No sabemos si se han parado a analizar lo sucedido en los últimos meses, pero a nosotros hay muchas cosas que nos están llamando la atención; y mucho más, tras conocer la noticia de que el “Departamento de Salud da por finalizada la pandemia del coronavirus en Navarra año y medio después”.
Tras meses de vacunaciones indiscriminadas y de conocer infinidad de noticias sobre efectos secundarios, hemos pasado por un verano totalmente atípico: un virus que, en teoría, no podía sobrevivir por encima de los 26 grados de temperatura estaba haciendo estragos en pleno verano. Pero en el de 2021, no en el del 2020 ya que en aquel verano el virus desapareció, como es lógico. A eso lo llamaron “variante delta” por no llamarlo “inoculación“.
En este verano de 2021 se ha producido, además, otra “extraña” circunstancia: la gente joven, la que apenas se contagiaba hasta entonces, eran las víctimas principales del virus. Recordarán como “adornaron” esa noticia con la detención ilegal en un hotel de aquel numeroso grupo de jóvenes en Mallorca. Consiguieron convencer a mucha gente de lo malos, irresponsables y “supercontagiadores” que eran los jóvenes y la imperiosa necesidad que había de que los jóvenes se vacunaran. Incluso la ministro de Educación, Celáa, llegó a decir por aquellas fechas aquello de “les cogeremos después del verano“.
Todo esto hasta llegar a ahora, a septiembre. En septiembre nos han comenzado a decir que la incidencia del virus ya no solo afectaba a los jóvenes, ahora afecta, también, a los menores de 12 años, a los más pequeños. Ahora son los niños, los bebés los contagiados. Hay órdenes de vacunar a todo el mundo y para conseguirlo se inventan lo que haga falta porque, recuerden, todo esto es un invento de la gentuza que nos gobierna con la complicidad de televisiones y medios de comunicación.
Y de repente nos encontramos con la noticia de Navarra a la que hacíamos mención en el primer párrafo: da por finalizada la pandemia. Y recuerden, cuando empiezan desde una comunidad continúan desde el resto. Esta misma noticia se irá produciendo, poco a poco, en el resto de comunidades autónomas hasta que un día aparezca Sánc-HEZ por la televisión y nos venda, eufórico, las bondades de su gestión y de la vacuna. “Vacunar, vacunar y vacunar”, ¿recuerdan?
Este relato, poco a poco, será difundido por todas las televisiones y medios de comunicación. “Hemos vencido a la pandemia”, “la vacunación masiva ha acabado con el virus y se va a quedar como el resto de infecciones que circulan de forma endémica o en epidemias estacionales”.
Pero hay algo oculto detrás de todo esto. Algo de lo que nos hacíamos eco hace unas semanas en un artículo. El pasado día 31 de agosto publicábamos un artículo en el que comentábamos la siguiente noticia: “Un estudio dice que es muy probable que la gripe llegue este año de nuevo y lo haga con más fuerza“.
Imaginen, todo el mundo va a estar feliz y contento cuando las teles y medios de comunicación les digan que ya se ha acabado con la pandemia pero, bajo nuestro punto de vista, no se van a dar cuenta de lo que de verdad se oculta tras esa “buena noticia” porque con esa información el virus pasará a la historia poco a poco… y también las vacunas.
Si siguen estirando la historia del virus, también tendrían que hacerlo con la vacunación. Dirían que ese pequeño porcentaje, esa minoría de antivacunas negacionistas son los culpables de que aparezca la nueva variante a la que llamarían como les diera la gana. Hay que vacunar a todo el mundo e incluso podrían llegar a obligar a hacerlo.
Ahora imaginen que pasan uno o dos meses y llegáramos a una hipotética vacunación del 100% de la población. ¿Quiénes serían culpables de los nuevos contagios si estuviéramos el 100% inoculados? Si todos fuéramos inmunizados ya no habría nadie a quien culpar. ¿Una variante de quién? ¿De donde? ¿Otra China, de la India o vaya usted a saber de dónde?
Ellos saben que no van a poder inocular al 100% de la población y también saben que no pueden hacerlo saltándose leyes españolas e internacionales. A los que no se quieren inocular les da igual el pasaporte de vacunación, ni siquiera con ese chantaje lo harían porque saben que eso también podría ser tumbado en los tribunales.
Por otro lado hay un serio problema con los vacunados porque vienen los fríos y van a sufrir enfermedades, agravamientos de las que tengan e incluso la muerte de muchas personas en extrañas circunstancias e incluso entre la gente joven. ¿Cómo justificar algo como eso que, en el caso de algunas familias podría suponer incluso que cayeran varios de sus miembros? El coronavirus no porque ya estaríamos todos inmunizados y además ya habríamos “vencido al virus” para que nos olvidemos de él y de las vacunas.
Bajo nuestro punto de vista, la solución a todo, la excusa perfecta la da la gripe. Habrá más gripe y mucha gente mayor, ya inoculada, por desgracia caerá. Pero eso no extrañará a nadie porque se utilizará la miserable excusa de “son mayores“, “tenían patologías previas” o “es que la gripe de este año ha venido con más fuerza”. Y harán lo mismo con las personas más jóvenes que puedan caer. Sacarán también patologías previas o decir que ha sido todo muy “sorprendente” o “casual”.
Y del resto de personas anónimas que vayan cayendo, simplemente, no sabremos nada, permanecerán en el anonimato. Las familias no lo achacarán a las vacunas porque habrán pasado unos meses o incluso no querrán achacárselo porque se sentirán culpables y hacerlo les puede causar un gran daño psicológico.
En resumen, a pesar de que seamos, según ellos, minoría, muy pocos los que nos oponemos a la vacunación y al relato oficial, no debemos ser tan pocos y estamos haciendo más ruido del que pudiera parecer. Al fin y al cabo, para ser tan pocos nos dedican muchas horas de tiempo los grandes medios de comunicación. ¿Cómo es posible que se tomen tantas molestias con una minoría de locos negacionistas y antivacunas “bebedores de lejía”?
Creemos que su idea, la de los malos, es que cambiando el relato y dando la “pandemia” por finalizada conseguirán que el grupo de opositores se vaya deshaciendo. No hay virus, no hay vacunas, ya no hay que estar vigilantes. Si siguieran con ello cada vez seríamos más, como está pasando actualmente. Pero la realidad será la misma aunque el relato cambie porque el daño ya está hecho a demasiada gente y hay que seguir vigilantes.
Esta es nuestra opinión. Una opinión a la que llevamos dando vueltas desde hace semanas y que la noticia de Navarra nos ha animado a compartir con ustedes. Esperamos leer sus opiniones sobre este asunto en los comentarios. Gracias.