Las cosas van mal y la epidemia, como era de esperar dejando a un lado los optimismos irracionales, sigue su curso y estamos en los números más altos de contagios y fallecimientos a nivel mundial. Hay zonas que mejora, que empeora, que va y viene, pero no sabemos si estamos al final o al principio. El lío de las vacunas no parece que sea la solución y, por ahora, con continuos retrasos y pocos resultados. Los amigos de España están sufriendo la mayor nevada de los últimos tiempos y su capital está sepultada en la nieve. La organización mundial de la Salud ya nos dice que no habrá inmunidad colectiva este año. Todo apunta a que 2021 será el segundo año de la epidemia, por lo menos hasta el verano el pescado está todo vendido y no veremos muchas novedades. Pero lo peores males que nos acechan no son los pestilentes.
«Hay una fuerza nefasta, que ahora ha dejado de esconderse, es una conspiración masónica.¡Aquí está la mano misteriosa que empuja a la ruina a nuestro país!». «Ante los implacables ataques de los enemigos de la Iglesia de Dios, ¿es legítimo que permanezcamos inactivos? ¿Es legítimo, quizás, quejarse y derramar lágrimas? ¡De ningún modo! Recordemos que en el juicio de Dios daremos cuenta detallada no solo de las acciones realizadas, sino también de todas las buenas acciones que pudimos haber hecho, ¡pero que no hemos hecho!». «¡Sobre cada uno de nosotros pesa el sacrosanto deber de meternos en las trincheras y repeler con el pecho los ataques del enemigo!». «Cada una de las Grandes Logias tiene derecho a mejorar las recetas anteriores y establecer nuevas, pero no a cambiar los puntos fundamentales, que deben permanecer fijos para siempre”. ¿Cuáles son estos puntos fundamentales?, ¡La liquidación total del mundo sobrenatural!». «Actualmente, la masonería es, sin duda, la cabeza de la serpiente infernal. No me refiero a los masones, sino a sus fines, a su organización que se vuelve contra Dios y contra la felicidad de las almas».
«Volviendo la mirada a nuestro alrededor, notamos la aterradora desaparición de la moral, especialmente en medio de la juventud; de hecho, están surgiendo asociaciones verdaderamente infernales que han incluido el crimen y el libertinaje en su programa; (…). El cine, el teatro, la literatura, el arte, en gran parte dirigidos por la mano invisible de la masonería, trabajan febrilmente, de acuerdo con la resolución de los masones: «¡Vamos a vencer a la Iglesia católica no con razonamientos, sino pervirtiendo la moral!, disculpe la expresión: ¡ser cada vez más cerdos!». Todo esto que nos suena tan actual son intervenciones del Padre Kolbe realizadas en los años 20. Sabemos como terminó un 15 de agosto de 1941… El Papa Pablo VI lo declaró «Beato» y, once años después, el Papa Juan Pablo II lo declaró «Santo, confesor y mártir». Seguimos liquidando a los que dicen estas cosas, el Padre Kolbe y hoy estaría posiblemente laicizado y excomulgado por intransigente y poco dialogante. Todo esto es mucho peor que el virus y sus consecuencias en la sociedad mucho más profundas.
El Papa Francisco elimina la palabra, ‘viri’, del derecho canónico e institucionaliza la presencia de mujeres en el altar durante la celebración eucarística, para proclamar las Sagradas Escrituras o dar la comunión. Malos tiempos para los ‘viri’ aunque sean ‘probati’. Es el primer reconocimiento oficial del hecho de que las mujeres pueden servir en el altar. Creemos que esto no arregla nada y complica las relaciones sobre todo con los ortodoxos. Hasta ahora era un problema de terminología entre los ‘ministerios no ordenados o laicos’ y ‘ministerios ordenados’. No creemos que esto contente a los del camino Alemán que están en otras cosas. Phillys Zagano, quien formó parte de la primera comisión sobre mujeres diáconas, tiene claro que acolitado y lectorado son condiciones previas para la ordenación diaconal. Algunos hablan de puerta cerrada, otros de abierta. ¿seguimos en la buscada confusión?
«Sois todos hermanos»: este es el lema de la visita prevista del Papa Francisco a Irak para el 5-8 de marzo, todo políticamente correcto. El logo muestra una paloma blanca, una rama de olivo en su pico, símbolo de paz, ondeando en las banderas de la Santa Sede y la República de Irak. “Todos ustedes son hermanos”, viene servido en árabe, kurdo y caldeo. Es estos momentos no es muy seguro que el viaje se pueda realizar.
Si las cosas de la pandemia no van muy bien que digamos, las cosas sociales pueden darnos muchos quebraderos de cabeza porque nos están intentando vender una burra vieja y coja, basta leer el Padre Kolbe, pero lo que puede ser de antología es la crisis económica que nos está cayendo encima. Vemos como las euforias iniciales se van apagando y los vaticinios de los próximos meses mejor no mirarlos. Cuando el Papa Francisco llega al Vaticano las cosas económicas eran muy mejorables y poco, nada, se ha hecho en estos años por mejorarlas, ahora están claramente empeorando acercándose al precipicio. Hoy tenemos la noticia de dos cantores de la sixtina que son despedidos, están la cosas como para músicas, aunque sean celestiales. Nos tememos que las promesas del Papa Francisco de mantener a todos en su empleo y sueldo empiezan a hacer aguas, por el sueldo hace tiempo, ahora por el empleo.
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros?»
Buena lectura.