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miércoles, 16 de abril de 2025

Cuenta atrás para que Sánchez destruya el Valle de los Caídos: Mayo de 2026



Duración 15:36 minutos

La reciprocidad en el amor entre Dios y los hombres (Padre Alfonso Gálvez)



Homilía del 28 de marzo de 2010,
 festividad del Domingo de Ramos

Duración 40 minutos

El Valle de los Caídos. Por fin un documento firmado




Los rumores, los líos, las explicaciones, los desmentidos y las matizaciones no son más que una forma de explicar sin hacer públicos los documentos. Sabemos que el cardenal secretario de estado del Vaticano, Parolin, y el ministro de la presidencia de España, Bolaños, firmaron un acuerdo para la resignificación de todo el conjunto del Valle de los Caídos, hoy de Cuelgamuros. Acuerdo cuyo contenido desconocemos. Sí que lo hay, pero nada más.

Conocemos lo que se nos ha dicho: que se garantiza la permanencia de la cruz, y que seguirán la comunidad benedictina y el culto en la basílica. Lo que se nos ha dicho. Pero nos falta mucha documentación que aclare lo que llega en rumorología. Por ejemplo, lo que hacía referencia al prior, P. Santiago Cantera, cuya salida del Valle, según él mismo, les fue impuesta, que sería bueno saber por quién.

También sabemos que hubo filtraciones de las notas o cartas intercambiadas entre el ministro Bolaños y el cardenal Cobo, pero no el contenido exacto de las mismas.

Es decir, hay un acuerdo Parolin - Bolaños, del que no conocemos más que la existencia, y un intercambio Bolaños - Cobo que más de lo mismo.

Ayer hemos podido conocer el primer documento oficial sobre el asunto: el pliego de condiciones para la resignificación del Valle de los Caídos. Esto no son rumores ni explicaciones generales.

Entre otras cosas en este pliego podemos leer lo siguiente:

El pasado 4 de marzo de 2025 se suscribió un Acuerdo entre los representantes de la Iglesia Católica y del Gobierno de España, representado este último por el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, por el que se estableció el alcance de los proyectos, que deberán respetar los siguientes grados de intensidad de la intervención.

Es decir, que todo lo que se va a llevar a cabo, especialmente en la basílica, está aceptado por los representantes de la Iglesia católica, se supone que es lo firmado con Parolin.

1. En el interior de la Basílica, el Altar y las bancadas adyacentes se conservarán como espacios destinados al culto religioso. Por ello, las intervenciones para la resignificación de carácter artístico y museográfico no alcanzarán dichos espacios.

Altar y bancadas adyacentes. ¿Dos, tres, cinco, doscientas?

2. El resto de los espacios del interior de la Basílica (vestíbulo, atrio, espacio intermedio, nave desocupada, cúpula (pero sin Altar) y capillas del Santo Sepulcro y del Santísimo) no están destinados al culto y podrán ser objeto de intervenciones de naturaleza artística y museográfica para la resignificación del lugar. Dichas intervenciones serán compatibles con la celebración de actos de culto en el espacio del Altar y de las bancadas adyacentes.

Sigo. Según el acuerdo firmado con la Iglesia, eso al menos dice el gobierno, todo lo demás no está destinado al culto. ¿No está destinada al culto la capilla del Santisimo?

3. En el exterior de la Basílica, en el ámbito de la gran plaza/explanada, se ubicará el centro de interpretación. Se recomienda explorar los condicionantes físicos del subsuelo para su posible implantación bajo rasante.

Como no conocemos todos los documentos, a uno le vienen a la cabeza unas cuantas preguntas. Por ejemplo, ¿lo de dejar reducida la basílica al altar y unas cuantas bancadas adyacentes, cargándose hasta la capilla del Santísimo, lo ha aceptado la Iglesia o es una triquiñuela más del gobierno? ¿La salida del P. Cantera fue algo normal de cambio de comunidad (si puede ser considerado normal saltar por encima del voto de estabilidad) o una imposición de quién y para qué? ¿El acuerdo Parolin - Bolaños es una simple concesión de la iglesia o contempla algún tipo de contraprestación como es normal cuando hay acuerdos? ¿Y en ese caso, qué ha ofrecido el gobierno? ¿Cuál es el contenido de las notas intercambiadas Bolaños - Cobo?

Estoy convencido de que con los documentos en la mano todo quedaría claro. Y hoy por hoy lo único por escrito y con acceso público son las bases para el proyecto de resignificación, en las que se dice claramente que la basílica queda reducidísima a un altar y unos bancos. No dejan ni la cúpula. ¿Esto lo ha aceptado expresamente la Iglesia como se dice en el proyecto? Si es verdad, que nos digan a cambio de qué, si es que hay un “de qué". Si no lo es, lo desmientan.

Jorge González Guadalix

Solo hay dos sexos: Hombre y Mujer. Una verdad biológica que incomoda al globalismo




En un contexto internacional cada vez más dominado por la ideología de género y la imposición de postulados anticientíficos, Estados Unidos, Argentina y Hungría han marcado un precedente de sentido común y valentía.

En un hito histórico, el Parlamento de Hungría ha protegido constitucionalmente una verdad tan elemental como el binarismo de género, con 140 votos a favor y 21 en contra. El nuevo texto de la Constitución húngara consagra una obviedad científica: solo existen dos sexos biológicos, “hombre” y “mujer”. Una postura clara, firme y sin complejos frente a la ideología de género.

Si aún quedaban dudas sobre el rumbo que están tomando algunas naciones, durante la reciente conferencia anual de la Comisión de la ONU sobre la Mujer, Estados Unidos y Argentina reafirmaron que solo existen dos géneros: masculino y femenino. Una afirmación que responde no solo a criterios biológicos y científicos, sino también al respeto por la verdad, la lógica y la libertad frente al dogmatismo ideológico.

El representante de EE.UU. ante Naciones Unidas fue tajante al afirmar: “sólo hay dos géneros”, y declaró que su país únicamente respaldaría una declaración que empleara un “lenguaje claro y preciso que estableciera que las mujeres son biológicamente mujeres y los hombres son biológicamente hombres”.

En la misma línea, el diplomático de Argentina reafirmó la binariedad sexual en términos claros: hombre y mujer. Un planteamiento que contrasta abiertamente con el discurso cada vez más confuso y contradictorio de la ONU, atrapada en su propio entramado ideológico, de ingeniería social y terminología ambigua.

Es un triunfo que, frente a la dictadura cultural promovida desde los foros internacionales, EE.UU., Argentina y Hungría se hayan erigido en referentes de claridad frente a la confusión y el sectarismo globalista. Han recordado algo elemental: las categorías de hombre y mujer no son construcciones sociales ni percepciones subjetivas, sino realidades objetivas, sustentadas en la biología y esenciales para la vida en sociedad.

Resulta esperanzador constatar que aún existen naciones con la claridad y el coraje necesarios para hacer frente al delirio ideológico que impera en instituciones como la ONU, cuyo propósito original —la defensa de los derechos humanos universales— ha sido desplazado por una agenda sectaria y antinatural.

Sorprende —aunque cada vez menos— el silencio cómplice de buena parte del feminismo ante estas agresiones ideológicas. Muchas de sus líderes, que aseguran defender a las mujeres, atrapadas por su propio radicalismo, han renunciado a lo evidente: si no se reconoce que solo existen hombres y mujeres, el propio concepto de mujer se desvanece. Resulta irónico que quienes dicen luchar por los derechos de las mujeres guarden silencio cuando se niega su existencia biológica. En lugar de respaldar a países como Hungría, EE.UU. y Argentina, optan por atacarlos, demostrando que su lucha no es por la mujer, sino por una ideología.

En medio del relativismo y la confusión reinantes, EE.UU., Argentina y Hungría han ofrecido una auténtica lección de sentido común y coherencia. Su ejemplo debe inspirar al resto de naciones que aún valoran la verdad, la biología y la libertad.

No estamos ante una cuestión de opinión, sino de realidad. Cuando una ideología necesita negar lo que la naturaleza muestra con total claridad —que solo existen dos géneros: hombre y mujer—, es señal inequívoca de que ha perdido todo vínculo con la razón.