GERMINANS GERMINABIT
Joe Biden es candidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata, el que fuera vicepresidente de Barak Obama, ahora se bate en duelo con el actual presidente Donald Trump del Partido Republicano. Hasta aquí una nueva pugna electoral, que nada tendría que ver con la religión si no es porque frecuentemente vemos el nombre del candidato demócrata con el apelativo del "católico" Biden. Porque el ex-vicepresidente nunca ha ocultado su condición religiosa, y presume de ello a pesar de sus muchísimas contradicciones entre su teórica fe y sus postulados políticos.
Por el otro lado el vilipendiado Donald Trump, que no es católico, ha demostrado un apoyo a los valores cristianos, a los derechos de los creyentes y a la vida de los no nacidos de una forma tan contundente que nunca se había visto en un presidente norteamericano. Más allá de algunas actitudes poco ortodoxas en su vida pública y privada, que rompen los esquemas de lo políticamente correcto, es innegable que hay un candidato que defiende el nuevo orden mundial para acabar con los valores cristianos y otro que a pesar de sus excentricidades, cree en una Norteamérica y en un mundo donde se mantengan los valores tradicionales de la religión, la vida y la familia.
Biden no ha dudado en defender los postulados del aborto de una forma descarada, no solo en el pasado sino ahora que se ha convertido en candidato a la presidencia. El poderoso lobby abortista Planned Parenthood ya ha anunciado todo su apoyo económico al candidato demócrata. Él no ve ninguna contradicción entre su condición de católico y su apoyo al asesinato de niños indefensos. Corren además buenos tiempos para él, se puede fotografiar con el Papa Francisco, como se puede ver en la fotografía que encabeza este artículo, un Papa que ha demostrado públicamente su enemistad con su contrincante Donald Trump.
Ahora los hombres de Francisco en Norteamérica callan y no entran a denunciar esa clarísima contradicción del candidato, no fue así en el pasado cuando a Biden se le negó la comunión en alguna Iglesia católica, cuando algunos párrocos le dijeron sin tapujos que no estaba en comunión con la Iglesia alguien que defendía el aborto. Ahora corren otros aires, se calla ante Biden y todas los ataques van hacia Trump, al que critican incluso que vaya a una iglesia católica a rezar.
En Cataluña ya hace mucho tiempo que esta incoherencia está a la orden del día y nuestros obispos callan y bendicen a políticos que permiten que se ataquen los valores cristianos y que se aprueben leyes que van contra la familia y contra la vida. Fíjense por ejemplo en el President Pujol idolatrado por obispos y clérigos y puesto como modelo de cristiano, cuando quien más quien menos todo el mundo sabía que su familia, especialmente en las cuestiones económicas, de modélica nada, o sus sucesores Mas o Torra, todos aparecen públicamente como católicos, se sienten orgullosos de ello, pero sus diputados votan leyes amorales en el Parlamento de Madrid y aquí en Cataluña promulgan decretos contrarias a los valores cristianos y a la Iglesia.
Y ya no hablemos de los herederos del genocida Companys, el tan católico Oriol Junqueras, al que los obispos visitan en la cárcel como si de un hijo se tratara. El líder preso de Esquerra, va siempre a recibir la Comunión en las Misas, y si es de manos de un obispo mejor, mientras su partido anti-católico va atacando a la Iglesia y promocionando leyes anti-cristianas. Eso sin contar que él mismo ha dicho que va a Misa de vez en cuando y que casi nunca se confiesa, y yo que creía que para comulgar se tenía que estar en gracia de Dios, cumpliendo con los preceptos de la Iglesia entre ellos acudir a Misa todos los domingos y fiestas de guardar y estar absuelto de tus pecados.
Todo esto sin entrar en el tema identitario de Cataluña, en el que pienso que es muy anti-cristiano promover la división y el enfrentamiento entre catalanes como han hecho algunos de estos católicos ilustres. Pero claro, en este tema nuestros obispos no les van a llamar la atención porque ellos mismos también encienden el fuego con algunas de sus declaraciones y comunicados, posicionándose al lado de los golpistas y reclamando su libertad.
Francisco Fabra