A partir del 14 de mayo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos cambiarán la forma de registrar los casos de infección por Covid-19 [1]. Con este cambio, ya no se registrarán las infecciones por disrupción en individuos vacunados, a menos que la infección resulte en hospitalización o muerte.
Esto significa que a partir del 14 de mayo la tasa de infección en no vacunados seguirá aumentando, mientras que la tasa de infección en vacunados decrecerá, pero no por la efectividad de las vacunas sino por este cambio en el protocolo de información.
Como era de esperar, este cambio se produce en un momento en el que se están registrando miles de casos de infección en personas totalmente vacunadas, algo que incluso está siendo reportado por los medios de masas. Dicho de otro modo, ahora que los operadores de la crisis del Covid-19 empiezan a ver cifras que les perjudican, se les ha hecho fácil, simplemente, dejar de contar.
Así que dentro de unas semanas, cuando se empiece a notar el drástico descenso artificial de las infecciones por Covid-19 entre vacunados, acuérdate de los CDC y de este artículo.
Pero este no es el único artificio que emplearán los CDC para manipular las cifras del Covid-19. Un documento publicado por los CDC [2], instruye a los laboratorios de salud pública, clínicos y de referencia para que apliquen la prueba PCR a 28 ciclos o menos a personas que ya han recibido las vacunas transgénicas ARNm, en ves de aplicarla a 4o ciclos o más como lo ha venido haciendo con los no vacunados con el objetivo de inflar las estadísticas de la pandemia que no lo fue, pues a más de 40 ciclos, las pruebas producen hasta un 95-97% de falsos positivos, como concluyó la Coordinación de Asociaciones para la Protección del Medio Ambiente y los Derechos de Usuarios y Consumidores de Italia.