La primera pregunta es la siguiente:
«También será recordado como el presidente que exhumó el cuerpo de Franco del Valle de los Caídos. Es el momento en que se derriban las estatuas». ¿Era realmente necesario?
La respuesta de Sánchez: "Sí. Un dictador no merece un mausoleo y sus víctimas no pueden descansar a su lado. Actué de manera legal, aplicando la ley de memoria histórica de Zapatero y con un amplio consenso popular".
La segunda pregunta es la siguiente:
"¿Cómo son las relaciones entre el PSOE y la Iglesia hoy, después de tantas tensiones? ¿Ha cambiado algo con el papa Francisco?" .
La respuesta de Sánchez: "Las relaciones son pacíficas. Francisco es un papa carismático, espero poder conocerlo. Te diré una cosa: en el asunto del cuerpo de Franco me ayudó. En el Valle de los Caídos había una comunidad de benedictinos, muy opuestos a la exhumación. Pedí la intervención del Vaticano. Y todo funcionó"(...) La frivolidad del presidente español hablando de cosas tan serias y el confesado apoyo del Papa Francisco ante hechos tan delicados no deja de sorprender. Los comunistas nunca se niegan a sí mismos, odian a los muertos, derriban estatuas, mienten sobre todo y reescriben la historia. Triste imagen de a quién tanto le preocupa cuidarla.
Specola