Con motivo de la festividad del día de la Anunciación y de la Encarnación del Señor que se celebrará el próximo 25 de marzo, el obispo de la diócesis de Córdoba ha aprovechado en su epístola semanal para denunciar los crímenes del aborto y de la eutanasia.
Monseñor Demetrio Fernández ha recordado que «desde la concepción somos personas. Desde el instante mismo en que el óvulo es fecundado por el espermatozoide, Dios crea el alma y tenemos una nueva vida, una nueva persona, con todos los derechos de vivir y con todas las obligaciones de quienes le rodean para no interrumpir su proceso de maduración».
El obispo de la diócesis de Córdoba reconoce que el «sí a la vida encuentra hoy escollos a salvar, como es la reivindicación del derecho a decidir la matanza de esa vida, si no resulta placentera».
Demetrio Fernández denuncia en su carta de esta semana que «el aborto se ha generalizado en España, de manera que son más de dos millones y medio los niños que han sido abortados desde que se aprobó la ley del aborto en 1985». Para el prelado cordobés, esta situación supone «toda una catástrofe para la población española, que sufre esa carencia de natalidad» y no ha dudado en afirmar que «en el mundo entero, son más los muertos por el aborto que por la guerra, que nos resulta horrible».
Respecto a la vida de los ancianos que se encuentran en fase terminal, el obispo andaluz lamenta que esas personas «merecen cuidados paliativos y no los encuentran». Monseñor Demetrio Fernández subraya que «la eutanasia no es solución, ni el suicidio asistido» ya que «la persona que está bien atendida no quiere morirse. Quien quiere morirse es porque ha sido descartada ya hace tiempo por quienes debieran cuidarla».