El profesor Josef Seifert, colaborador de San Juan Pablo II, urge a los cardenales de todo el mundo para que ‘no sigan observando pasivamente un desplome de la Iglesia que solo puede prevenir la intervención divina’.
Seifert habló recientemente con el vaticanista Edward Pentin, del National Catholic Register sobre la crisis dentro de la Iglesia Católica, que, en opinión de este hombre de confianza de Juan Pablo II, alcanza los niveles más altos de la jerarquía.
“Veo un peligro terrible de colapso total de la Iglesia Católica en muchos países y, de hecho, de su destrucción total en algunas áreas del mundo”, dijo Seifert, “aunque la misma Verdad nos ha dicho que las puertas del infierno nunca prevalecerán contra la Iglesia.”
El profesor de Filosofía señala que, tras la promulgación de Amoris Laetitia, Francisco “comenzó a poner en duda, o incluso a negar, los contenidos esenciales de las Sagradas Escrituras y la enseñanza de la Iglesia”.
Pablo VI había resistido una “tremenda presión” para seguir el ejemplo de los anglicanos al permitir la anticoncepción, y “el Espíritu Santo lo impidió”, dijo Seifert, lo que condujo a la Humanae Vitae. Pero con Amoris Laetitia de Francisco, los frutos de esa encíclica crucial están, para Seifert, en entredicho. “Me parece incomprensible que ninguno de los cardenales, quitando los cuatro que presentaron las dubia, hablara claramente contra tales errores y contra el eclipse de la enseñanza católica”. Estamos como durante la crisis arriana, cuando un obispo, San Atanasio, y muchos laicos, se lanzaron a la defensa de la verdad y fue necesario que incluso miseri laici [nosotros, los miserables laicos] defendieran la verdad.
Sus comentarios se produjeron como añadido a una carta publicada recientemente, escrita y enviada en privado a un cardenal hace más de dos años, pero que solo se emitió públicamente el 30 de abril. En la carta, Seifert criticó al cardenal, aún no identificado, por describir las críticas al Papa Francisco como “un gran mal que debe ser erradicado”.
Carlos Esteban