será un faro de entendimiento mutuo, convivencia armoniosa y paz entre las personas de fe y buena voluntad. Consiste en una mezquita, iglesia, sinagoga y centro educativo (…) A través de su diseño, captura los valores compartidos entre el judaísmo, el cristianismo y el islam, y también sirve como una plataforma poderosa para inspirar y fomentar la comprensión y la aceptación entre las personas de buena voluntad.”[27]

El mismo Cardenal Ayuso envió a los musulmanes un caluroso saludo por el Ramadán, el 17 de abril:
“Queridos hermanos y hermanas musulmanes: El mes de Ramadán es central en vuestra religión y por lo tanto muy querido por vosotros a nivel personal, familiar y social. Es un tiempo de curación y crecimiento espiritual, de compartir con los pobres, de fortalecer los lazos con los parientes y amigos. Para nosotros, vuestros amigos cristianos, es un momento propicio para fortalecer aún más nuestras relaciones con vosotros, saludándoos, conociéndoos en esta ocasión y, cuando sea posible, compartiendo un iftar con vosotros. El Ramadán y ‘Jd al-Fitr son, por lo tanto, ocasiones especiales para fomentar la fraternidad entre cristianos y musulmanes. Con este espíritu, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso os brinda sus mejores deseos de oración y sus sinceras felicitaciones.”[28]
En descargo parcial de Ayuso por su aberrante mensaje, que confirma a los infieles en sus errores al legitimar su culto idolátrico, cabe acotar que este tipo de congratulaciones enviadas por el Vaticano a las “grandes tradiciones religiosas” del planeta con motivo de sus “festividades religiosas” es algo que se viene practicando desde hace décadas, en conformidad con el falso ecumenismo, la falsa libertad religiosa y el falaz “diálogo interreligioso”, introducidos subrepticiamente en la Iglesia por los modernistas en los documentos Unitatis Redintegratio, Dignitatis Humanae y Nostra Aetate del CVII y luego ampliamente desarrollados en el subsiguiente “magisterio conciliar”, hasta desembocar en las abominables e impías reuniones interreligiosas de Asís, convocadas sucesivamente por Wojtyla, Ratzinger y Bergoglio.[29]

Por otro lado, el “Alto Comité” propuso a la ONU que el día 4 de febrero, fecha en la cual se firmó el acuerdo de Abu Dabi, fuese proclamado Día Mundial de la Fraternidad Humana, que seguramente desempeñará el papel de fiesta central del nuevo “culto humanista” en vías de implementación, y del cual es dable prever que el mismo Bergoglio será quien tendrá a su cargo la “animación espiritual”:
“Los miembros del Comité Superior, para lograr los objetivos contenidos en el Documento sobre la Fraternidad humana, entregaron al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, un mensaje del Papa Francisco y del Gran Imán de Al-Azhar Ahmed Al-Tayyeb, en el que proponen que el 4 de febrero sea declarado Día Mundial de la Fraternidad Humana. El 4 de febrero es el día en que el Documento sobre Fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia fue firmado en Abu Dabi por el Pontífice y el líder musulmán Al-Tayyeb, celebrada del 3 al 5 de febrero de 2019.”[30]
Naturalmente, para que la “fiesta de la humanidad” pueda ser completa, no podría faltarle su “cumbre mundial”, no vaya a ser cosa que queden algunos flecos sueltos al proyecto y que la gente no termine de entenderlo como es debido: será necesario ajustar “oficialmente” los parámetros organizativos del nuevo culto, para darle credibilidad y visos de legitimidad ante la opinión pública, e instaurar una comunicación apropiada acerca de su contenido y sus objetivos, para persuadir a los refractarios de las bondades que el engendro reviste:
El cardenal Ayuso y Muhammad Abd al Salam, en representación del Comité Superior (…), se reunieron ayer en Nueva York con el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, para proponerle que se declare el 4 de febrero Día Mundial de la Fraternidad Humana. (…) Entregaron a Guterres una copia del mensaje firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, en el que se pide a las Naciones Unidas que participen en un futuro próximo, junto con la Santa Sede y Al-Azhar, en la organización, de una Cumbre Mundial de la Fraternidad Humana.”[31]
Es edificante saber que la reacción del Secretario General a la propuesta bergogliana fue positiva, y por demás tranquilizador enterarnos de que será nada menos que el “Alto Inquisidor Onusino” contra el Hate Speech quien tendrá a su cargo la planificación y la ejecución de tan benemérita empresa: los recalcitrantes pueden darse por prevenidos…

“António Guterres expresó su aprecio y disponibilidad por la iniciativa, subrayando la importancia de trabajar al servicio de toda la humanidad. Además, nombró a Adama Dieng, United Nations Secretary General’s Special Adviser for Hate Speech and the Prevention of Genocide, como representante de las Naciones Unidas para seguir las actividades propuestas y colaborar con el Comité Superior.”

A este proyecto tendiente a la unificación de las religiones del mundo, Francisco añadió, el 12 de septiembre de 2019, el de la unificación de la educación, sin distinciones religiosas, políticas o culturales. Lo hizo a través de un mensaje en el que invitó al lanzamiento del Pacto Educativo Global, a realizarse en Roma, el 14 de mayo. La cita fue aplazada al mes de octubre, a causa del coronavirus, pero la fecha liberada fue rápidamente cubierta por la Jornada de Oración y Ayuno por la Humanidad convocada por el “Alto Comité” de Bergoglio.

En el mensaje de convocatoria del 12 de septiembre, Francisco afirma que el objetivo es renovar
“la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión”; que los cambios sociales necesitan “un camino educativo que involucre a todos; que es menester “construir una aldea de la educación donde se comparta en la diversidad el compromiso por generar una red de relaciones humanas y abiertas”; y esta alianza educativa debe ser fuente de “paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana, como también de diálogo entre las religiones.”[32]
He aquí algunas expresiones clave empleadas por Bergoglio en su alocución:
Desafíos que nos interpelan – educación más abierta e incluyente – construir el futuro del planeta – hacer madurar una nueva solidaridad universal – construir una aldea de la educación – colocar a la persona en el centro – todo está íntimamente conectado – rechazar la cultura del descarte – componer un nuevo humanismo – dinámicas que dan sentido a la historia – iniciar procesos de transformación – cultivar el sueño de un humanismo solidario.
Estamos ante el mismo vocabulario naturalista, ante la clásica fraseología humanista y evolucionista empleada sistemáticamente por Bergoglio, carente de visión sobrenatural y de especificidad cristiana. Un proyecto masónico abogando por la paz social y la fraternidad humana no se distinguiría esencialmente del proyecto educativo pergeñado por el supuesto Vicario de Cristo en la tierra.

Proyecto ya de suyo horizontal e inmanente pero que, para agravar las cosas -de ser esto posible- , incluye, además, la participación, entre otros, de representantes de las diferentes religiones del mundo y de los diversos organismos internacionales, estos últimos, todos laicistas y de raigambre masónica, como es bien sabido.

En efecto, en el comunicado del 3 de marzo pasado en el que la Congregación para la Educación Católica dio a conocer la postergación del evento, se nos informa que el Pacto Educativo Global “no se limita a las instituciones escolares y académicas sino que, con la convicción de que el compromiso educativo debe ser compartido por todos, involucra a representantes de las religiones, organismos internacionales y diversas instituciones humanitarias, del mundo académico, económico, político y cultural. [33]

Este Pacto Educativo tiene un precedente en las Scholas Occurrentes[34], las “Escuelas para el Encuentro”, organización de derecho pontificio, red internacional de escuelas creada por Francisco en agosto de 2013, presente en 190 países y que cuenta con más de 400.000 centros educativos.

Se trata de una institución educativa laica, “neutra” en materia religiosa, que trabaja activamente junto a las mundialistas y masónicas ONU y Unicef. Una enseñanza en la que Jesucristo brilla por su ausencia y en la que se enseñan “valores humanos”, como el “encuentro”, la “diversidad”, la “conciencia ambiental”, la “no discriminación”, etc. El emblema de Scholas Ocurrentes es el Olivo de la Paz[35], cuya plantación a escala mundial es promovida con el objetivo de fomentar el respeto por la “diversidad cultural e interreligosa”, a través de la “Campaña del Olivo”, tanto real como virtual, en eventos artísticos y deportivos. Scholas se dedica a realizar campañas de “concientización sobre valores”, a difundir “la paz en el mundo” y a promover redes educativas de “todas las culturas, creencias y modalidades.”

El objetivo de este organismo educativo de carácter pontificio, contrariamente a lo que uno podría imaginar, no es la evangelización de la juventud: Jesucristo no es mencionado ni siquiera una vez en su sitio web. En él se nos explica que:
“desde sus inicios, el Papa Francisco soñó Scholas como la posibilidad de dar una respuesta concreta al llamado de ésta época, confiriéndole la tarea de educar en la apertura al otro, en la escucha que al reunir los pedazos de un mundo atomizado y vacío de sentido, comience a crear una nueva cultura: la Cultura del Encuentro.”
Veamos lo que Francisco decía a los estudiantes de las “Escuelas para el Encuentro” por video-conferencia en septiembre de 2014[36]:
“Los animo a que sigan trabajando para crear esta aldea humana, cada vez más humana, que ofrezca a los niños un presente de paz y un futuro de esperanza (…) En la vida se pueden hacer dos cosas contrarias: tender puentes o levantar muros. Los muros separan, dividen. Los puentes acercan (…) Con esta comunicación nadie manda, pero todo funciona: es la espontaneidad de la vida, es decirle un sí a la vida (…), es evitar toda forma de discriminación (…) Veo que ustedes saben comunicarse desde la identidad de la propia religión y eso es lindo (…) Estamos convencidos de que la juventud necesita comunicarse, mostrar y compartir sus valores. La juventud necesita tres pilares clave: educación, deporte y cultura. El deporte salva del egoísmo, ayuda a no ser egoísta. Por eso es importante trabajar en equipo, estudiar en equipo y andar en el camino de la vida en equipo (…) ¡Hagan el futuro!”
Como puede observarse, el mensaje de Francisco es de orden puramente natural, asemejándose más a un manual de autoayuda “new age” que a una enseñanza apostólica: plantar arbolitos de la paz, organizar partidos de fútbol interreligiosos, combatir el desempleo juvenil, promover el diálogo entre las religiones, fomentar la “cultura del encuentro”, crear una “aldea humana” portadora de paz y de esperanza, luchar contra las “discriminaciones”, “el futuro está en nuestras manos”, “el deporte nos salva del egoísmo”, “caminemos por la vida en equipo”, “ la juventud debe hacer el futuro”, “tendamos puentes, no construyamos muros”, “comuniquemos las experiencias”, “entremos en la espontaneidad de la vida”, etc.

Que a Francisco la educación católica de los niños no le importa en lo más mínimo es un hecho de público conocimiento, ya que él no tiene empacho alguno en proclamarlo a los cuatro vientos.Veamos lo que, siendo aún el cardenal primado de Argentina, Bergoglio decía en 2010 al rabino Skorka:
“La religión debe formar parte de la educación en la escuela, como un elemento más en el amplio abanico que se brinda en las aulas.”[37]
Y luego, en julio de 2013, a un periodista de la televisión brasilera durante las JMJ de Río de Janeiro:
“Si un niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos, eso no me interesa. A mí lo que me interesa es que lo eduquen y le quiten el hambre.”[38]
El indiferentismo religioso constituye la quintaesencia de la ideología subversiva, anticristiana e iluminista de la masonería y de sus diferentes filiales onusinas y derecho-humanistas. Indiferentismo que en los tiempos modernos adopta la figura del “principio de laicidad”, so pretexto de la supuesta “neutralidad” que el Estado debe observar en materia de culto, así como también de la falaz “neutralidad” religiosa de la escuela y de la universidad en la educación de la infancia y de la juventud.

Ahora bien, es en esta impía “neutralidad” escolar, en esta abominable enseñanza “laica”, en esta indiferencia de principio hacia Jesucristo y hacia la religión verdadera, que se basa el proyecto bergogliano de la red de las “Escuelas para el encuentro”. No tememos errar si pronosticamos que su pretencioso “Pacto Educativo Global” no se apartará ni un ápice de este falso principio, aunque añadiendo seguramente una formación ecuménica en “diálogo interreligioso” y “cultura del encuentro”…

Este indiferentismo religioso y relativismo moral que profesa Francisco se ve reflejado igualmente en las siguientes declaraciones, que cito para que no queden dudas al respecto:
El proselitismo es una solemne necedad, no tiene sentido. Es necesario conocerse, escucharse y hacer que el conocimiento del mundo que nos rodea crezca. A mí me pasa que después de un encuentro quiero tener otro porque nacen nuevas ideas y se descubre nuevas necesidades. Esto es importante, conocerse, escuchar, ampliar el marco de los pensamientos.”[39]
Nuestro objetivo no es el proselitismo sino la escucha de las necesidades, de los deseos, de las desilusiones, de la desesperación, de la esperanza. Debemos devolver la esperanza a los jóvenes, ayudar a los viejos, abrirnos hacia el futuro, difundir el amor. Pobres entre los pobres. Debemos incluir a los excluidos y predicar la paz.”[40]
“Todo ser humano posee su propia visión del bien y del mal. Nuestra tarea reside en incitarlo a seguir el camino que él considere bueno (…) No dudo en repetirlo: cada uno tiene su propia concepción del bien y del mal, y cada uno debe escoger seguir el bien y combatir el mal según su propia idea. Bastaría eso para cambiar el mundo.”[41]
Con respecto a la laicidad, el 1 de marzo de 2016, en un encuentro con los Poissons Roses, socialistas franceses que se declaran “de inspiración cristiana”, Francisco dijo lo siguiente:
“Vuestra laicidad es incompleta. Francia debe volverse un país más laico. Hace falta una sana laicidad […] Una laicidad sana comprende una apertura a todas las formas de trascendencia, según las diferentes tradiciones religiosas y filosóficas. Además, incluso un ateo puede tener una interioridad.”[42]
Francisco reivindica así toda forma de “espiritualidad”, cualquiera que sea, al punto incluso de reivindicar la de los ateos, atribuyendo al Estado el rol de garante de esta pretendida “libertad religiosa” que sería una fuente de riquezas para la sociedad.

El 27 de julio de 2013, durante un discurso dirigido a la clase dirigente de Brasil, Francisco hizo el elogio de la laicidad del Estado y del pluralismo religioso en estos términos:
Es fundamental la contribución de las grandes tradiciones religiosas, que desempeñan un papel fecundo de fermento en la vida social y de animación de la democracia. La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado, que, sin asumir como propia ninguna posición confesional, respeta y valora la presencia del factor religioso en la sociedad, favoreciendo sus expresiones concretas.”[43]
Y el 16 de mayo de 2016, durante una entrevista acordada al tradicional cotidiano (ex) católico La Croix, Francisco sostuvo que “el Estado debe ser laico. Los Estados confesionales terminan mal. Es algo que va contra la Historia.”[44]

Es realmente penoso -y, a decir verdad, totalmente surrealista- para un simple seglar, tener que rebatir continuamente las falacias proferidas por el supuesto “Vicario de Cristo”. Digamos simplemente, circunscribiéndonos a esta última cita, que la sociedad políticamente organizada, es decir, el Estado, debe profesar la verdadera religión y conformarse a sus leyes: son la revelación divina y el magisterio eclesiástico quienes nos lo enseñan

Por otra parte, si los Estados católicos han “terminado mal”, en el único sentido de que han desaparecido, esto no se debe en absoluto a su catolicismo, sino a los incesantes ataques de sus enemigos, tanto externos como internos.

Finalmente, diciendo que los Estados confesionales “van contra la Historia”, Francisco hace profesión de un determinismo histórico filosófica y teológicamente aberrante, ya que niega la libertad del hombre y, sobre todo, la de la Providencia divina, cayendo así en una gnosis panteísta y evolucionista semejante a las de Hegel y Teilhard de Chardin.

Me limitaré a citar tan sólo dos pasajes del magisterio para demostrar la falsedad radical de las declaraciones bergoglianas, así como también de la declaración conciliar Dignitatis Humanae, dicho sea de paso. Esto dice León XIII en su encíclica Inmortale Dei, de 1885:
“Constituido sobre estos principios, es evidente que el Estado tiene el deber de cumplir por medio del culto público las numerosas e importantes obligaciones que lo unen con Dios. La razón natural, que manda a cada hombre dar culto a Dios piadosa y santamente, porque de Él dependemos, y porque, habiendo salido de Él, a Él hemos de volver, impone la misma obligación a la sociedad civil. […] El Estado tiene la estricta obligación de admitir el culto divino en la forma con que el mismo Dios ha querido que se le venere. Es, por tanto, obligación grave de las autoridades honrar el santo nombre de Dios. Entre sus principales obligaciones deben colocar la obligación de favorecer la religión, defenderla con eficacia, ponerla bajo el amparo de las leyes, no legislar nada que sea contrario a la incolumidad de aquélla.”[45] § 3
La segunda cita está tomada de Quas Primas, la encíclica por la cual Pío XI instituyó la solemnidad de Cristo Rey en 1925:
“La celebración de esta fiesta, que se renovará cada año, enseñará también a las naciones que el deber de adorar públicamente y obedecer a Jesucristo no sólo obliga a los particulares, sino también a los magistrados y gobernantes. A éstos les traerá a la memoria el pensamiento del juicio final, cuando Cristo, no tanto por haber sido arrojado de la gobernación del Estado cuanto también aun por sólo haber sido ignorado o menospreciado, vengará terriblemente todas estas injurias; pues su regia dignidad exige que la sociedad entera se ajuste a los mandamientos divinos y a los principios cristianos, ora al establecer las leyes, ora al administrar justicia, ora finalmente al formar las almas de los jóvenes en la sana doctrina y en la rectitud de costumbres.”[46] § 33
Recapitulemos. El Vaticano, con Francisco a la cabeza, se encuentra abocado de lleno a la tarea de unificar las diversas religiones del orbe y a la humanidad en su conjunto, promoviendo el indiferentismo religioso y profesando sin embozo alguno el humanitarismo laico y naturalista concebido en las logias masónicas.

Recordemos, antes de concluir este informe, cuáles son los principales organismos y documentos mencionados en relación con este proceso de globalización en curso, para poder tener una visión de conjunto de los actores y de los eventos que participan de esta dinámica mundialista impulsada por el Vaticano, en estrecha colaboración con las Naciones Unidas.

Esto nos dará una imagen de síntesis, una perspectiva sobre el tema quizás más elocuente aún que la multiplicidad de citas y de referencias contenidas en las páginas precedentes:

Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común

United Nations Secretary General’s Special Adviser for Hate Speech

Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso

Jornada de Oración y Ayuno por la Humanidad

Cumbre Mundial de la Fraternidad Humana

Secretario General de las Naciones Unidas

Alto Comité para la Fraternidad Humana

Congregación para la Educación Católica

Día Mundial de la Fraternidad Humana

Casa de la Familia Abrahámica

Escuelas para el Encuentro

Pacto Educativo Global

Campaña del Olivo

Olivo de la Paz

Unesco

ONU

En guisa de conclusión, transcribo un pasaje de la Súplica a San Miguel Arcángel, escrita por León XIII en 1890, pues estimo que su contenido se aplica literalmente a la situación que nos es dado vivir actualmente:
“Los más astutos enemigos han llenado de amargura a la Iglesia, esposa del Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías sobre todo lo que para Ella es más querido. Donde fueron establecidas la Sede de San Pedro y la Cátedra de la Verdad como luz para las naciones, ellos han erigido el trono de la abominación de la impiedad, de suerte que, golpeado el Pastor, pueda dispersarse la grey. ¡Oh, invencible adalid, ayuda al pueblo de Dios contra la perversidad de los espíritus que lo atacan y dale la victoria!” [47] 
Miles Christi
Para mayor información:

 

[1] Para mayor información sobre las innumerables herejías y blasfemias de Bergoglio, se pueden consultar los libros Tres años con Francisco: la impostura bergogliana y Cuatro años con Francisco: la medida está colmada, publicados por Éditions Saint-Remi, en cuatro idiomas (castellano, inglés, francés e italiano):





[5] Ver al respecto el siguiente estudio:



[8] Esta declaración pronto formará parte del adoctrinamiento practicado por los organismos mundialistas -con el auspicio del Vaticano- para allanar el camino a una futura religión mundial que garantice la paz y la seguridad del planeta. Cito el texto, para que no queden dudas:  “ […] la Iglesia Católica y al-Azhar, a través de la cooperación conjunta, anuncian y prometen llevar este Documento a las Autoridades, a los líderes influyentes, a los hombres de religión de todo el mundo, a las organizaciones regionales e internacionales competentes, a las organizaciones de la sociedad civil, a las instituciones religiosas y a los exponentes del pensamiento; y participar en la difusión de los principios de esta Declaración a todos los niveles regionales e internacionales, instándolos a convertirlos en políticas, decisiones, textos legislativos, planes de estudio y materiales de comunicación. Al-Azhar y la Iglesia Católica piden que este documento sea objeto de investigación y reflexión en todas las escuelas, universidades e institutos de educación y formación, para que se ayude a crear nuevas generaciones que traigan el bien y la paz, y defiendan en todas partes los derechos de los oprimidos y de los últimos.”

[9] Esta aseveración bergogliana, diametralmente opuesta tanto a la enseñanza del Magisterio de la Iglesia como a la de la Sagrada Escritura, es eminentemente gnóstica y panteísta, puesto que realiza la identificación de los contrarios, equiparando la verdad con el error y la mentira, conciliando la luz con las tinieblas, identificando la revelación divina con las abominaciones de la idolatría, nivelando el dogma católico con las incontables herejías inventadas por los enemigos de la Iglesia, sosteniendo implícitamente que la doctrina revelada por Jesucristo es equivalente a las de las perversas fábulas anticatólicas inspiradas por el Padre de la Mentira.





[14] “El vídeo del Papa es una iniciativa global desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa para colaborar en la difusión de las intenciones mensuales del Santo Padre sobre los desafíos de la humanidad.”  https://www.youtube.com/watch?v=OlElPFJPmeY

[15] Exhortación apostólica Evangelii Gaudium del 24 de noviembre de 2013, § 129: https://www.aciprensa.com/Docum/evangeliigaudium.pdf

[16] Entrevista con el Padre Antonio Spadaro s.j. director de La Civiltà Cattolica el 19, 23 y 29 de agosto de 2013 – Cf. p. 19/20: https://www.aciprensa.com/entrevistapapafrancisco.pdf

[17] Exhortación apostólica Evangelii Gaudium del 24 de noviembre de 2013, § 43: https://www.aciprensa.com/Docum/evangeliigaudium.pdf

[18] Traducción francesa de la Documentation Catholique: « L’homme moderne n’en viendra-t-il pas un jour, au fur et à mesure que ses études scientifiques progresseront et découvriront des lois et des réalités cachées derrière le visage muet de la matière, à tendre l’oreille à la voie merveilleuse de l’esprit qui palpite en elle? Ne sera-ce pas là la religion de demain? Einstein lui-même entrevit la spontanéité d’une religion de l’univers. » Texto original italiano: « Non capiterà forse all’uomo moderno, mano mano che i suoi studi scientifici progrediscono, e vengono scoprendo leggi e realtà sepolte nel muto volto della materia, di ascoltare la voce meravigliosa della spirito ivi palpitante? Non sara cotesta la religione di domani? Einstein stesso intravide la spontaneità d’una religione dell’universo. » Ver en la página n° 3 del documento siguiente, activando la función T (« Show text »): http://fc1.to.cnr.it/fedora/get/asfiat:AFIAT-00090-0003/islandora:viewerSdef/getViewer



[21] “Onore all’uomo! Onore al pensiero! Onore alla scienza! Onore alla tecnica! Onore al lavoro! Onore all’ardimento umano! Onore alla sintesi dell’attività scientifica e organizzativa dell’uomo, che, a differenza di ogni altro animale, sa dare strumenti di conquista alla sua mente e alla sua mano. Onore all’uomo, re della terra ed ora anche principe del cielo.”  https://w2.vatican.va/content/paul-vi/it/angelus/1971/documents/hf_p-vi_ang_19710207.html

[22] « Né con minore fallacia certamente, Venerabili Fratelli, questi nemici della divina rivelazione, con somme lodi esaltando il progresso umano, vorrebbero con temerario e sacrilego ardimento introdurlo perfino nella Religione cattolica; come se essa non fosse opera di Dio, ma degli uomini, ovvero invenzione dei filosofi, da potersi con modi umani perfezionare. »                                

[24] “Aunque era visto como «papable» para suceder a Pío XII, y aunque parece haber recibido algunos votos en el cónclave de 1958, Montini no era miembro del Colegio cardenalicio y por lo tanto no era un candidato serio en ese cónclave. En aquella elección, el patriarca de Venecia, Angelo Roncalli, fue elegido papa y asumió el nombre de Juan XXIII. El 17 de noviembre de 1958, a menos de tres semanas después de su elección, L’Osservatore Romano anunció un consistorio para la creación de nuevos cardenales. Esta lista estaba encabezada por el nombre de Montini, y así fue elevado al cardenalato el 15 de diciembre de 1958, convirtiéndose en cardenal presbítero de ss. Silvestro e Martino ai Monti. Juan XXIII lo nombró simultáneamente en varias congregaciones de la Curia Romana, dando lugar a muchas visitas de Montini a Roma en los siguientes años.”  https://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_VI










[34] https://www.scholasoccurrentes.org/ – https://vimeo.com/80608597 – https://vimeo.com/80608019

[35] http://www.educacionporlapaz.org/“Educación por la Paz es un iniciativa que pretende la representación simbólica virtual, de la creación de un bosque sembrado por árboles de olivos, planta que se destaca por su simbolismo de paz y unidad para diversas religiones. Se trata de una campaña internacional y colaborativa que promueve la amistad, la integración y el respeto. Esta iniciativa es apoyada por el Papa Francisco, quien fue el encargado, desde la Ciudad del Vaticano, de plantar el primer árbol del Olivo virtual en el bosque de la paz. Esta acción mundial es llevada adelante por Creápolis de Aula3654 y las Scholas Occurrentes.​ El objetivo es poblar virtualmente el planeta con árboles del Olivo que representan el respeto por la diversidad cultural e interreligiosa”: https://es.wikipedia.org/wiki/Educaci%C3%B3n_por_la_Paz

[37] Sobre el cielo y la tierra, cap. 18, p. 2: https://fr.calameo.com/read/002080055a8b71b163859


[39] Entrevista con Eugenio Scalfari el 24 de septiembre de 2013,  publicado el 1 de octubre en La Repubblica – cf. p. 2: https://www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf

[40] Idem, p. 8.

[41] Idem, p. 2.






[47] Extracto de la Súplica a San Miguel Arcángel, contenida en el Exorcismo contra Satanás y los otros ángeles apóstatas, publicado en las AAS de 1890, p. 743: http://www.vatican.va/archive/ass/documents/ASS-23-1890-91-ocr.pdf  y en el Ritual Romano de 1903, p. 227 http://saintmichelarchange.free.fr/exoleon.htm