Días después de poner en su punto de mira a los jueces, socialistas y comunistas se disponen ahora a dar también un golpe antidemocrático en la enseñanza.
Una ley más para seguir devaluando la educación española
El Gobierno sigue adelante con su plan para aprobar la llamada LOMLOE lo antes posible. Si acaba aprobándose, será la quinta ley educativa socialista de nuestra democracia, después de la LODE (1985), la LOGSE (1990), la LOPEG (1995) y LOE (2006), unas normas que se han caracterizado por ir devaluando la enseñanza y rebajando los niveles educativos hasta extremos alarmantes, destruyendo uno de los pilares básicos de la enseñanza: la búsqueda de la excelencia. La izquierda no ha cambiado de mentalidad: ayer mismo el PSOE, Podemos y sus aliados aprobaron que se pueda pasar de curso y obtener los títulos de ESO y Bachillerato sin límite de suspensos. Es una forma de incentivar la vagancia.
Ataques a la libertad de educación desde el Gobierno
El debate previo a la tramitación parlamentaria de esta ley ha estado salpicado de declaraciones alarmantes. En noviembre del año pasado la ministra de Educación, la socialista Isabel Celaá, desligó la enseñanza de la religión del Artículo 27 de la Constitución, cuyo punto tercero ampara precisamente “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. En enero Celaá se lanzó de lleno a atacar la libertad de educación, cuestionando abiertamente ese derecho humano.
Ofensiva contra la educación especial, la privada y la diferenciada
Así mismo, con la excusa de hacer una educación más inclusiva, el Gobierno amenaza con liquidar la educación especial, dejando a muchos padres de niños con necesidades especiales sin centros adecuados para atenderlas. Hasta ahora, el último capítulo de esta ofensiva autoritaria fue la decisión del PSOE y Podemos de quitar los conciertos a la educación diferenciada, saltándose una sentencia del Tribunal Constitucional. Por si no bastase con todos estos intentos de pisotear la libertad educativa en España, hace unas semanas se supo que el Gobierno estudia imponer un IVA del 21% a la educación privada, en un claro intento de empujar a las familias menos pudientes hacia los colegios públicos.
La izquierda y su concepto antidemocrático de la educación
Los hechos que acabamos de repasar demuestran que socialistas y comunistas tienen un concepto de la educación que nada tiene que ver con la democracia. No la ven como un ámbito en el que hay que respetar las libertades de las familias y de los centros educativos, como establecen nuestra Constitución y diversos tratados internacionales. Para ellos, los colegios son un simple medio para imponer su ideología y garantizarse futuros votantes, igual que ocurre con sus aliados separatistas en comunidades como Cataluña y el País Vasco. Se trata de una visión autoritaria de la enseñanza que ve a los niños como meros peones en un tablero de ajedrez, sin otro fin que perpetuar a la izquierda en el poder.
Por primera vez la comunidad educativa quedará fuera del debate parlamentario
Ayer socialistas y comunistas hicieron una nueva exhibición de esa concepción autoritaria de la enseñanza: el PSOE y Podemos han decidido excluir a la comunidad educativa del debate sobre la LOMLOE. Es un hecho sin precedentes en España, a menos que nos remontemos al franquismo. Y es que será la primera ley educativa que se apruebe en nuestra democracia sin contar con la comunidad que se verá afectada por esa norma. Padres, alumnos y colegios no tendrán más papel en esta ley que obedecer y callar como en una dictadura.
Con la decisión que tomaron ayer, el PSOE y Podemos consolidan una forma de gobernar que recuerda más al despotismo de las dictaduras comunistas que a los debates sociales de las democracias liberales. Teniendo en cuenta la ascendencia ideológica de una parte del Gobierno, ¿cabía esperar otra cosa? Cuando se mete a ministros comunistas en un Gobierno, lo que se tiene es comunismo. Además, el PSOE ya llevaba décadas exhibiendo en gran medida esa mentalidad despótica en materia educativa. Lo que está haciendo Sánchez ahora es dejarse arrastrar a la extrema izquierda de la que surgió el PSOE.
Lo que tienen que decidir las organizaciones del ámbito educativo es si quieren dejarse pisotear o van a movilizarse y montar todo el follón que haga falta para frenar esta ofensiva contra la democracia en la enseñanza. Callarse ahora y lamentarse después sería un grandísimo error que pagarían, en primer lugar, los más pequeños, y eso es algo que España no se puede permitir.
Elentir