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viernes, 24 de julio de 2020

Las parroquias a examen ( P. Santiago Martín FM)

Actualidad Comentada


Duración 10:42 minutos

La Iglesia del Coronavirus (Carlos Esteban)



Naturalmente, la Iglesia es solo una, siempre igual a sí misma, ayer, hoy y mañana. Pero si las secciones purgante y triunfante de esa Iglesia eterna están ya libres de las veleidades de la Historia, nosotros, la Iglesia Militante, vivimos inmersos en el tiempo, y en los tiempos que nos toca vivir.

Es en ese sentido en el que se puede hablar de ‘Iglesia del Vaticano II’ o ‘Iglesia de Francisco’ para describir el transitorio estado del Pueblo de Dios hoy o, mejor, de sus pastores. Si ese es el caso, creo que un nombre tan adecuado como cualquier otro sería la Iglesia de la Covid.

Que una pandemia decretada por la OMS, a pesar de su baja tasa de mortalidad, aterrara a un mundo que ha dado la espalda a la muerte y vive exclusivamente para el hoy y valora la salud física por encima de cualquier cosa, es algo que podía predecirse fácilmente. Que la reacción general de los pastores de la Iglesia de Cristo, una fe anclada en la eternidad, haya sido la misma o incluso más timorata, en cambio, da la verdadera medida de la crisis en que nos encontramos los católicos.

La reflexión vaticana sobre la crisis sanitaria, publicada por la Academia Pontificia de la Vida del arzobispo Vincenzo Paglia, que comentábamos ayer, es perfectamente significativa de algo que hemos vivido a lo largo de todos estos meses: una absoluta focalización sobre el peligro, aun abrumadoramente minoritario, y una ausencia clamorosa de referencias sobrenaturales.

Oh, sí: la caridad. No matarás, y todo eso. Lo hacen todo por solicitud por la salud del prójimo. Aunque el prójimo, ya saben, va a morir igualmente, va a sufrir igualmente, y la Iglesia sabe que lo radicalmente importante, lo crucial, la máxima caridad, es ayudarle a alcanzar su destino eterno, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen.

Los ejemplos son tan abundantes y frecuentes que es fútil citarlos. Hemos visto a unos pastores precipitarse sobre las medidas extraordinarias dictadas por los gobiernos y extremarlas aún más. Hemos visto a los pastores responder con irritado desdén a quienes suplicaban la vuelta a los sacramentos. Hemos visto escasísimas reflexiones por parte de los prelados que ayuden a dar a la situación una visión sobrenatural, que relativicen lo que no es más que una crisis sanitarias muy alejada en gravedad a cientos de pestes que ha sufrido la humanidad, que nos señalen a realidades sobrenaturales más importantes (las únicas verdaderamente importantes), que aprovechen para recordar a los fieles que este valle de lágrimas es solo un brevísimo camino en el que nos jugamos un destino inefable o terrible que no tiene fin.

Para quien no quiere ver, siempre hay alguna vaga referencia aquí o allá, pero quien quiera ver el cuadro general no puede tener duda alguna de que nuestros pastores no han dado la impresión de creerse lo que la Iglesia predica desde el principio, o han sido extraordinariamente tibios y cobardes.

Carlos Esteban

NOTICIAS VARIAS 23 y 24 de julio de 2020




QUE NO TE LA CUENTEN


INFOVATICANA




SECRETUM MEUM MIHI


INFOCATÓLICA




ADELANTE LA FE


Selección por José Martí

La teoría de género, el beso de la muerte del feminismo (Carlos Esteban)



(Rebelión en la Granja)- En el tuit aparecen tres fotos, tres varones, barbados dos de ellos, dos de ellos con atuendos convencionalmente femeninos. El texto reza:


Estás 3 personas dicen ser mujeres trans.

Las tres reciben dinero en tres organizaciones diferentes, debido a su condición de mujeres trans.

Yo no creo que sean mujeres trans. Con la nueva ley trans no podría decirlo se consideraría delito de odio.#IreneTenemosQueHablar pic.twitter.com/cZJVhmkMeZ

— Lucia Etxebarria ♀️ (@LaEtxebarria) July 22, 2020

¿Y qué? Las redes están abarrotadas de irritados comentarios de ese tipo, de todos los que se niegan a admitir que alguien pertenezca al sexo contrario al biológico simplemente porque lo afirme así, sin más requisito. Es casi un nicho en el sector del facherío de las redes sociales, como, no sé, la brutal violencia de las supuestas ‘manifestaciones pacíficas’ de Estados Unidos.

Lo que hace especial este caso es que se trata de la cuenta de Lucía Etxebarría, que no podría clasificarse de ‘facha’ en ningún universo imaginable. Lucía es uno de los símbolos del rojerío patrio, del progresismo más descerebrado y arrogante.

Tengo dicho que la derecha oficial es tan falsa y rastrera, tan cobarde y seguidista, y la real está tan demonizada, que la vuelta a cierto grado de sensatez no vendrá tanto por su victoria como por la descomposición de la izquierda.

Porque la izquierda moderna, que décadas atrás abandonó la causa de la clase obrera para lanzarse con entusiasmo a abanderar las mismas causas que jalean bancos y multinacionales, no es más que el pastor de tribus de víctimas autodesignadas sin otra cosa en común que su odio a nuestra civilización, su anhelo de vivir del presupuesto y sus constantes lloriqueos públicos: feministas, grupos LGTBI, ‘racializados’, inmigrantes ilegales, indigenistas, separatistas, trans, islamistas…

El problema es que estas tribus no tienen ninguna otra cosa en común que el enemigo, y en lo demás es como pastorear un rebaño de gatos, y a medida que su victoria se hace absoluta y el presupuesto mengua, la lucha entre ellas se vuelve inevitable.

Lucía, como Lidia Falcón antes y como decenas de feministas radicales históricas en todo el mundo, se ha dado cuenta de que la teoría de género, llevada a sus últimas consecuencias, es el beso de la muerte de la ‘lucha de la mujer’. Porque todos podemos ser mujer en cualquier momento, sin cambiar absolutamente nada, según la ley.

De hecho, los tres sujetos que identifica Lucía en su diatriba, tienen dos rasgos en común: nadie al verlos supondría por un segundo que sean otra cosa que varones, y los tres obtienen réditos de su radical metamorfosis. Son, en palabras de la autora:

Emilia Decaudin

Entro en el consejo de Nueva York, dentro del sistema de listas paritarias porque se entiende que es mujer. Es decir entró en un puesto reservado específicamente a una mujer. pic.twitter.com/rgFk6GFHAB

Lucia Etxebarria ♀️ (@LaEtxebarria) July 22, 2020

Alex Drummond. Da charlas, y cobra por ellas, en los colegios de Gales sobre qué es ser una mujer lesbiana. Imagínate a una niña lesbiana de 13 años a la que le digan que esto es ser una mujer lesbiana. pic.twitter.com/b55iAWN0Hr

Lucia Etxebarria ♀️ (@LaEtxebarria) July 22, 2020

Marcos Ventura, del consejo FELGTB. Dice que le he acosado y que me he reído de él. Simplemente porque considero que es un hombre. De momento no me puede llevar a juicio pero si sale la ley trans yo podría ir a juicio, simplemente por afirmar que yo veo en esta foto a un hombre. pic.twitter.com/837Wj7R27r

Lucia Etxebarria ♀️ (@LaEtxebarria) July 22, 2020

La reacción de Lucía es tan comprensible como tramposa e interesada, y recuerda poderosamente a ese manifiesto contra la ‘cancel culture’ que han firmado progresistas de campanillas algo añosos como Noam Chomsky, que vienen a pedir que la revolución se detenga donde ellos digan y que no les afecte. Pobres girondinos.

Una vez empezado el proceso, no puede detenerse a placer, Lucía.


Carlos Esteban

Bugnini y la refoma litúrgica. No quito ni pongo Rey (Luis Fernando Pérez)



Este vídeo con imágenes inéditas es un homenaje “in memoriam” al P. José López Calo (1922-2020), sacerdote jesuita y musicólogo de prestigio internacional que vivió en primera persona las pugnas y dificultades de la gran reforma litúrgica del Concilio Vaticano II. Con tal motivo preparó una conferencia titulada “Rememoraciones litúrgicas de un noventón” para las Jornadas Nacionales de Liturgia organizadas por la Comisión Episcopal de Liturgia de la CEE en Santander en el año 2017. Finalmente, no pudo pronunciar por su avanzada edad, pero fue leída por Oscar Valado y publicada en el número 357 de la revista Pastoral Litúrgica.

Lo que han leído ustedes en el anterior párrafo es la presentación del vídeo que van a ver. Lo único que voy a decir es que, como me comentaba un amigo sacerdote, parece que hay cosas que no se dicen hasta que uno tiene 95 años. Y yo digo que más vale tarde que nunca.

Dios tenga en su gloria al P. López Calo

Duración 34:31 minutos

¿Qué hay sobre Pell?



Contamos con la traducción italiana de la entrevista al cardenal Pell, con el relato en primera persona de los más de 400 días que pasó en prisión por una falsa acusación de pedofilia: 
«Hay mucha bondad en la prisión. A veces, estoy seguro, las cárceles pueden ser un infierno en la tierra. Tuve la suerte de haber estado a salvo y bien tratado. Me impresionó la profesionalidad de los guardias, la fe de los prisioneros y la presencia de la moral incluso en los lugares más oscuros.» 
«Aunque es irónico, esta indignación no es del todo negativa, ya que revela una creencia en la existencia del bien y el mal, el bien y el error, que a menudo emerge en la cárcel de manera sorprendentes» .
«Uno me dijo que se creía ampliamente, entre los delincuentes profesionales, que yo era inocente y que había sido «jodido». Agregó que le pareció extraño que los delincuentes pudieran reconocer la verdad, pero los jueces no». 
Sin duda el cardenal se encontró con un ambiente mucho más grato en la prisión Australiana que en el Vaticano que no cuenta ni con una leve referencia en su entrevista.

Specola