Empezamos por la noticia de la manifestación de cubanos que hoy recogen con amplitud todos los medios. Un buen número de cubanos llegaron este domingo 24 de octubre hasta el Vaticano para pedir un pronunciamiento del Papa Francisco y de la Iglesia ante la grave situación que vive Cuba. El 11 de julio vimos protestas pacíficas por toda la isla que fueron violentamente reprimidas por el régimen. El grito que más ha sonado es: “¡Dios, patria, vida y libertad!”, junto con “¡Derechos humanos para los cubanos!” y “¡Queremos a Cuba libre!”. No pudieron entrar en la plaza de San Pedro: “Estamos en el medio de la calle porque lo que está pasando esta mañana es que no nos dejan avanzar, no nos dejan pasar, han puesto una barrera entre la Santa Sede y los cubanos”.
Parece que los manifestantes tenían las ideas muy claras:
“Los cubanos solo venimos aquí a pedir derechos humanos y a profesar nuestra fe. Pedimos oraciones para un pueblo que la está pasando mal, para millones de seres humanos que están sufriendo las consecuencias de vivir secuestrados bajo una dictadura totalitaria y genocida que está acabando con vidas”.
Un joven logró entrar en la Plaza de San Pedro y se arrodilló mientras sostenía extendida una bandera de Cuba que fue retirada por agentes de la policía. Bien está evitar que un acto del papa se convierta en un mitin político, pero todos sabemos que el Papa Francisco tiene simpatías por el régimen cubano, y otros de similar pelaje, y, como consecuencia, muy pocas por las voces discordantes. El Papa debe de ser padre , lo lleva en el nombre, y ser libre, apegar su corazón con afectos tan zurdos no lo deja en buen lugar y convierte el ejercicio del papado en un instrumento en manos partidistas.
Hoy tenemos un completo artículo sobre los efectos de la vacunación. Entre las locuras que inundan nuestros días nos encontramos con el Movimiento de Extinción Humana Voluntaria (VHEMT) y sitios similares: «Solo hay una raza peligrosa. La raza humana «, todo siguiendo de cerca las tesis difundidas por la Fundación Rockefeller, los Rothschild, Bill Gates & C. Peter Koenig, en un artículo del 31 de mayo de 2021 titulado «The New York Times espera una reducción masiva de la población»: «Parece haber una presión secreta / anónima o un chantaje en varios sitios en línea que buscan la verdad sobre Covid, intimidándolos a permanecer en silencio sobre la resistencia a la vacunación y que el «estado profundo covid» tiene una agenda precisa, es decir, que para el 2022 al menos el 70% de la población mundial debe estar sometida a una inyección del tipo ARNm, que contiene una proteína de pico y una bioarma diseñada para atacar el sistema autoinmune y que en muchos casos causará coagulación sanguínea, parálisis y otra miríada de trastornos neurológicos, incluida la trombosis, y finalmente la muerte. Básicamente, una vez que te han inyectado, nadie puede revertir el efecto, ya que la proteína de pico puede haberse convertido en una parte integral de tus células sanguíneas «.
Todo esto tiene interés para nuestro blog al ver como el Papa Francisco y la actual administración del Vaticano reciben con los brazos abiertos a Jeffrey Sachs, consejero de Ban Ki-moon, junto con los Pejman Rohani y Matthew H. Bonds, autores de ‘Sociality, Sterility and Poverty’: “ El nuevo modelo, que representa un efecto económico, muestra que una reducción de la fecundidad puede ser incluso más eficaz que una vacuna; y que una política de difusión de vacunas puede resultar más eficaz cuando se realiza junto con la reproducción humana controlada». La cadena de defensores de la auto extinción no tiene fin , así, Henry Kissinger, 1978: «La política de Estados Unidos hacia el Tercer Mundo debería ser de despoblación». Jacques Cousteau Embajador de la UNESCO 1991: «Para salvar el planeta sería necesario matar a 350.000 personas al día». Sin faltar David Rockefeller, 2000: “Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es la «crisis del derecho» global y las naciones aceptarán el «Nuevo Orden Mundial». (…) ¿Por qué una nación como Italia, donde la situación demográfica no es invernal, sino que es Siberia, en lugar de ser recompensada y valorada como nación modelo, se ve obligada a acoger a cientos de miles de inmigrantes?»
Otro artículo de hoy sobre los jesuitas y su presencia en este pontificado. Jesuitas los hay de muchos tipos pero hoy predomina una selección de lo peor que la orden de san Ignacio nos puede ofrecer. Los jesuitas, se decía en el pasado, siempre apoyan al Papa, añadiendo que apoyan al próximo Papa, al futuro. El filósofo francés George Sorel, en sus escritos políticos, escribió que los jesuitas prefieren apoyar a los mediocres para ser indispensables.
Otra vez el Papa Francisco vuelve con uno de sus temas preferidos, en Libia hay «verdaderos campos de concentración». Basta de rechazos, los migrantes deben ser desembarcados con seguridad: «Escucho sus gritos». Parece que Cuba no es un campo de concentración y que goza del paraíso en la tierra.
Como suele suceder entre los defensores del inmigracionismo se olvidan de defender el primer derecho que es el no emigrar. El mal no está nunca en los regímenes que empujan a sus ciudadanos a huir sino en los que no los acogemos.
«Mujer, quedas libre de tu enfermedad.»
Buena lectura.
Specola