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lunes, 13 de enero de 2025

A mí no me pica el cuerpo cuando hablo de Franco



La ministra Alegría dice que «a la derecha le pica el cuerpo» cuando se menciona a Franco. Pues no, ministra, a mí no me pica nada. Le echo de menos. Le agradezco que salvó a España de vosotros, le agradezco 40 años de prosperidad, orden y respeto.

Franco no solo fue un hombre fuerte en tiempos difíciles, fue un hombre santo o, al menos, de virtudes heroicas. No se trata de nostalgia, se trata de reconocer la verdad: reconstruyó un país devastado, levantó hospitales, escuelas y universidades, y evitó que cayéramos en manos de regímenes que llevaron al horror a media Europa.

Ustedes, ministra, intentan presentar la historia como un combate de buenos y malos según su conveniencia ideológica. Lo que no soportan es que Franco ganó, y no solo ganó la guerra: ganó la paz para millones de españoles que, de otro modo, habrían conocido la persecución y la miseria.

No quiero retroceder ni un paso en la defensa de lo que es justo. Aquí lo que está en juego no es un relato, es la memoria de quienes vivieron tiempos de verdad, no discursos vacíos de salón. Así que, no, ministra: no me pica el cuerpo. Me hierve la sangre cuando veo cómo intentan reescribir la historia con resentimiento.

Franco no salvó solo una época, salvó a una nación entera. Y eso, les guste o no, quedará en la historia para siempre.

Jaime Gurpegui

El Vaticano contra las Servidoras: un castigo que clama al cielo


INFOVATICANA


Otra vez, el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica apunta su maquinaria represiva hacia uno de los institutos más florecientes de la Iglesia.

El reciente decreto contra las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará no es solo una intervención, es un golpe despiadado: prohíben la admisión de nuevas vocaciones durante tres años. Tres años sin poder recibir a jóvenes que quieren entregarse a Cristo. ¿Es así como Roma piensa cuidar la vida consagrada?

Es imposible no leer esto con indignación. Mientras algunos institutos agonizan sin vocaciones, porque han vaciado su carisma hasta la irrelevancia, a las Servidoras, que llevan el Evangelio hasta los confines de la tierra, se les cierra la puerta. Es una burla. Las acusan de «falta de formación» y de «gobierno inexperto». ¿Y cuál es la solución? Asfixiarlas, condenarlas al silencio y al estancamiento.

Si el problema fuera realmente la formación, ¿no sería más sensato enviar más recursos, mejorar los procesos, pero sin detener la labor misionera? Pero no. Aquí se evidencia un patrón claro: la única respuesta es castigar. Quieren disciplinar a los pocos que aún creen en el sacrificio, en la pobreza y en la obediencia de verdad.

¿Qué mal hace una congregación que crece y lleva esperanza donde nadie más se atreve? Esto no es ayuda, es un intento de desmantelamiento. Es el cierre forzoso de puertas y ventanas para dejar que el polvo del olvido y el tiempo hagan su trabajo. Y mientras tanto, ¿dónde están las intervenciones para quienes desvían la fe desde cátedras y púlpitos? ¿Dónde está la prohibición de aceptar más postulantes en esos lugares donde la formación es pura ideología y activismo?

Esto clama al cielo. Tres años es una eternidad para un instituto religioso. Con esta decisión, muchas jóvenes perderán la oportunidad de consagrar su vida. Muchas almas quedarán sin respuesta.

Que nadie se engañe: este decreto no busca proteger. Es una purga disfrazada de corrección. Un golpe más en la cruzada contra todo lo que aún brilla con la luz del Evangelio auténtico.

Lo que queda es rezar para que este suplicio termine pronto y que la Iglesia despierte antes de que se extingan quienes aún la aman y luchan por ella.

Jaime Gurpegui

La familia en el amoroso plan de Dios sobre el hombre



Homilía del 28 de diciembre de 1981


Duración  0:09:38

La Sagrada Familia. Texto Bíblico: Lc 2: 22-40

Comentario:

Homilía muy agradable de escuchar. La necesidad de la Familia. Los ataques a la familia por nuestro mundo moderno. La necesidad de la familia, de un padre, de una madre, de unos hermanos.

La Delegación de Gobierno reconoce que mintió al sancionar el Rosario en Ferraz.





HAN RETIRADO DOS DE LAS MULTAS.



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