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sábado, 10 de octubre de 2020

SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA

 INFOVATICANA


Santo Tomás de Villanueva fue un obispo y fraile agustino de los siglos XV y XVI, quien encendía los corazones de los fieles con su predicación, sus escritos y su ejemplo de vida cristiana.

Santo Tomás de Villanueva nació en la localidad ciudadrrealeña de Fuenllana en el año de 1486, durante el reinado de Sus Majestades Católicas Isabel y Fernando. Fue bautizado con el nombre de Tomás García Martínez, pero se le conoció como Tomás de Villanueva, por haber vivido en el pueblo de Villanueva de los Infantes, donde sus padres poseían una importante hacienda. A pesar de su riqueza, Tomás causaba gran escándalo en el pueblo por ir muchas veces con poca ropa encima, por tener la costumbre de darla a los pobres, señal de la seriedad con la que buscaba la santidad desde su juventud.

Tras finalizar sus estudios de teología y artes en la Universidad de Alcalá de Henares, ingresó en la Orden de San Agustín en Salamanca, y en el año 1518 fue ordenado sacerdote a la edad de treinta y dos años. Desde antes de ser ordenado, Tomás se había ganado una inmensa fama de gran piedad y seriedad en la búsqueda por vivir el Evangelio en cada aspecto de su vida. La admiración que despertaba en los demás sacerdotes, hicieron que muy pronto fuera nombrado prior del convento, y durante unos conflictos con los monjes en Andalucía, se le encomendó la tarea de visitador.

La disciplina implementada por fray Tomás, tanto en su convento de Salamanca como en Andalucía, hicieron que fuera nombrado prior provincial para Castilla y Andalucía. El nuevo prior de los agustinos vivía de manera muy santa, compartiendo los bienes de la orden con los pobres, muchas veces quedándose sin recursos propios por haberlos donado todos a familias necesitadas. Fray Tomás no hacía alarde de su piedad, sino que la practicaba con la máxima discreción, sin embargo, ésto no impidió que la gente se enterase y que su fama de santidad trascendiera los muros del convento.

La fama que ganó el monje fue tal, que rápidamente llegó a oídos del emperador Carlos, quien se interesó por conocer a tan santo varón. Fray Tomás fue convocado a la corte, y al poco tiempo de llegar recibió una petición para escuchar la confesión del rey. El augusto césar quedó impactado con la sabiduría y sencillez del sacerdote, en quién notaba las verdaderas virtudes de humildad, misericordia, piedad y austeridad personal. Tras tenerle un periodo de confesor, recomendó a Roma que se nombrara a tan piadoso fraile arzobispo de Valencia, por creer que tener un hombre así entre la jerarquía eclesial no podría sino beneficiar la Fe de los cristianos.

El emperador acertó en su recomendación, pues el periodo en el que Santa Tomás de Villanueva fue arzobispo de Valencia, la Iglesia local creció en el cumplimiento de sus deberes cristianos. Las misas celebradas por el arzobispo eran concurridas por toda la población, quedando fuertemente impactados por las palabras y ejemplo de este nuevo arzobispo, quien les inspiraba a hacer verdaderas obras de piedad, entre las que se encontraron el cuidado de los pobres y enfermos, así como la formación religiosa de los conversos del judaísmo y el islam.

En 1555, el santo arzobispo fallecía víctima de una angina de pecho a la edad de sesenta y nueve años. La estima de los fieles valencianos y su fama de santidad inspiraron numerosas obras literarias, como el “Epítome a la Historia de la Vida Ejemplar y Gloriosa Muerte del Bienaventurado fray Tomás de Villanueva”, escrita por el mismo Francisco de Quevedo. Los escritos y predicaciones de Santo Tomás entusiasmaron a numerosos cristianos a través de los siglos a fundar instituciones en su honor, especialmente aquellas dedicadas a la formación y la beneficencia.

Tras un largo proceso, Santo Tomás de Villanueva fue canonizado por el Papa Alejandro VII en el año 1688.

Santo Tomás de Villanueva es el santo patrono de la diócesis de Ciudad Real (España), así como de numerosas universidades fundadas en su honor. Su devoción se extiende por toda Hispanoamérica, por haber sido el responsable de enviar a los primeros monjes agustinos a ayudar en la Evangelización, y en Filipinas, donde éstos fundaron varias iglesias en su honor.