Diez mil ciclistas acudieron el 11 de abril en masa al monasterio de Jasna Gora en Częstochowa (Polonia), para una peregrinación al aire libre. La prensa mentirosa de los oligarcas no estaba contenta con esto, pero despotricó sobre una “violación de las normas del coronavirus”.
Sin embargo, el padre Michal Legan explicó que los peregrinos llevaban mascarillas y respetaban las distancias sanitarias. Uno de los peregrinos dijo que el Covid puede ser peligroso, “pero la tradición y la fe hacen maravillas”.
El padre Waldemar Cisło observó en su homilía que “volvemos a ser testigos de la situación en la que personas poderosas quieren convencernos de que si sacamos a Dios del corazón del hombre, de nuestras escuelas, de nuestras familias, de los lugares de trabajo o de estudio podríamos lograr la felicidad deseada”.
Él notó que el coronavirus “se volvió contagioso solo en los lugares de culto, y no en el metro o en los centros comerciales”.