Monseñor Athanasius Schneider publicó el 13 de octubre en el sitio web RemnantNewspaper.com un extenso análisis de la encíclica Hermanos Todos (HT) de Francisco.
Él lamenta que en HT Francisco reduce a san Francisco a un hombre “deseoso de abrazar a todos”, que fue a ver al sultán para mostrar “su grandeza de corazón sin confines y trascendía las diferencias religiosas (HT, n. 3), mientras que en realidad el santo fue allí a predicar el Evangelio.
Para Schneider, la “perspectiva temporal estrecha, meramente terrenal y empobrecida” se revela en HT n. 8: “Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, cada uno con su propia voz, todos hermanos”.
Schneider corrige la presentación que hace Francisco de los cristianos como “compañeros de camino” (n. 274), junto con adherentes de falsas religiones que están prohibidas por Dios: “No es misión de la Iglesia edificar 'otra humanidad' en el nivel natural” (n. 127), o “trabajar por la 'promoción del hombre y de la fraternidad universal'” (n. 276), o “parir un mundo nuevo' donde resplandezcan la justicia y la paz” (n. 278).
Él ve una relación entre HT y la masonería, cuyo núcleo es una “fraternidad universal y meramente natural basada en los vínculos de la sangre y la naturaleza”. Él también enfatiza que HT utiliza en un subtítulo [el lema] Libertad, igualdad y fraternidad, el cual es el “lema ideológico central de la masonería”.
Schneider resume el contenido y el horizonte intelectual de la encíclica con “nuestra ciudadanía está en la tierra, mientras que san Pablo escribió que “nuestra ciudadanía está en el cielo” (Flp 3, 20).
HT deja a Schneider con la impresión de que, al precio de una aspiración universal a la fraternidad para la paz mundial, se sacrificó la proclamación de un único Salvador.