Además de la inmigración, la sombra de Rusia y del 11-M planean sobre ello
Este viernes, Pedro Sánchez traicionó 46 años de política exterior española sobre el Sáhara Occidental, cediendo a las pretensiones del Reino de Marruecos.
Fue la Casa Real de Marruecos la que destapó la cesión de Sánchez
Para colmo, esta traición no se conoció de primera mano por el propio gobierno español: fue la Casa Real marroquí la que reveló una carta enviada por Pedro Sánchez en la que éste afirma: “España considera la iniciativa de autonomía marroquí como la base más seria, realista y creíble para resolver la disputa“.
Tras conocerse este escándalo por boca de Marruecos, ayer La Moncloa emitió un comunicado reconociendo lo siguiente: “Hoy iniciamos una nueva etapa de la relación con Marruecos basada en el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente. Esta nueva etapa se desarrollará, tal y como indican los comunicados del Gobierno de Marruecos, en una hoja de ruta clara y ambiciosa. Todo ello para garantizar la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de nuestros dos países.”. Ni siquiera se molestó en citar al Sáhara Occidental.
Una traición a 46 años de política exterior española y a la ONU
Este posicionamiento del gobierno de Sánchez no sólo es una traición a 46 años de política exterior de España, sino que además traiciona la Resolución 690 (1991) del Consejo de Seguridad de la ONU, cuyo punto número 2 señalaba claramente que la situación de la antigua provincia española debe resolverse con “un referéndum de libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental“.
El PP, Vox y Cs critican a Sánchez
Este giro de 180 grados del gobierno a la política exterior española ha recibido las críticas de la oposición. El Partido Popular pidió ayer la comparecencia de Sánchez en el Congreso para explicar esa decisión y añadió: “La nueva postura del Gobierno se ha ocultado y supone un cambio de posición en una política consensuada desde hace 47 años”. Vox fue aún más crítico con esa decisión: “Pedro Sánchez actúa ya como un auténtico sátrapa, tomando decisiones arbitrarias que comprometen seriamente el prestigio y la posición internacional de España, con desprecio a los españoles, a las instituciones y a la Ley”. Ciudadanos también pidió la comparecencia de Sánchez, calificando como “inaceptable” su decisión.
Podemos también se desmarca de sus socios de gobierno
La decisión de Sánchez también ha chocado con sus socios de gobierno. Ayer Podemos, sin criticar la decisión de sus aliados socialistas, señaló: “Desde Podemos reivindicamos las resoluciones de Naciones Unidas que garantizan el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui y que deberían servir como base para alcanzar una solución política negociada aceptable para todas las partes”.
El giro de Sánchez con Marruecos puede provocar represalias de Argelia
La decisión de Sánchez, además, podría provocar una crisis diplomática entre España y Argelia, justo en un momento en el que dependemos del suministro de gas argelino. Argelia, tradicional enemiga de Marrueco, viene apoyando las reclamaciones del pueblo saharaui en línea con las resoluciones de la ONU. Ayer el gobierno señaló que confía en que la compra de ese gas tranquilice al gobierno argelino, como si no les importase que precisamente Argelia pueda utilizar ese suministro como una herramienta de presión contra España.
El gobierno deja en evidencia a la inmigración como causa del chantaje
El gobierno de Sánchez ni siquiera se ha molestado en ocultar el motivo por el que ha cedido a las pretensiones marroquíes. Lo cita en el punto 2 de su comunicado: “Reiteramos nuestra determinación para afrontar juntos los desafíos comunes, especialmente la cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y en el Atlántico, actuando siempre con un espíritu de total cooperación, y restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de nuestros pueblos”. Esto implica reconocer que Marruecos ha utilizado los asaltos migratorios a Ceuta y Melilla como herramienta de chantaje contra España, y Sánchez ha decidido ceder a ese chantaje.
El acercamiento de Marruecos a Rusia y sus repercusiones para España
El caso es que los asaltos migratorios a esas ciudades españolas no son cosa de ahora. ¿Qué otras poderosas razones puede haber tenido Sánchez para ceder ante Marruecos de esa forma? Una de ellas podría ser la posición del reino alauí ante la invasión de Ucrania. Hace dos semanas, el régimen de Putin agradeció a Marruecos que no condenase la invasión. Ya apunté entonces de que la posición de Marruecos podría ser un mensaje tácito a España de que llegado el momento el reino alauí podría imitar los pasos de Rusia con Ceuta, Melilla y las Canarias. Y ante ese grave desafío que afronta España, el gobierno de Sánchez opta por gastar en chiringuitos políticos más del doble de lo que invierte en defensa, comprometiendo así nuestra seguridad y nuestra integridad territorial en caso de que Marruecos opte por imitar a sus amigos rusos.
Los atentados del 11-M y la posible implicación de Marruecos
A eso hay que añadir otra posibilidad más. Hace tres años, el excomisario José Manuel Villarejo afirmó la implicación de los servicios de inteligencia de Francia y Marruecos en los atentados del 11-M, unos atentados perpetrados tres días antes de unas elecciones generales y que provocaron un vuelco electoral que llevó al PSOE al poder. Tras ese vuelco, el PSOE y el resto de la izquierda perdieron todo el interés que habían mostrado antes por saber la verdad sobre los atentados, y se aferraron a una versión oficial que tiene importantes lagunas.
Tras la denuncia de Villarejo, la Fiscalía decidió no abrir ninguna investigación, alegando que el excomisario mostró “falta de claridad y precisión”. Si las afirmaciones de Villarejo fuesen ciertas y Marruecos tuvo alguna implicación en ello, el PSOE quedaría seriamente comprometido por haber intentado echar tierra sobre unos atentados en los que fueron asesinadas 193 personas.
Da la casualidad de que en junio de 2021 Marruecos afirmó que “los servicios marroquíes contribuyeron de forma decisiva a las investigaciones” del 11-M, un hecho que el periodista Luis del Pino, experto en la investigación de esos atentados, comentó con estas palabras: “Básicamente, Mohamed VI le está recordando a Sánchez un hecho indiscutible: la versión oficial del 11-M no habría podido construirse sin la colaboración PASIVA y EXTRAOFICIAL del gobierno marroquí“, y añadió: “si Marruecos ayudó (pasiva y extraoficialmente) a que se montara la farsa de la versión oficial del 11-M y puede demostrar que lo hizo, su capacidad de chantaje al gobierno español sería notable“.
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