Ayer miércoles, 9 de marzo, la Santa Sede hizo pública la destitución del obispo de la diócesis de Arecibo, Daniel Fernández. Era uno de los 6 obispos de Puerto Rico y fue sustituido por el Papa a sus 57 años. Gozaba de fama entre los católicos del país de buen pastor y de predicar una recta y sana doctrina.
Desde el Vaticano no se especificaron los motivos de esta destitución, aunque según distintos medios y fieles de Puerto Rico, la negativa de Monseñor Daniel Fernández a trasladar a sus seminaristas al seminario interdiocesano de Puerto Rico y su negativa a la imposición de la vacuna contra el Covid, habría propiciado su relevo al frente de la diócesis.
En el comunicado emitido ayer por el obispo destituido, aseguró que es «una decisión que no puedo explicarme yo mismo, aunque la acepte con la paciencia de Cristo por el bien de la Iglesia». Daniel Fernández añadió que «se me informó que no había cometido ningún delito pero que supuestamente “no había sido obediente al Papa ni había tenido la suficiente comunión con mis hermanos obispos de Puerto Rico”. Se me sugirió que si presentaba la renuncia a la diócesis quedaría al servicio de la Iglesia por si en algún momento me necesitaban en algún otro cargo; oferta que de hecho demuestra mi inocencia. Sin embargo, no renuncié porque no quise hacerme cómplice de una acción del todo injusta y que aún ahora me resisto a pensar que pueda ocurrir en nuestra Iglesia».
Reacción de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico
Al conocerse la noticia, los obispos de Puerto Rico emitieron un comunicado confirmando la noticia que llegaba de Roma.
«La Santa Sede ha notificado que releva a Mons. Daniel Fernández Torres del cuidado pastoral de la Diócesis de Arecibo. Al mismo tiempo informa que ha nombrado a Mons. Álvaro Corrada del Río, SJ, Obispo Emérito de Mayagüez, como Administrador Apostólico ad nutum Sanctae Sedis para Arecibo. La comunicación se emite desde Ciudad Vaticano en Roma al mediodía (6:00 a.m. hora local) por medio del Boletín de la Sala Stampa, medio oficial de comunicación de la Santa Sede».
«El Obispo Daniel ha pastoreado el pueblo de Dios que peregrina en la Diócesis de Arecibo por más de una década. Fue nombrado Obispo Auxiliar de San Juan el 14 febrero de 2007 y consagrado el 21 de abril del mismo año. El 24 de septiembre de 2010, el hoy Papa Emérito Benedicto XVI lo designó Obispo de Arecibo y tomó posesión de la Diócesis el 3 de octubre de 2010».
«Por su parte, Mons. Corrada fue nombrado Obispo Auxiliar de Washington el 31 de mayo de 1985 y consagrado el 4 de agosto del mismo año. Fue Obispo en Tyler, Texas. El 12 de septiembre de 2011 tomó posesión canónica de la Diócesis de Mayagüez como su segundo obispo. En el 2020, Papa Francisco aceptó su renuncia -por edad- y pasó a ser Obispo Emérito de la Diócesis de Mayagüez».
Comunicado del Presidente de los obispos de Puerto Rico
Ante el revuelo generado por la noticia el presidente de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico tuvo que salir y dar la cara ante lo que había sucedido.
«Los Obispos de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP) hemos recibido en esta mañana una comunicación oficial de S.E.R. Mons. Ghaleb Bader, Delegado Apostólico para Puerto Rico de Su Santidad, el papa Francisco. En esta comunicación de la Santa Sede, se nos notifica el relevo del cargo de Obispo de la Diócesis de Arecibo, de S.E.R. Mons. Daniel Fernández Torres», escribe Rubén Antonio González Medina, Presidente Conferencia Episcopal Puertorriqueña.
González Medina describe esta situación como «un momento doloroso para la vida de la hermana Diócesis de Arecibo» y añade que «nos unimos de corazón a la solicitud del mismo Delegado Apostólico, de orar “por nuestro hermano, S.E.R. Mons. Daniel, en este momento difícil de su vida y misión de Obispo”. Igualmente, pedimos a todos la oración por nuestro hermano y la amada Diócesis de Arecibo».
Por último el presidente de los obispos de Puerto Rico añade que «el Santo Padre Francisco, ha nombrado a S.E.R. Mons. Álvaro Corrada Del Rio, sj, como Administrador Apostólico de la Diócesis de Arecibo. Por deferencia y respeto a los procesos canónicos internos de la Iglesia, estas serán las únicas expresiones oficiales que se harán sobre este asunto, al momento».
Opinión del arzobispo de San Juan
El arzobispo puertorriqueño de la archidiócesis de San Juan también ha escrito unas líneas para hacer referencia a este suceso. «En la mañana de hoy, la Santa Sede anunció que el Santo Padre ha relevado de su cargo al Obispo de Arecibo, Mons. Daniel Fernández Torres. Es una noticia dolorosa, por ello, animo a todo el pueblo, especialmente, al clero, religiosas y religiosos de Arecibo, a acompañar al Obispo Daniel con sus oraciones y cariño en esta situación particularmente difícil», afirma el prelado.
Ha confirmado que se puso en contacto con Daniel Fernández, obispo destituido y confirmó que sí y le envío el siguiente mensaje: “Daniel… Sé que estás pasando por un momento muy doloroso. Te acompaño con mis oraciones y sentimientos fraternales… ”.
«De otra parte, también se ha anunciado, que el Papa ha nombrado a Mons. Álvaro Corrada del Río, Obispo Emérito de Mayagüez, como Administrador Apostólico de la Diócesis de Arecibo. Mons. Corrada es un Obispo probado y sé que sabrá servir a esa hermana diócesis con sabiduría. Oremos también por el Santo Padre, Papa Francisco, para que en su compleja y difícil misión de dirigir a la Iglesia universal el Espíritu Santo le colme siempre con sus dones», concluyó el arzobispo.
Carta abierta a Daniel Fernández, obispo destituido
Por otro lado, un grupo de fieles católicos de Puerto Rico ha escrito una carta abierta al obispo saliente en señal de agradecimiento por estos años, que reproducimos a continuación:
Gracias, Su Excelencia Monseñor Daniel Fernández Torres:
Por predicar no sólo con palabras sino con ejemplo de fe, valentía e integridad.
Por recordarnos que es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch 5, 29).
Por marchar con nosotros en defensa de los bebés no nacidos.
Por no hacerse cómplice de las ideologías del momento—la ideología de género, el matrimonio “igualitario,” la “muerte digna” (eutanasia) y tantas otras—sino por combatirlas con claro intelecto y voz firme.
Por ayudarnos a distinguir entre los dogmas de la fe y el adoctrinamiento por parte del estado y los falsos profetas.
Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas (Mc 6: 34).
Por su compasión. Por enseñarnos el verdadero significado de la caridad cristiana y la misericordia.
Por recordarnos nuestra humanidad, creada a imagen y semejanza de Dios. Por recordarnos que no somos sólo materia, sino que tenemos una conciencia, un intelecto, un libre albedrío.
Por enseñarnos el Catecismo. Nos recordó que “En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal […]. El hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón […]” (Catecismo, n. 1776). Nos recordó que tenemos el derecho a actuar según la recta conciencia y en libertad (n. 1782).
Por alumbrarnos el camino hacia el fin superior.
Mientras otros “pastores” cerraban los templos, exigían carné de entrada, o segregaban a los feligreses, Ud. ha sido siervo de todos.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme (Mt 25: 35-36).
¡Gracias, Monseñor Daniel Fernández Torres! Pastor con olor a oveja y sonrisa de padre. Ha utilizado la vara y el cayado no para doblegar o descarriar a sus ovejas, sino para protegerlas y guiarlas a lugar seguro. ¡Gracias, buen pastor!
Fieles a la Verdad