Decía ayer Su Santidad que “la tentación es siempre la de volver atrás”, pero no estamos muy seguros de que vaya a gustarle el panorama que hay delante, a juzgar por un reciente estudio demoscópico sobre los sacerdotes en Estados Unidos: cuanto más jóvenes, más críticos con la ‘renovación francisquista’.
El 80% de los sacerdotes norteamericanos ordenados antes de 1980 aplauden las reformas de Francisco, pero solo un 20% de los que accedieron al sacerdocio después de 2010, según un reciente estudio elaborado por el Instituto Austin para el Estudio de la Familia y la Cultura.
En principio, parece una paradoja. De los últimos ordenados, muchos lo habrán sido en plena ‘Iglesia de Francisco’, por lo que parecería razonable que lo hubieran sido en parte animados por el impulso dado por el Santo Padre y su particular estilo. Sin embargo, ocurre exactamente lo contrario.
En otro sentido, en cambio, es perfectamente comprensible: los ordenados antes de 1980, los más entusiastas del actual pontífice, están más próximos en edad a Francisco y más influídos, por tanto, por el mismo ‘ethos’ eclesial del llamado ‘espíritu del concilio’.
Sea como fuere, los sacerdotes jóvenes dan respuestas más católicas cuando se les pregunta por temas concretos. Así, el 90% de los ordenados después de 2010 afirman que el aborto provocado es siempre pecado. Se dirá que eso es algo sobre lo que no puede haber disputa, no ya entre clérigos, sino entre católicos sin más. Pero lo cierto es que, siguiendo la encuesta, solo un 56% de quienes accedieron al sacerdocio antes de 1980 piensa lo mismo.
Con respecto a la actividad homosexual (no la condición: la actividad), el 89% de los sacerdotes jóvenes consideran que la sodomía es siempre pecado, frente al 34% de los veteranos. Algo similar se aplica a la masturbación, el sexo extramatrimonial y la contracepción.
Quizá no sea del todo ajeno a esta diferencia de visión el hecho de que casi el 21% de los sacerdotes ordenados antes de 1980 se confiesa “homosexual” o “más homosexual que heterosexual”, frente al 5% de los más recientemente ordenados. En cualquiera de los dos casos, por encima de la media de población.
Carlos Esteban