Hace ya mucho tiempo que el periodismo dejó de existir. Cuando el periodismo era una profesión decente era de gran utilidad; se le llamaba incluso el cuarto poder, título que, desgraciadamente puede seguir ostentando, aunque ahora con fines mucho menos edificantes. Ahora los medios de comunicación y los periodistas que los conforman son simplemente sicarios y mamporreros de sus pagadores. Ya no hay prensa libre, ya no existe el periodismo de investigación que en tiempos pretéritos ha ayudado a destapar a gobiernos e instituciones con planes muy oscuros como los que hoy nos está tocando vivir.
La plandemia en la que estamos inmersos es en buena medida fruto del periodismo. Hay que destacar que antes un periodista era una persona que informaba de la realidad, y se preocupaba de indagar y buscar la verdad y ofrecérsela al público, exponer la verdad al dominio público. Ahora los periodistas son licenciados en Ciencias de la Información; debe de estar aquí la madre del cordero, ya no son periodistas, ahora son otra cosa. Tenemos la inmensa desgracia de vivir tiempos en los que no hay ni un solo medio de comunicación, ni uno solo, ni en televisión, ni en prensa escrita, ni en radio, ni en plataformas de internet que hayan tenido la decencia de investigar e informar a la gente de lo que está pasando.
Sólo las personas que van por libre y que no dependen de un sueldo en alguno de los medios de comunicación oficiales se atreven a informar y exponer la realidad. También en internet supuestos canales de periodismo libre abundan en esta inmensa farsa simplemente porque obedecen y buscan réditos políticos aprovechando la confusión general para barrer para su casa ideológica.
Asistimos a diario desde hace meses a una terrorífica campaña mediática sin precedentes. Los medios manipulan sin tapujos y aterrorizan a la población sin descanso. Supuestos expertos, bien pagados, asisten a tertulias y debates diarios en los que se demoniza a cualquier disidente, se le ataca sin piedad, se le ridiculiza y desprecia. Recordemos que, prácticamente, todos los medios han recibido suculentas subvenciones que han sido pagadas con nuestros impuestos.
- Sabemos que la «plandemia» es una maniobra de los gobiernos para quitar las libertades y para someter a la población.
- Sabemos que las muertes han sido provocadas por malas praxis médicas, por tratamientos impuestos por la OMS que no solo no ayudaban a los enfermos sino que directamente provocaban o aceleraban las muertes.
- Sabemos que la mayoría de los muertos que ha habido han sido gente mayor en residencias, gente que han sido abandonadas a su suerte y que han pasado solos los últimos días de sus vidas, sin contacto con otras personas, sin poder ver a sus familiares, sin tratamientos médicos, asustados, aislados, malnutridos, desesperados, aporreando puertas cerradas con candados pidiendo auxilio. Han muerto por miedo y abandono.
- Sabemos que gracias a unos médicos italianos que se saltaron la prohibición de la OMS de realizar autopsias que la gente estaba recibiendo tratamientos inadecuados y que murieron a consecuencia de ellos.
- Sabemos poco del supuesto virus, pero poniéndonos en el caso de que sea una mutación de un coronavirus, recordemos que, según los virólogos oficiales, los coronavirus son virus comunes, muy comunes, tan comunes como que son los virus que provocan las gripes y resfriados desde siempre.
- Sabemos que las personas que más se vieron afectadas estaban previamente vacunadas de la gripe y/o sufrían patologías previas.
- Sabemos que la tasa de mortalidad del virus es muy baja y que, por tanto, en ningún caso están justificadas las medidas que se han tomado.
- Sabemos que las vacunas de la gripe no son efectivas.
- Sabemos que los test que se hacen para detectar lo que han venido en llamar nuevos rebrotes, son inespecíficos, pueden detectar cualquier patógeno, con lo cual la posibilidad de dar positivo es muy alta, pero no necesariamente detectan coronavirus.
- Sabemos que el inventor del test PCR dijo en varias ocasiones que se estaban utilizando los mismos para algo para lo que no fueron diseñados. Lo ha denunciado públicamente en varias ocasiones.
- Sabemos que lo que realmente buscan con la realización de test PCR es crear la sensación de una rápida expansión de una epidemia inexistente.
- Sabemos que ahora a una persona sana se le puede colgar la etiqueta de asintomático.
- Sabemos que tienen la intención de utilizar estos supuestos rebrotes para seguir con su estrategia de recorte de derechos y libertades, terminar de hundir la economía y llevarnos a la más absoluta de las ruinas.
- Sabemos que las mascarillas no sirven absolutamente para nada; bueno, sí, para que la gente inocente que confía en lo que dicen en las televisiones crea que está haciendo una labor impagable hacia los demás ciudadanos: «Están impidiendo la transmisión del virus», les dicen, les engañan, pero lo hacen por nuestro bien.
- Sabemos que las mascarillas son muy perjudiciales para la salud.
- Sabemos que la distancia social no es más que una medida que provoca mucho sufrimiento y que va en contra de la salud mental de las personas.
- Sabemos que el arresto domiciliario, confinamiento que dicen utilizando descaradamente un lenguaje militar, no ha servido para nada, ha sido una medida destinada únicamente a la destrucción del tejido productivo y al empobrecimiento general de la población.
- Sabemos que los políticos nunca se han preocupado de la salud de la población, ¿por qué iban a hacerlo ahora por primera vez en la historia?
- Sabemos que los medios de comunicación son los responsables directos de insuflar y propagar un terror en la población que está causando un daño irreversible.
- Sabemos que el daño psicológico que toda esta pantomima va a causar en los niños va a ser muy grave.
- Sabemos mucho, sabemos demasiado como para dejar que nos sigan tomando el pelo.
- Sabemos que esto no es una pandemia sanitaria: es una PLANDEMIA criminal orquestada para destruir y someter naciones: tenemos datos, evidencias, testimonios, grabaciones y ciencia de la de verdad que nos respalda; todo lo que los medios de comunicación han intentado ocultar, pero afortunadamente no han podido.
- Tenemos la razón y la verdad de nuestro lado. Todo lo que ya sabemos lo sabemos gracias al esfuerzo personal en buscar información que no se encuentra en los medios del sistema y que se trata de ocultar y censurar constantemente.
- Si todo esto ya lo sabemos miles de españoles y millones de personas de todo el mundo. ¿Cómo es posible que ningún periodista lo sepa? Pregunto: ¿No queda ningún periodista en España que se atreva a informar a los españoles de lo que realmente está ocurriendo?
Ya hay un numeroso grupo de médicos que hacen lo posible para informar de la realidad, incluso sabiendo que se exponen a quedarse sin trabajo. ¿Por qué no hay ni un solo periodista que ante tanta evidencia respaldada por la ciencia y por los hechos no da un paso al frente y denuncia este sin sentido?
Si logramos entre todos difundir la realidad de la «plandemia», cuando todo esto acabe vamos a tener que pedir responsabilidades a todos los medios de comunicación por cómplices de los políticos. Tienen que ser juzgados y tendrán que pagar por el inmenso daño que están haciendo a la sociedad a la que irónicamente dicen servir. Estamos en una guerra y los medios de comunicación en España son la propaganda del sistema.
José Antonio Castro