Duración 11:16 minutos
Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios (1 Cor 2, 12), el Espíritu de su Hijo, que Dios envió a nuestros corazones (Gal 4,6). Y por eso predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, tanto judíos como griegos, es Cristo fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor 1,23-24). De modo que si alguien os anuncia un evangelio distinto del que recibisteis, ¡sea anatema! (Gal 1,9).
Páginas
- FIDUCIA SUPPLICANS
- Historia sacra en latín
- Latín padre Francisco Torres
- CURSO BÍBLICO
- SUMA DE TEOLOGÍA
- FILOSOFÍA Y LITERATURA
- HISTORIA
- CONSERVANDO LA FE
- LA VENDÉE
- P. ALFONSO GÁLVEZ
- P. JAVIER OLIVERA
- P. SANTIAGO MARTÍN
- AGENDA 2030
- EL TORO TV
- EL ROSARIO EN FERRAZ , por José Andrés Calderón
- TEOLOGÍA DEL CUERPO DEL PAPA JUAN PABLO II ... Y RELACIONADOS
BIENVENIDO A ESTE BLOG, QUIENQUIERA QUE SEAS
domingo, 26 de abril de 2020
Quemar las naves (I) Poesía del P.[Marcelo Javier Navarro]
Duración 2:48 minutos
En puerto de mis trabajos
las naves quiero en el fuego
consumirse totalmente
y el viento lleve los restos.
No quiero volver los ojos
a la orilla y ver la barca
esperando mi regreso.
No quiero tener en anclas
la tentación y el deseo.
No quiero tener el alma
pronta para mal regreso.
Quiero que se quede libre
siempre hacia Horizontes Nuevos:
¡Siempre mirar adelante!
¡Siempre los ojos al Cielo!
¡Nunca atrás, siempre adelante!
¡Nunca tierra! ¡Siempre Cielo!
¡Siempre un amor sobrehumano!
¡Nunca, nunca amor terreno!
Que haya lágrima en los ojos
pero no escoria en el cuerpo,
para limpiar mis pecados,
no para volverlos nuevos.
¡Quemar las naves y basta
pues en la entrega está el premio!
Quiero calentarme al fuego
que mis naves hoy consume;
quiero palpar la certeza
en las cenizas, que es cierto,
que se han quemado mis naves
y que vivo porque he muerto.
Esta empresa Sangre lleva,
lleva Sangre Redentora,
busca en la Sangre la hora
de quedar purificado.
Partir de todo y dejar
atrás tantas cosas buenas
¡es alegría, no es pena!
Pues el que las naves quema
no vuelve mares atrás
porque ha destrozado velas.
Llegar y no quemar naves
es dejar la puerta abierta
a desandar horizontes
de otra tierra, siempre vieja.
Es volver a usar las velas,
las mismas que nos trajeron
por estas grandes empresas
y que otros vientos nos vuelvan
a otra tierra, nunca nueva.
No quemar las naves es
darle las velas al viento
y hacer de nosotros tales
indignos de todo intento.
No quemar las naves es,
estar vivo y estar muerto.
No estar muerto y estar vivo
que eso, eso sí que es otro cuento:
el haberse muerto al mundo
y estar vivo para el Cielo.
No quemar las naves es
gran miseria y gran tormento
y tentación permanente:
la de alejarse del Puerto.
No quemar las naves es
estar vivo y estar muerto.
Es veleidad, es locura,
es temeridad, es viento,
es tristeza, es amargura,
es vanidad, es tormento.
Es la Nada, es la miseria,
es el llanto, es cautiverio.
Es sequedad en el mar,
es la sal de los que han vuelto
los ojos hacia el pasado
por no creer en el Cielo.
No quemar las naves es
no ser y no querer serlo.
Es la peor desolación
y el peor remordimiento.
¡No quemar las naves es
NUNCA HABER LLEGADO A PUERTO!
(P. Marcelo Javier Navarro, IVE)
El buen pastor (padre Santiago González)
Duración 18:41 minutos
Domingo del Buen Pastor: Nuestro Señor Jesucristo es el buen pastor que
da su vida por sus ovejas; reflexionamos hoy sobre la Redención de
Cristo en la Cruz y sobre la Divina Providencia, a la par que
constatamos la ausencia de sentido de pecado en nuestras conciencias y
el peligro que ello supone para nuestra salvación.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)