Amado Nervo
Llegó la luz serena,
y a levantarme voy.
La noche se aleja como una gran pena;
¡qué alegre que estoy!
Los pájaros en coro
cantan sus alegrías;
las jaulas vibran como arpas de oro.
Hermanos pájaros, ¡muy buenos días!
Las gotas de rocío
comienzan a temblar
cual si tuviesen frío;
las rosas más hermosas del jardincito mío
con esos mil diamantes van a hacerse un collar.
El hilo del agua, la trémula brisa
sus más alegres cosas empiezan a decir.
El cielo resplandece como una gran sonrisa.
¡Qué bello es vivir!
Amado Nervo