“Yo soy de mi amado y mi amado es mío; él pastorea entre azucenas” (Cant 6, 3)
22. Yo tu vida viviera
22. Yo tu vida viviera
si tú me la entregaras por entero,
y la mía te diera
si, en trueque verdadero,
quisieras cambiarlas, cual yo quiero.
23. Es tu amor lo que anhelo,
23. Es tu amor lo que anhelo,
la causa de mi dicha adelantada.
Descorre,
amado, el velo:
que vea tu mirada
suspirando por mí, y enamorada.
24. Si vivir es amar y ser amado,
sólo anhelo vivir enamorado;
si la muerte
es de amor ardiente fuego
que abrasa el corazón, muera yo luego.
25. En tu sola presencia,
tan solo en ella puedo ser colmado;
y todo es
carencia,
aunque todo es amado
porque todo tus labios han besado.
26. En lágrimas bañado
llora mi corazón, de amor herido,
en penas
angustiado
del tiempo que ya es ido
y por no haber amado se ha perdido.
27. De tu vergel un ave
por tu ausencia cantaba en desconsuelo;
y oyó tu
voz suave
y, alzándose del suelo,
a buscarte emprendió veloz su vuelo.
28. Necesito, Señor, verte.
Necesito ser tu amigo,
necesito estar contigo...
y venga luego la muerte.
29. Ansioso, fui a buscarte
por las holladas sendas del destino,
hasta, por
fin, hallarte,
cansado y peregrino,
allí donde se acaba ya el camino.
30. Y dando la labor por acabada
aun ni siquiera en ciernes comenzada,
el
bardo enmudeció con gran tristeza:
¿Quién osará cantar a la Belleza …?
Y
fuese, al fin, en marcha apresurada,
dejando atrás su péñola olvidada.
FIN
FIN