La carta tiene como fecha Sep-25-2021 y está publicada en varios idiomas en el sitio de internet del Cardenal Raymond Leo Burke. Esta la versión en español.
25 de septiembre 2021
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,Agradeciendo una vez más, de todo corazón, vuestras fieles y generosas oraciones por la recuperación de mi salud, les escribo para informarles sobre el progreso de mi rehabilitación. Al agradeceros, agradezco, sobre todo, a Nuestro Señor, que, en respuesta a vuestras oraciones, me ha conservado en vida. Agradezco también a Nuestra Señora de Guadalupe y a todos los santos por cuya intercesión habéis ofrecido y ofrecéis oraciones por mí.El pasado 3 de septiembre salí del hospital para instalarme en una casa vecina donde viven los miembros más cercanos de mi familia. La casa está bien equipada para el programa de rehabilitación que estoy siguiendo. Mi secretario sacerdote ha venido ahora desde Roma para quedarse conmigo de modo a ayudarme con mi programa de rehabilitación. También me está ayudando a responder a la correspondencia y a lidiar con los muchos cambios de agenda necesarios debido al tiempo que estuve en el hospital y, ahora, a las varias semanas que necesitaré para recuperarme lo más completamente posible de la enfermedad.Aunque estoy haciendo progresos constantes, la mejoría es lenta. Los médicos y terapeutas que dirigen el programa de rehabilitación me aseguran que eso es necesariamente así y que estoy procediendo bien. Por mi parte, estoy tratando de crecer en la paciencia. Mis principales desafíos, en la actualidad, son recuperar ciertas habilidades físicas fundamentales, necesarias para mi vida diaria; superar la fatiga general y la dificultad para respirar, típicas de quienes han sufrido el contagio del virus Covid-19. No puedo predecir cuándo podré volver a mis actividades normales. Al parecer, será de aquí a varias semanas.Lamento no poder responder a vuestras comunicaciones individualmente, ya que debo concentrar mi limitada energía en recuperar mis fuerzas. Por eso también debo limitar el número de llamadas telefónicas y visitas personales que recibo. Estoy profundamente agradecido por vuestra comprensión.Nuestro Señor me ha preservado en vida para alguna obra que Él desea que realice, con la ayuda de Su gracia, por amor a Él y a Su Cuerpo Místico, la Iglesia. Estoy decidido a utilizar el tiempo presente de rehabilitación de la mejor manera posible, de modo que esté preparado para llevar a cabo Su obra. A lo largo del tiempo transcurrido en el hospital y también ahora, sigo poniéndome al amparo de Nuestra Santísima Madre, para que mi corazón, unido con su Inmaculado Corazón, descanse siempre seguro en el Sacratísimo Corazón de Nuestro Señor. Como padre espiritual en la Iglesia, he contado en gran medida con la ayuda de San José, cuyo Purísimo Corazón abrazó el Corazón de María, su verdadera Esposa, y de Jesús, su Divino Hijo, confiado a sus paternales cuidados.Os ruego que continuéis orando por mi plena recuperación. Por mi parte, cada día yo ofrezco mis oraciones y sufrimientos por vuestras muchas intenciones. Oremos todos y ofrezcamos sacrificios por el mundo y la Iglesia, que están acosados por tanta confusión y error haciendo grande y hasta mortal daño a muchas almas.Pidiendo a Dios que os bendiga a vosotros, a vuestros hogares y a todas vuestras actividades, soy vuestro en el Sagrado Corazón de Jesús, en el Inmaculado Corazón de María, y en el Purísimo Corazón de San José,Cardenal Raymond Leo Burke