El proceso de disolución moral y doctrinal implementado por la secta bergogliana prosigue imparable, indiferente ante la desorientación sexual que suscita en los fieles y los daños incalculables que acarrea a las almas.
Salta a la vista y es innegable la total incompatibilidad entre las enseñanzas del Evangelio y las desviaciones de esos herejes, que abusan de su poder y autoridad de pastores con fines contrarios a aquellos para los que Cristo instituyó la Sagrada Jerarquía en su Iglesia. Y más evidente aún el perverso reparto de papeles que asigna al titular de la sede romana el de formular principios heterodoxos contrarios a la doctrina católica y a sus cómplices en las diversas diócesis la escandalosa aplicación de dichos principios, en una tentativa infernal de arruinar la moral a fin de obedecer al espíritu del mundo.
Los vergonzosos excesos de algunos miembros de la Jerarquía tienen su origen en un plan deliberado y programado desde arriba, que gracias al camino sinodal se propone conceder autonomía al episcopado rebelde para propagar errores de fe y de moral mientras impide autoritariamente a los prelados fieles proclamar la verdad de Cristo.
21 de septiembre de 2022
Matthaei Apostoli et Evangelistae
Feria Quarta Quattuor Temporum Septembris
(Traducido por Bruno de la Inmaculada)